Kim ByeongKwan °[WowKwan]°

10

-Si no te molesta y si quieres, claro, ¿puedes hablarme sobre tu familia? -la expresión en el rostro de ByeongKwan cambió totalmente.

-Mi familia -murmuró para sí mismo, regresando de un pequeño trance, se tranquilizó y le dedicó una sonrisa.- Mi familia era bastante unida, era mi familia perfecta, ¿sabes? -comenzó a jugar con sus dedos de su mano libre.- Mi madre y mi hermana eran como niñas, se sorprendían hasta por cosas mínimas, le hacían berrinches a mi padre... Al haber crecido entre chicas, creo que adopté algunas de sus actitudes -no pudo evitar reír levemente, avergonzado.

-Qué bonito es escuchar eso, Kwanie -apoyó el mentón en la palma de su diestra y observó al rubio como lo que era: lo más maravilloso del mundo.

-¿Eso crees? -el pelinegro asintió, logrando que el menor se relaje.- Bueno, papá fue un hombre ocupado, pero nunca dudó en cumplir nuestros caprichos... -Suspiró.- Mi mamá vendía galletas, mi hermana y yo solíamos ayudarla. Ella estudiaba en línea, debido a que también estudiaba otras cosas como música, artes marciales y danza. -Sonrió con nostalgia.- Mi padre era cirujano, específicamente, dueño de departamento. -Finalizó encogiendo los hombros.

-Hubiera sido lindo conocerlos... Seguro fueron igual de maravillosos como tú, ByeongKwan. -Puso una mano sobre el cristal para llamar su atención, cosa que logró.

-Gracias... Lo eran. -Sonrió un poco, pero terminó sacudiendo la cabeza para incorporarse y mirar fijamente al pelinegro.- ¿Y tu familia?

"Familia", realmente no podía decir mucho sobre ellos; era cierto que ByeongKwan no sabía nada acerca del padre de SehYoon, no sabía que él también estaba ahí metido, tan cerca suyo.

-Mi madre ahora es jefa de una empresa de modelaje que antes manejaba mi padre -la expresión de Kwan cambió a una de sorpresa.- Mi padre ahora está en prisión... De hecho, el primer día en el que te vi, estaba visitándolo. -Sonrió.- Su juicio será el diez. -Nuevamente el menor se sorprendió.

-Un día antes que mi juicio... -Murmuró.- Vaya, que coincidencia... -Suspiró con una sonrisa.- Mi hermana modelaba y hubieron algunas empresas que querían que yo lo haga, pero al final no quise.

-¿Por qué? Hubieras sido el mejor modelo de todos.

-Bueno... Me considero mejor en la danza y quiero quedarme con eso. -Se encogió de hombros.- De hecho, rechacé a una empresa, el CEO parecía furioso, pero de verdad no quería.

-Cuando salgas de aquí, sería lindo tomarte unas fotos mientras bailas... Una obra de arte totalmente. -Sonrió al darse cuenta que el menor lo hacía.- Cuando salgas...

-Espero ansiosamente el once de noviembre. -Bajó un poco su mirada, nervioso, y suspiró.- Quiero abrazarte, ¿es raro?, quiero que salgamos a muchos lugares, quiero estar contigo... -Mostró una sonrisa y miró fijamente al chico frente a él.

-Y así será, Kwanie. -Sonrió también.

"Mi hermana", SehYoon era hijo único, pero podía imaginar el cómo se sentía perder a un hermano. Muchas veces se imaginó siendo quizás el mayor o menor de los hermanos, pero no fue así, estuvo solo todo el tiempo; soportando a sus padres que salían y llegaban a la hora que fuera. Tal vez si le hubieran dado un hermano o hermana él sería feliz.

Miró al cielo y recordó la expresión de ByeongKwan al mencionar que su madre ahora manejaba la empresa de modelaje de su padre. Parecía sorprendido y un poco aterrado, aunque probablemente se debía a la coincidencia con su hermana.

-SehYoon -el nombrado alzó la vista hasta YuChan, quien se encontraba sentado en el sofá, inmediatamente frunció el ceño.

-Aún tienes las llaves... -Musitó serio mientras dejaba caer su mochila al suelo y colgaba su suéter, el cual estaba mojado por la lluvia de afuera.

-Sigues sin llevar paraguas... Podrías enfermarte. -Se levantó y se dirigió al mayor para tocar su cabello, pero el ajeno lo apartó rápidamente.- SehYoon.

-Dime que quieres y vete. -Continuó su camino hasta uno de los sofás, en donde tomó asiento y observó a Chan.- Y también dame la llave, no deberías entrar más sin preguntarme antes. Ya no somos novios ni mejores amigos, aparte de que tu novio lo puede malinterpretar.

-¿Quieres dejar de mencionar a DongHun en cada cosa que me dices? ¡Por Dios! Estoy aquí por ti... -Frunció el ceño y se dirigió hasta donde estaba el mayor para sentarse a su lado.- Lo de las fotografías... Tenías razón, antes sólo quería que me prestaras atención a mí, perdón por eso.

-Eso no importa ya, ¿Algo más? -hizo contacto visual con él.

Se miraron durante unos segundos, la mirada de YuChan pretendía ser inocente, pero SehYoon lo conocía lo suficiente para saber que no era así. Él estaba ahí para recuperarlo, cosa que no estaba logrando.

-Dime, de casualidad... ¿Ya tienes a alguien? -murmuró el menos mientras lentamente iba colocando su mano sobre la ajena, acariciando los nudillos del pelinegro.

-YuChan, por favor vete. -Intentó apartarse pero el menor le sujetó su otra mano.

-El juicio de tu padre es en unos días... ¿Me dejas acompañarte? -preguntó intentando captar su atención nuevamente.

-Como quieras, ahora vete. -Ahora sí se apartó, teniendo que empujar un poco a Chan para lograrlo.- Y te pido que después del juicio no vuelvas a buscarme, sólo somos amigos, actúa como uno. -Extendió su mano con la intención de que el menor le entregara las llaves que le dio cuando eran novios.

Yuchan soltó un suspiro antes de rebuscar en sus bolsillos hasta alcanzar las llaves y entregárselas al mayor, dejando su mano reposar sobre la ajena. Alzó su vista y sonrió un poco.

-Sabes que no puedo verte como un amigo... Y sé que aún no es tarde para que volvamos a estar juntos -se acercó más para abrazarlo fuertemente.- Aún me quieres, puedo sentirlo, Sehnnie.

No correspondió al abrazo pero tampoco dijo nada, simplemente esperó a que el menor decidiera alejarse. Admitía que podía sentir una calidez en YuChan, sin embargo no podía quererlo, en eso el menor se equivocaba, ya no lo quería, a él ya no.

Cuando Chan se alejó, lo miró una vez más antes de darse la vuelta y salir de la casa. SehYoon se limitó a mirarlo irse, sentía pena por él, su desesperación por sentirse amado y por tratar de convencerse de eso era lamentable, al menos para SehYoon era así.

De algo estaba seguro, durante el abrazo, sólo pudo pensar en cómo se sentiría abrazar al peligris, tan sólo imaginándose a sí mismo abrazando a ByeongKwan le hizo sonreír ampliamente. Anhelaba tanto que llegara el 11 de noviembre, sería el día en el que podría verlo de frente sin un cristal de por medio.