Jimin y Jungkook son los profesores más queridos en el campus de Ciencias Naturales. Debido a su pasión por la enseñanza, y el respeto que se han ganado entre sus estudiantes, van mucho más allá de sus referentes académicos. Pero además, los pasillo...
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"Todas nuestras vidas están vinculadas con el medio ambiente."
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El sol de la tarde se desplegaba sobre el patio trasero de la universidad. Las fairy lights suaves, colgadas de los árboles, parpadeaban débilmente. El aire estaba impregnado con la dulce fragancia de tierra húmeda, flores silvestres y un ambiente mágico. Las mesas estaban cubiertas con manteles de encaje blanco, y sobre ellas reposaban los panfletos llenos de información. Los estudiantes, vestidos con sus trajes de granja y jardinería, se movían entre los espacios dedicados a los animales y terminaban de pulir los detalles de la casita de madera que habían construido juntos. Había jaulas de mimbre, terrarios de cristal y cestas también de mimbre, cada una albergando a un animalito con su propia historia.
Los conejos, con sus orejas largas y ojos curiosos, mordisqueaban su comida y sus jaulas, mirando a la nada. Nim siempre decía que tenían cero neuronas.
Los gatos, elegantes y misteriosos, se acurrucaban en cojines suaves. Los reptiles, con sus escamas brillantes, observaban el mundo desde sus terrarios. Y en un rincón apartado, un pequeño grupo de erizos compartían una casita ambientada para ellos, con sus púas erizadas sin detener a los estudiantes de acercarse con ternura.
Rosé y Lisa no podían evitar acariciar las cabezas peludas de los animales, susurrando palabras de consuelo, y prometiéndoles un hogar cálido al ver sus ojitos brillantes, como si supieran que este era su momento de esperanza.
Jimin y Jungkook se paseaban por separado en el lugar, pero se miraban de vez en cuando. Ambos compartían el sentimiento de estar orgullosos de sus alumnas. Sobre todo cuando, la voz de una de ellas resonó con suavidad a través de un megáfono a bajo volumen, y en el centro del patio, en un pequeño escenario que había sido montado en la entrada del evento, Sayi y Nim habían preparado algo especial. Una serie de fotografías artísticas que colgaban de cuerdas, mostrando bolsas de plástico flotando en ríos, basura acumulada en parques y playas. Las imágenes eran impactantes, y las personas se detenían a mirar. Algunas fotos eran en blanco y negro y otras a color, pero todas demostraban la fragilidad del mundo cuando no se le cuidaba.
━━━━Esto es lo que estamos haciendo al medio ambiente. ━━━━explicó Sayi.━━━━Pero también estamos aquí para cambiarlo. Por cada foto que vean, nosotros recogimos esa "basura" y fue directo al reciclaje. A veces, simplemente, es hora de ser el primero en actuar.
Sayi y Nim compartieron miradas, tomándose de las manos. Y los visitantes asentían, conmovidos. Algunos incluso hablando sobre unirse al trabajo, queriendo ofrecerse como voluntarios para limpiar áreas locales.
Jimin, observando a Jungkook entre la gente, le miró con emoción. Y Rosé, aquella alumna que no se cansaba de apoyar en secreto aquel romance entre profesores, los miraba atentamente a los dos, ya teniendo pensado cómo usaría su proyecto para unir a esos corazones. Y es que el refugio no solo era para animales, sino también para todo ser vivo que necesitara amor. Porque todos los corazones, sin excepción, buscamos pertenecer.
