Kim ByeongKwan °[WowKwan]°

7

-¿Entonces te metieron aquí? -murmuró SehYoon mientras miraba la carita del peligris.

-Te juro que yo no los asesine -volvió a decir antes de hacer contacto visual con el mayor y poner su mano derecha sobre el cristal que los dividía- Cuando yo llegué ellos estaban... -no continuó debido a las ganas de llorar que sintió tras recordar.- Soy inocente, SehYoon...

El pelinegro soltó un suspiro y cerró sus ojos un momento mientras analizaba lo que el tierno y lindo chico le había dicho.
"Salí a dar una vuelta, era mi rutina de siempre, ya que debía mantenerme activo... Pero al llegar a casa me encontré con la policía afuera, todo el mundo me miraba... Obviamente sospechaban de mí, diciendo que los asesine antes de salir a correr, pero no fue así... No hay testigos que confirmen que salí a correr, puesto que llevaba una capucha negra que no dejaba ver mi rostro".

Abrió sus ojos y colocó su mano izquierda a la altura de la ajena sobre el cristal, luego sonrió dulcemente.

-Te creo.

Un suspiro de alivio escapó de los labios del menor, seguido de una dulce risa. Quería que todo el mundo sepa que es inocente, que él sería incapaz de hacer algo así; él amaba a su familia.

-Te acusaron injustamente y aunque no haya pruebas para demostrar que eres culpable, lamentablemente tampoco las hay para demostrar que eres inocente. -hizo una mueca disgustado.

-Ni siquiera pude ver sus cuerpos o mi casa por última vez... -se encogió de hombros.

-Tranquilo, estoy seguro que se podrá demostrar tu inocencia. -quiso relajar al menor.- Vas a salir de aquí.

ByeongKwan lo miró y sonrió levemente. Él también tenía las esperanzas de poder salir de allí. Anteriormente su propósito era lograr salir para continuar sus estudios, pero ahora quería salir para poder abrazar a aquel pelinegro, ¿eso era raro?.

-SehYoon...

Antes de poder continuar, los guardias le dieron un leve toque en la espalda al peligris, indicando que la hora de visitas había acabado para él.

-Mañana volveré, no te preocupes. -Aquello provocó que otra sonrisa se instale en el rostro del canadiense, sintiéndose a la vez aliviado, volviendo tranquilo con los guardias.

Suspiró.
Creía en el menor, definitivamente le creía. Su mirada era honesta.
En ese momento solo pensaba en querer cuidarlo y protegerlo, no quería ni imaginar lo mal que la debía estar pasando aquel chico bonito.

-¿Estás con DongHun? -esa pregunta hizo que se formara una sonrisa en los labios ajenos.

-Así es, ¿por qué?

-¿También están sus amigos? -YuChan no pudo evitar emocionarse al creer que su ex novio le preguntaba eso por celos.

-Tranquilo, ellos también están aquí, Sehnie.

-¿Dónde están?

El castaño no dudo en enviarle la dirección de la cafetería en la que se encontraban, la idea de que su ex novio, al que seguía amando, llegara y le celara le parecía un detalle lindo. Sin embargo, SehYoon tenía planes diferentes.

No tardó ni cinco minutos en llegar, al entrar visualizó rápidamente a JunHee y San, eran quienes le importaban por el momento.

-¡Sehnie, viniste! -se levantó para recibir al pelinegro.

-YuChan... -sonrió leve antes de dirigirse hacia el rubio y el pelirrojo vino.- ¿Podemos hablar?

Jun y San no fueron los únicos que se miraron, la mirada de Dong y Chan también se dirigió a ellos dos. El tercer mencionado por pura curiosidad, ya que dedujo que de lo que hablarían sería acerca de ByeongKwan. Y el cuarto nombrado porque creía que el pelinegro estaba ahí por él.

Ambos se pusieron de pie y siguieron a SehYoon a la salida mientras YuChan los seguía con la mirada.

-¿Qué necesitas? -preguntó San arrimandose en la pared fuera del lugar.

-¿Quién está a cargo del caso de ByeongKwan?

-El abogado de mi padre. -respondió Jun.- Todavía no ha logrado mucho, solo que "No hay pruebas que demuestren que es culpable". Realmente está muy difícil que Kwan logre salir de ahí por lo pronto... -frunció su ceño.

-¿Podrían darme la dirección de su casa? -esa pregunta los dejó sorprendidos un momento. ¿Un desconocido en la casa de ByeongKwan?- Si es posible, ahora mismo.

-No conseguirás nada al ir, es más, dudo siquiera que te dejen pasar, aún hay policías vigilando la casa. -comentó San cruzando sus brazos.

-Eso ya lo veremos.

-Escucha, no nos importa si Kwan realmente confía en ti, no te vamos a decir dónde vive, aún eres un total desconocido, SehYoon... -murmuró Jun mientras colocaba sus manos en el bolsillo de su pantalón.- Lo lamento.

Soltó un pequeño suspiro frustrado, por un lado él sabía que ellos no le querían decir nada, al final del día seguía siendo lo que dijo JunHee: un desconocido.
Sin embargo, no se daría por vencido,  tampoco pensaba preguntarle a ByeongKwan, lo que menos quería es que recuerde aquel trauma. No quería ver a ese niño bonito triste.

Una sonrisa se formó en sus labios al terminar de escribir en un pedazo de papel y se levantó de su silla, mirando lo que había escrito. Después tomó su cámara y miró la hora en su celular.

-3 a.m -susurró. -San y Jun olvidaron que su pequeño amigo es un "criminal" y que todos los datos del homicidio están en Internet.
Dijo por último antes de guardar su celular y sonreír.

Haría una pequeña visita.