Visita a casa

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Jimin recorría la casa con pasos torpes y apresurados dentro de las cuatro paredes. Guardando y limpiando todo el apartamento porque su pequeña hija llegaría a casa como visita, pasando el día entero de descanso con ellos.

Así fue como lo acordaron.

Recogía cosas que pudieran ponerla en riesgo, como las llaves de Jungkook tiradas en el piso, o quitar una caja de medicamento de la mesa del centro. Nada debía de estar al alcance de su bebita.

Jungkook despertó por el ruido. Sus cabellos despeinados y sus ojos entrecerrados mientras se acostumbraba a la luz que entraba por las ventanas.

—¿Por qué tanto ruido, cielo? —preguntó en medio de un bostezo—. Son las ocho de la mañana y llegamos del trabajo a las once de la noche.

Jimin abrió la boca, fingiendo sentirse ofendido. Se acercó al mayor, dando golpecitos con su dedo índice en su pecho.

—¿Te olvidas del día de visita de tu hija? ¿Dónde está mi novio que era buen padre?

Y es que, sí lo olvidó. Pero sólo por estar recién despierto. Jamás olvidaría los días de visita de su pequeña.

—Es temprano —se disculpó con voz ronca—. No me olvidaría de eso. Cuento los días para tenerla con nosotros —sonrió con amor.

Jimin asintió satisfecho. Dispuesto a volver con el aseo, dio la vuelta, la cual, fue detenida por una mano en su cintura, haciéndolo girar para quedar de frente a Jungkook, atrayéndolo y pegando sus pechos.

—Por cierto, buenos días —besó su sien.

Jimin dejó un corto beso sobre sus labios. Sabía que Jungkook podía levantarse de la cama desarreglado y despeinado, pero no sin cepillarse los dientes.

—Buenos días, corazón.

—Haré el desayuno. ¿Gianna también desayunará con nosotros? Puedo hacerle la especialidad de papá.

Jimin sintió su corazón brincar de emoción. Todavía no se acostumbraba a escuchar a Jungkook refiriéndose de tal forma a sí mismo.

—Llega en una hora, supongo que sí. Ella adora tus sándwiches de figuritas. ¿Puedes hacerme unos iguales? —preguntó como niño pequeño—. Se ven lindos.

—Sándwiches de figuritas para mis dos amores, serán.

[ . . . ]

La puerta sonó.

Un Jungkook y un Jimin en pijama los recibieron con alegría al saber de quien se trataba.

Sungho delante de la puerta, la bebé en brazos con un conjunto de arcoíris y unos lentecitos de unicornio que ellos le compraron. El pelinegro llevaba la pañalera colgando de su brazo, a punto de caerse.

Jimin lo ayudó, quitándosela para dejarla en el sofá mientras los invitaba a pasar.

Jungkook recibió a la pequeña en brazos. Le dio pequeñas vueltas y besitos en su cara, saludándola con efusividad y una sonrisa enorme.

—¿Cómo está la princesita de papá? ¿Te has portado bien? Yo sé que sí, amorcito. Tú no causas problemas —besaba su barriguita, arrebatándole risitas risueñas.

Jimin le sonrió a la escena. Volvió a fijarse en Sungho.

Ojos cansados, parecía estar haciendo el gran esfuerzo por mantenerse en pie. Jimin señaló el sofá, invitándolo a sentar mientras Jungkook se llevaba a Gianna a la cocina para enseñarle el desayuno que la esperaba.

—¿Cómo estás? —preguntó el castaño a Sungho—. ¿Sigue sin dejarte dormir?

Sungho asintió. No estaba siendo nada fácil cuidarla, menos cuando la sacó de un entorno al que ya estaba acostumbrada.

—Llora en las noches y en las mañanas. Sólo la entretiene la música y me cuesta hacer que coma todo lo que le doy —suspiró—. ¿Por qué es tan difícil ser papá?

Jimin sonrió con pena.

—Bueno, nunca estamos preparados para ser padres. Aunque lo queramos, ¿verdad, corazón? —alzó la voz para que Jungkook lo escuchara desde la cocina.

El mencionado alzó la cabeza y asintió. Sostenía a la menor de su cadera, para evitar que cayera al estar sentada sobre la isla de la cocina.

—¿También les costó?

Jimin asintió. Soltó una risa al recordar esa noche que Jungkook no durmió nada.

—A principios, ella solía quedarse mucho conmigo en las noches y con Jungkook en el día porque... nosotros todavía no éramos pareja. Un día cambiamos de turnos y ella se quedó con Jungkook en la noche —mordió sus labios sonriendo—. Cuando llegué en la mañana, Jungkook casi lloraba de alivio porque Gianna no lo dejó dormir en toda la noche. Y era porque se acostumbró a estar conmigo a esa hora. No lo estás haciendo mal, Sungho.

—¿Y por qué siento que sí?

Jungkook apareció con la pequeña. Dejándola ahora en brazos de Jimin, quien dejó besitos en su cabecita y manitas. Mordiendo sus piecitos haciendo caritas graciosas.

—Es la presión de todo. Tienes la custodia porque peleaste por ella, quieres demostrar que eres mejor que nosotros y es válido —dio unos golpecitos en su espalda—. Tranquilo, hombre que hoy es tu día descanso. Nosotros nos encargamos de esta preciosura —lanzó un besito a Gianna, quien empezó a gritar mientras lo miraba con sus ojitos bien abiertos.

—Papá —señaló a Jungkook y volvió a reír.

Sungho asintió con media sonrisa. Dejando un besito en la cabeza de la menor antes de irse a la puerta del apartamento.

Jungkook giró a donde Jimin y Gianna. Sus manos en su cintura y sus ojos achicados. Señaló acusatoriamente a la menor. Ella fruncía su ceño por lo que su papá hacía.

—Pequeña princesita... ¿por qué no dejas que tu otro papá te cuide? No seas mala, amorcito.

La pequeña ladeó su cabeza, su carita confundida. Ella no entendía de qué hablaba Jungkook.

Jimin la meció en sus piernas. Haciéndola brincar sobre ellas, volviendo a hacer sonoras las risas en el apartamento.

—Sé niña buena con Sungho, mi amor. Se está esforzando por ti.

Jungkook asintió.

—Papi habla con la verdad, amor —besó su naricita.

Ambos mayores intercambiaron miradas. Eran como una familia tradicional y común, fue inevitable no besarse aún teniendo a la pequeña en medio, la misma que los hizo romper su beso por unos quejidos.

Jimin empezó a reír con fuerza. Jungkook negaba aguantando la risa. No era la primera vez que terminaba con sus demostraciones de afecto.

—Ya sé que eres celosa, no olvido lo que me hiciste hace mucho tiempo —besó su manita—. Papi también es mío.

Gianna negó y formó un puchero.

—¡No! —se quejó—. Papá mío.

maybe... co-parents? 𐙚 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora