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Jungkook, que volvió a casa antes de lo habitual, encontró algo mientras cruzaba el pasillo y se dirigía directamente al dormitorio donde Jimin descansaba. No había duda de
que una pequeña sombra se asomaba frente a la puerta del
dormitorio.

—¡Mark!

Cuando Jungkook lo llamó por su nombre, el sorprendido niño giró la cabeza y pronto corrió hacia él gritando —¡Papá!—. Jungkook dobló las rodillas y esperó a que el niño se lanzara, e inmediatamente le arrebató de la cintura.

—Oh, Dios. — Rie a carcajadas.

Cuando escuchó al niño reírse como si se fuera a pasar, Jungkook sintió que su estrés acumulado desaparecía un poco. Jungkook, que besó en la suave mejilla y abrazó al niño, preguntó.

—¿Qué estabas haciendo, Mark? Frente a la puerta de tu papi.

—Uhhaha.

Mark dudó y abrió la boca.

—Tengo un regalo para papá, pero MacDonnell me dijo que no
despertara a papá porque estaba durmiendo. Estaba esperando a que se despertara.

Sólo entonces Jungkook descubrió que Mark tenía las orejas pegadas a la puerta. Oyó la presencia de Jimin desde dentro, pero le dio pena, así que se rió por su cuenta.

—¿Un regalo? ¿Qué es? Lo sabes, ¿verdad? Tú papi  tiene a cookie en el estómago, así que no puede comer nada.

—Lo sé.

Mark habló con voz hosca y se dio la vuelta. Jungkook, que rápidamente sujetó al niño con firmeza para que no se hiciera daño, observó cómo Mark cogía algo de una pequeña bolsa
que llevaba a un lado.

—Este.

Lo que Mark sacó fue una galleta más grande que la palma de su mano. Mirándola con duda, Mark enderezó el pecho y dijo con orgullo.

—La guardería me ha dado galletas. Mira esto. Hay un oso de goma.

Tal y como dijo, las galletas marrones estaban incrustadas en pequeñas gomitas con forma de oso en varios lugares. Jungkook sólo comprendió la situación.

—¿Trajiste la galleta de la guardería? ¿No te la vas a comer?

—Sí.

Mark negó.

—La he traído para papi y Cookie".

La cara del niño estaba llena de orgullo. Mojar galletas en leche era lo que más le gustaba a Mark después de comer pudín. Aguantarlo y traerlo, Jungkook se sorprendió de que ese
niño tuviera semejante idea.

— Mark, siempre que quieras comer, el pastelero cocina para ti, ¿verdad?

—Sí.

Mark asintió

—Pero esto sigue siendo diferente. Hay un oso.

—Puedes pedirle que lo haga con un oso, Mark.

—Sí.

Mark abrió los ojos de par en par como si no lo hubiera pensado. Era desgarrador ver cómo el orgullo desaparecía de la cara del niño avergonzado, pero también era
insoportablemente encantador. Jungkook besó la mejilla de Mark en voz alta y preguntó.

—¿Y papá?

Al ser una pregunta pícara a propósito, Mark se sorprendió
y parpadeó. Jungkook sonrió y volvió a preguntar.

—¿No tienes un regalo para papá?

—Eh...

Mark miró a su alrededor como si estuviera avergonzado y bajó la vista a sus galletas. Parecía estar pensando mucho en si dárselas por separado o no.

BÉSAME MENTIROSO EXTRAS | 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora