Yo pagaré

1K 101 0
                                    

Jungkook descansaba de su turno de 24 horas. Contaba con tres días libres después de ello, ese tiempo lo aprovechaba para pasarlo junto a su pequeña Gianna, y de uno meses en adelante, también con Jimin. Los tres juntos, como esa clase de familia que trataban de ser.

Era de noche, exactamente las 12:45 a.m, seguía despierto aunque Gianna ya estuviera dormida en su respectiva habitación. Y no lo habría hecho si no tuviera motivos por las cuales no dormir, pero las tenía, con nombre y apellido. Park Jimin.

El castaño lo había llamado hace media hora, contándole que terminaría su turno antes y seguramente estaría en su casa en una hora o menos.

Cada vez que uno salía de un turno nocturno, solían ir a la casa de alguno de los dos, donde descansaban y cuidaban de Gianna juntos. Ya no les bastaba con tan sólo estar los tres una vez a la semana cuando sus descansos coincidieran.

Para recibirlo, se preparó lo más rápido que pudo en cuanto verificó que Gianna tuviera dulces sueños. Si corrían con suerte, sería una de las primeras y pocas veces que estarían fuera del trabajo sin cuidar tanto de su pequeña. Ella ocupaba mucha atención de los dos, y no les molestaba, lo adoraban, sin embargo, a veces quería su tiempo a solas como pareja. Jungkook no pensaba dejar pasar esa oportunidad.

Bastó con dos copas de vino sobre la mesa de centro, una botella del mejor vino que tenía en casa. Pizza, que según la llamada, debía de llegar en diez minutos. Música de fondo y para su toque romántico/detallista y extremadamente cursi, encendió su chimenea. Miró su alrededor, sus manos puestas en su cintura. Orgulloso de lo que había logrado en los treinta minutos atrás que Jimin le llamó.

Y justo a tiempo, porque el timbre del apartamento sonó. Corrió a la puerta, resbalando casi al llegar por no poder frenar a tiempo, a punto de golpearse con la puerta si no fuera porque metió sus manos.

La abrió, mientras acomodaba sus cabellos. Detrás de la puerta notó esos ojos azules que le fascinaba verlos, más de noche. Un risa lo acompañaba, obteniendo un ceño fruncido de su parte.

—¿Te arreglas el cabello? —preguntó Jimin con la voz titubeante debido a la risa que trataba de contener para así poder hablar—. Como si no te viera con casi treinta horas sin dormir, corazón —terminó acercándose para besar sus labios como un saludo. Su saludo oficial como lo que eran.

Terminó con el sonido de sus labios chasqueando al final. Jungkook con su mano sobre la cintura del castaño, conduciéndolo al interior del apartamento. No es como si no lo conociera, pero él aprovechaba cada momento para poder tenerlo bajo su toque, siempre y cuando Jimin se sintiera cómodo y se lo permitiera.

—Al menos permíteme estar arreglado y decente para ti una vez.

Jimin negó con una sonrisa, dejando su mochila sobre el sofá. Tan metido en su plática con Jungkook que no se daba cuenta del pequeño detalle para él.

—Con tu cabello desordenado —lo despeinó, obteniendo un quejido de parte de Jungkook—. Tus ojeras, ojos rojos y sin energía... me gustas. No, no me gustas —arrugó su nariz.

Jungkook enarcó una ceja, tomándolo con ambas manos sobre su cintura. Acercándolo a él. Jimin tenía sus manos puestas sobre su pecho.

—¿Ah no? —preguntó retador.

Jimin negó con una sonrisa ladina y divertida. Entrelazó sus manos detrás de su nuca.

—No —fingió disgusto. Rozó sus labios con los ajenos, atrapándolo en un pequeño e inocente beso—. Me encantas —habló sobre ellos.

Jungkook jadeó con el contacto de Jimin sobre sus labios, abriéndolos con su lengua para profundizar el beso. Jimin rio por el sonido, aún así no paraba.

maybe... co-parents? 𐙚 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora