Capitulo 26

686 26 0
                                    

~Una comodidad extraña~

ALICE

Isaac me aprieta el trasero con fuerza moviéndome sobre su sexo comenzando a encender esa jodida llama que apareció en mi cuerpo desde el primer día que me beso. Su lengua se introduce en mi interior robándome un gemido y sus manos suben a mi espalda comenzando a desatar el corset, comienzo a desabrocharle la camisa y paso mis besos por su mandíbula hasta el lóbulo de su oreja que muerdo con fuerza ocasionándole un jadeo.

Comienzo a dejarle chupetones y mordidas por el cuello.

—Me mata verte en este disfraz—confieso sintiendo su verga dura sobre mi coño

Me esta maltratando y el lo sabe porque empuja hacia arriba tocando mis terminaciones nerviosas que se empapan con rapidez cosa que ya no me sorprende; el sexo con Isaac es tan impredecible e inexplicable que podría tener un orgasmo justo ahora y no me sorprendería. Cuando le quito la camisa ya sea por instinto o necesidad misma le rasguño el torso con fuerza haciéndolo gemir. Logra quitarme el corset y de una me quita la falda por encima también.

Como ya es costumbre se queda viendo mis pechos unos segundos antes de atacarlos con su boca, arqueo mi espalda al sentir la humedad de su lengua en uno de mis pezones y su mano apretando el otro con fuerza y deseo. Gimo cuando me muerde con fuerza y me aferro a su cabello para que no se aleje de mis pechos. Empiezo a brincar un poco sobre su polla que sigue atrapada en el pantalón pero necesito sentirla a como dé lugar.

—Como siempre eres una desesperada—comenta con la respiración acelerada

—Y a ti te encanta eso—aseguro jadeante

Sonríe contra uno de mis pechos y saca su lengua comenzando a recorrer con ella mi pecho hasta mi cuello, me muerde con una fuerza que envía latigazos de dolor y placer al mismo nivel por todo mi cuerpo.

Eso fue nuevo y jodidamente delicioso.

Vuelve a apoderarse de mi boca y me alzo para desabrochar su pantalón, el me ayuda a desprenderse de su ropa quedándose completamente desnudo debajo de mi. Juega con el resorte de mis bragas antes de romperlas de un tirón.

—Imbécil—le digo

—Vete al carajo—contesta

Le clavo los dientes en el labio inferior y tomo su miembro entre mis manos comenzándolo a masturbar. Toma mis caderas con fuerza y acomoda mi entrada en su punta.

—Quiero tu coño

Lo aprieto y con el pulgar me llevo los líquidos pre seminales a mi boca bajo su atenta mirada. Me embiste de golpe haciéndonos gemir a ambos, pongo mis manos en sus hombros para tener mejor soporte y comienzo a moverme de arriba abajo junto con la ayuda de sus manos en mi trasero. Mis tetas rebotan con cada embate y mis nalgas hacen un sonido perfecto al chocar con sus muslos que parece estar volviéndonos locos a los dos. Le clavo las uñas y el vuelve a atacar mis pechos con ímpetu convirtiéndome en una ola de gemidos incontrolables.

Acelero los movimientos, mas duros, mas profundos y mas incontrolables. Su verga recorre todo mi canal y temo que me eh vuelto adicta a esto en todos los sentidos posibles. Mi humedad envolviéndolo y mis piernas montándolo es algo que quiero hacer hasta el día de mi muerte. Mis caderas parecían tener vida propia cada que yo estaba arriba de el. Hace su cabeza hacia atrás dejando escapar cada jadeo y cada gemido que brota de su garganta.

Había algo divino cada vez que Isaac estaba debajo de mi, el verlo perderse por como lo montaba y como me veía haciéndolo era indescriptible. Miro hacia el techo del carro agradeciéndole al cielo por lo que esta sucediendo y entonces solo nos perdemos.

En tu mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora