8:00 p. m
Un señor alto y grandote con mucha barba nos estaba esperando. Creo haber escuchado a Leo mencionarlo, Jadrik creo. Todos empezaron a formar una fila al frente de él en silencio esperando órdenes.
—Muy bien chicos, ya saben qué hacer —ordenó con voz firme y gruesa.
Y rápidamente todos comenzaron a separarse en grupos de tres o cuatro y empezaron a subirse en carruajes.
—Ellie, súbete, iremos yo, tú, y... —hubo una pausa mientras volteaba a ver a una chica también un poco morena, con pelo ondulado largo y del mismo color que Leo, pero su mirada era más seria y con rebeldía.
—Solo ignora a mi hermana y a su amiga... —dijo mientras la miraba de reojo.
—¿Por qué mejor no te callas? ¿Acaso quieres ir solo con tu nueva novia? —dijo burlándose de Leo y mirándome pícaramente mientras ambos se subían al carruaje—. Hey tú, súbete —dijo la chica amablemente mientras me estrechaba la mano. Yo solo asentí.
Cuando ya estábamos sentados, Leo y su hermana estaban discutiendo por algo, y su amiga estaba acomodando sus cosas mirandolos de reojo. En eso, su hermana me dice:
—¿Y tú cómo te llamas? Por cierto, soy Elara Wilder, la hermana de Leo.
—Ellie... Ellie Brooms —dije con un poco de timidez ante la confianza de Elara.
—Ellie, me sorprende que seas amiga de este bobo. Eres muy linda para él —decía mientras se burlaba de Leo.
—Elara, ya empezaste... —exclamó Leo volteando los ojos—. Solo no le hagas caso Ellie, siempre es así.
—¿Pero qué dije de malo? Es la primera vez que te veo hablando con una chica, y muy linda por cierto.
—Gracias —dije avergonzada
—¡No seas tímida chica! La verdad no sé cómo Leo no tuvo vergüenza al hablar contigo. Cuando era pequeño, ¡no se le acercaba ni a una sola niña! Decía que las niñas bonitas eran de mentira y creadas por aliens, ¡¿puedes creerlo?! —exclamó riendo a carcajadas.
—Ya cállate Elara —dijo Leo. Y segundos después me susurró—: Te dije, es muy molesta y burlesca.
—No me molesta —dije riéndome mientras le sonreía a Elara.
—¿Ves cómo es Leo? Tiene un carácter... Si quieres te puedo prestar mi manual para lidiar con él —dijo sarcásticamente hacia Leo. Era obvio que lo hacía para hacerlo enojar, pero Leo solo volteó los ojos y se dio la vuelta.
—Parece que ya se acostumbró... —dije susurrando burlescamente a Elara.
—Tú y yo nos llevaremos muy bien, Ellie —susurró Elara guiñandome un ojo.
Al llegar a Hogwarts, nos llevaron al comedor junto con todos los estudiantes y se sentaron en las filas de sus casas correspondientes. Aunque yo no sabía dónde sentarme, ya que no tenía una casa determinada. Hasta que sentí que alguien posó su mano en mi hombro, era Jadrik, que me hacía una señal con la mano de quedarme con él. Verdaderamente no entendía nada, así que decidí hablarle. Ya sabes, para dar una buena impresión.
—Jadrik, ¿verdad? Un amigo me habló sobre ti...
Al escuchar las palabras salir de mi boca se largó a reír con las manos en la barriga. —¿Cómo me llamaste? —exclamaba riéndose. Luego de un rato riéndose intentó mantener la cordura.
—Soy Hagrid, no Jadrik... —decía intentando aguantar la risa—. Nunca me habían llamado así, pero está bien, no te preocupes.
—Ohhh... Lo siento mucho, Leo me habló tanto que empecé a confundir palabras... Por cierto, si soy nueva y todos tienen sus casas determinadas, ¿qué hago yo?
—Así que eres amiga de Leo, es un buen muchacho, serían buenos amigos. Y sí, como todos los estudiantes de Hogwarts tienen que estar en una casa, tú también lo estarás.
Y un anciano de pelo blanco y barba larguísima se paró enfrente y dijo:
—Buenos días a todos, espero se encuentren bien y que hayan tenido buenas vacaciones. Este año tenemos la llegada de una nueva estudiante a nuestro colegio...
Sentía la cara caliente, probablemente estaba roja como un tomate. Nunca me ha gustado ser el centro de atención y mucho menos en una nueva escuela. ¿Donde quedaría mi reputación?
—¡Démosle una cálida bienvenida a Ellie Brooms! —exclamó. Todos los alumnos empezaron a aplaudir, algunos todavía no me veían con Hagrid y otros ya se dieron cuenta de mi presencia.
Entre todos los abrumadores aplausos, Hagrid me estiró la mano apuntando hacia donde estaba el director, que me daba a entender que tenía que ir adelante. Realmente no quería, pero no tuve otra opción, así que mientras caminaba mantuve mis pasos firmes y la cabeza en alto como me enseñó mi madre, aunque estuviera muerta de vergüenza por dentro.
Después de unos segundos, todos dejaron de aplaudir y hubo un silencio incómodo en el comedor. Sentía que murmuraban cosas mientras pasaba, muy pocas veces lograba comprender qué decían, alagandome principalmente, pero se sentía embarazoso.
Al subir, delante de mí había una silla y un sombrero largo y algo raro, creo que es del que me habló Leo.
—Muy bien. Ellie Brooms, a la silla por favor —dijo con una voz poderosa y firme.
Me senté en la silla y llegó una profesora de lentes redondos y cara arrugada que empezó a ponerme el sombrero. No entendía nada, parecía un ritual. Cuando de pronto el sombrero empezó a hablar.
—Mhmm... Difízil, muy difízzil... Eres inteligente, leal y de buen corazón... Pero eres valiente y audaz... Y tiendes a proteger a los demás... Así que te crees una verdadera heroína... Te pondré en... ¡GRYFFINDOR!
Y todos los estudiantes de Gryffindor se pararon de sus sillas y empezaron a aplaudir con entusiasmo. Entre todos ellos vi a Leo, aplaudiendo con felicidad.
Así que me paré de la silla y el anciano de barba larga blanca se acercó a mí mientras me estrechaba la mano y dijo:
—Soy Dumbledore, ¡bienvenida a Hogwarts Ellie!
Y fui a sentarme en la mesa con los demás estudiantes que celebraban mi presencia en mi nueva casa. Fue muy emocionante y lindo, me sentí por primera vez aceptada y querida en una escuela.
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Entre Mundos | Hogwarts
FantasíaLuego de que su madre la cambiara de colegio sin previo aviso, Ellie, una estudiante recién llegada a Hogwarts, con su encanto y carisma atrae la atención y logra conseguir amigos desde el primer día. Sin embargo, los problemas escolares no tardan e...