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He lied to me

"No recuerdo haber tenido a alguien como tú. El desorden de emociones que provoca tu sonrisa; lo que me haces sentir; la forma en que me miras; el contacto de nuestros labios; el caos que ordenas y lo bien que encajas en mi vida. No recuerdo haber tenido un amor así: tan fuerte, tan real y tan bonito."

—J. Wailen

La luz del sol se filtraba a través de las persianas, acariciando suavemente sus párpados. Era molesta, pero la calidez que traía consigo era reconfortante. No quería levantarse ni molestarse en mirar a su alrededor. Deseaba permanecer un rato más en ese estado de paz, abrazando fuertemente a su inseparable compañero: Tomme Bear, un pequeño oso de felpa que le brindaba consuelo.

Aquel oso tenía un significado profundo y sentimental. Era un obsequio de su ex pareja, Tord, y aunque la mención de su nombre le incomodaba, en su interior sabía que gran parte de él siempre pertenecería a aquel chico de cabellera avellana y ojos grises.

"¡Tim! ¡A desayunar!" La puerta de su habitación se estrelló contra la pared, acompañada del grito de su amigo. Tom se sobresaltó, sentándose de un salto y apretando su oso con fuerza, sintiendo que podía morir de un paro cardíaco en ese instante. Matt, el británico narcisista, le informó que el desayuno estaba servido y se marchó, dejándole sin la oportunidad de desahogar su frustración.

Con evidente fastidio, Tom se frotó los ojos y se levantó de la cama, calzándose unas pantuflas de felpa de diseño a cuadros. Descendió lentamente las escaleras hacia el comedor, donde encontró a Edd y a Matt sentados. No hacía falta preguntar cuál era su desayuno, ya que solo había una taza de cereales de colores en la mesa y una silla vacía frente a él.

Tom tomó asiento. "Buenos días," saludó con voz ronca mientras hundía la cuchara en la leche y los cereales.

"Buenos días," respondió Edd, su sonrisa amplia iluminando el ambiente. Tras unos momentos de silencio, volvió a hablar. "Oh, Tom, hoy vamos a salir por la noche... ¿te apuntas?" Sus ojos brillaban con entusiasmo. "Será divertido, iremos a lugares abandonados... hace mucho que no salimos en grupo... sabes, extraño eso."

Tom masticó su desayuno, meditando antes de responder. Ese día tenía una presentación crucial como bajista. Durante meses había soñado con unirse a la industria musical, un camino que le había costado arduo trabajo y sacrificios. No era solo una simple actuación; era su debut, la oportunidad de entrar en el mundo que anhelaba y encontrar un lugar donde pertenecer. Varias empresas estaban financiando el evento, buscando a los mejores músicos: bajistas, guitarristas, cantantes, pianistas, y Tom deseaba ser uno de ellos.

"No lo sé, Edd. Sabes que tengo la agenda llena esta noche," dijo, tratando de rechazar la invitación de forma sutil, aunque Edd no pareció captar la indirecta.

"¡Entonces te espero esta noche!" exclamó el británico, la emoción palpable en su voz. Tom abrió las cuencas de par en par, intentando encontrar la forma de rechazar la invitación sin herir sus sentimientos. Antes de que pudiera articular una respuesta, Edd continuó. "Iré con Matt a Sam's para conseguir equipaje para esta noche. ¡Será genial!"

En cuestión de segundos, Edd tomó a Matt de la sudadera morada, arrastrándolo hacia la salida y dejando a Tom sentado en el comedor, con las palabras atrapadas en su garganta. ¿Qué debía hacer?

Había preparado toda su vida para este debut, especialmente porque debía tocar al menos cinco canciones para que alguna empresa lo apoyara, si tenía suerte de pasar. Pero tampoco quería que Edd, su amigo de toda la vida, se sintiera mal por dejarlo plantado.

Definitivamente, tenía que resolverlo hoy.

Tom terminó su desayuno y dejó los platos en el lavaplatos. Subió a toda prisa las escaleras hasta su habitación y revolvió la mesita de noche en busca de su teléfono. Quizá Emily podría ayudarle a ser el penúltimo en presentarse. Tenía entendido que asistirían más de cien personas al evento, así que la noche se extendería hasta el amanecer.

Abrió WhatsApp y escribió a Emily: "Buenos días, Emily. Disculpa si te causo molestias, pero quería preguntarte si podrías dejarme de penúltimo en el evento. Se me han presentado asuntos importantes, pero sabes que no quiero perder esta oportunidad tan valiosa. Agradecería tu ayuda."

Envió el mensaje y dejó su celular sobre la mesita de noche, observando su habitación con un suspiro. Tomó su ropa habitual: una camisa gris, un suéter azul, jeans negros y unas zapatillas a cuadros que combinaban con su estilo.

Se dirigió a la ducha, abrió la llave y esperó a que el agua tibia llenara la bañera. Una vez lista, se sumergió y usó sus productos de limpieza. Hoy era un día especial; después de su reconfortante ducha, iría a practicar con Susan, su bajo. Necesitaba memorizar la melodía de al menos cinco canciones y lucir genial.

Al salir de la ducha, se vistió con las prendas elegidas y se miró en el espejo del baño, que estaba empañado. Lo limpió con una toalla, asegurándose de secar bien su cabello antes de peinarlo en punta, como solía hacerlo. Se colocó pulseras a cuadros en las muñecas que combinaban con sus zapatillas y, al salir del baño, sacó un pintauñas negro de su mesita de noche. Pintó sus uñas, esperando a que se secaran.

En ese momento, su celular vibró. Tom miró la notificación de inmediato. Emily había respondido: "Buenos días, joven Ridgewell. Lamento informarle que me resulta imposible cambiar su posición en el evento. Si necesita saber el tiempo exacto de su presentación, se estará transmitiendo en el canal 11. Su puesto asignado ha sido el 67. Por favor, no falte."

Un resoplido de frustración escapó de sus labios. Tendría que abandonar a Edd en medio de la noche. Apagó su teléfono y lo dejó nuevamente en la mesita de noche. Pero no podía permitirse perder su sueño; las salidas con Edd podrían esperar.

¿Pero un debut? Rara vez se presentan oportunidades como esta. No quería ser egoísta, pero no podía faltar a su presentación. Soltó otro resoplido, esta vez de irritación, tomó su bajo de diseño a cuadros (definitivamente adoraba el estilo Ska) y se dispuso a perfeccionar sus melodías. Edd llegaría muy tarde, así que tendría todo el día para practicar en silencio y en paz.

Original: 02/05/24


Esta historia antiguamente se llamaba "Lonely Day"
Pero decidí iniciar desde cero (sigue teniendo la misma trama) porque recién me había plantenado bien la idea principal y el desarrollo de ciertas cositas:333

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