BÉSAME MENTIROSO EXTRAS | 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽

11

Por la mañana, Mark, que no olvidó la promesa del día anterior, se levantó más temprano que de costumbre, se preparó para ir a casa de su amigo. Jimin, que lo veía corretear por la habitación y guardar sus juguetes favoritos, se asombró y preguntó.

— Mark, ¿estás tan feliz de ir con tus
amigos?

En una voz amistosa, Mark asintió con la cabeza.

— Sí. Pete es genial, Cecil es bonita y el pudín que hace Josh es muy delicioso.

Cuando pensé: — ¿Un hijo y una hija?— , la voz de Jungkook entró de repente.

— No te equivoques con los dos hijos de ese tipo.

— ¡Cecil es linda!

Mark gritó sin perder. Dijo él, con un rápido rubor.

— Cecil también me enseñó un pene. ¡El pene de Cecil es bonito!

— …

— …

Jimin y Jungkook se quedaron en silencio al mismo tiempo. Fue Jungkook quien abrió la boca primero.

— Mark, las mujeres no tienen penes.

— ¿Eh?

En ese momento, Jungkook murmuró para sí mismo cuando vio la reacción del niño que abrió los ojos con vergüenza.

— Voy a empezar a enseñarle a Mark sobre el sexo

— Sí, eso es. Es hora de enseñarle. Vas a tener un gran problema.

Jimin simpatizó a su lado. Al oír estas
palabras, Jungkook giró la cabeza de inmediato y le miró. Sin embargo, Jimin miró a Jungkook  con cara de desconcierto, sin darse cuenta de lo que había dicho.

— …

Jungkook suspiró de nuevo, sintiendo la decepción que ya había experimentado muchas veces.

Diciéndose a sí mismo que no se apresurara de nuevo, dio un paso atrás.

— Mark deja de empacar tus juguetes y cambiemonos ahora. No puedes llevar todo esto.

— ¿En serio? ¿No?

— No

Jungkook tranquilizó al niño cariñosamente.

— Hay muchos juguetes en esa casa,
¿verdad? Vamos a coger sólo dos para no perderlos. ¿Qué te parece?

— Woo, woo.

El niño no podía decidir nada y sólo miraba a su alrededor. Mientras tanto, Jungkook empezó a ponerle la ropa que la criada ya había empacado en la mesa. Jimin lo miró en silencio. Jungkook le quitó la camisa mientras
Mark decía palabras sin sentido a la vez.

— Brazos

Le puso la camisa a Mark con las manos en alto y le puso el abrigo. Cuando le cambió los pantalones, sostuvo al niño en un brazo, bajó
la cremallera con la otra mano y le bajó la cinturilla y le quitó la ropa. Jimin también estaba pendiente de Mark para ver si le resultaba familiar la situación.

— Bien

Cuando Mark levantó su pierna derecha, Jungkook le puso uno de sus pantalones y dijo — izquierda— de nuevo. Otra vez, Mark levantó su pierna izquierda, y Jungkook le metió el otro lado, le subió hasta la cintura, lo enderezó, e incluso terminó subiendo su cremallera. Era perfecto poniéndole los zapatos después de los calcetines y tirar del velcro en la parte posterior de los zapatos.

Jimin, que estaba mirando, estaba
asombrado. Hasta entonces, manejaba todo con una sola mano. Sólo le tomó cinco minutos para terminar. Jungkook, a quien conocía, era un hombre que estaba lejos de tener una familia y de criar a un niño. ¿Quién
hubiera pensado que cambiaría tan repentinamente después de vivir una vida de disipación cambiando de vez en cuando a su amante?