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Max

Cuando llegamos todos los chicos se levantaron y fueron a abrazar a Alex. Yo me quedé mirando pero Rivers se acercó a mi y me abrazó. Ese acto me tomo por sorpresa pero igual le seguí el abrazo, en este momento necesitaba uno.

─ Estás bien? Habéis tardado demasiado. ─me dijo alejándose y negue─

─ Mis padres son los asesinos, se han vuelto completamente locos. ─solté esperando a que se enoje y me mande a la mierda por mis padres. Pero eso no paso─

─ Tu sabías algo de esto? ─dijo mirándome y rápidamente negue─. Esto lo tenemos que hablar con los chicos.

─ El qué? ─interrumpió Ari acercándose con Juan y yo miré su brazo lastimado─

─ Está mejor el brazo? ─pregunté, ella miró su brazo y asintió no muy convencida─

─ Bueno no está mal, ya no me duele tanto. Pero, qué tenéis que decir? ─dijo y yo me mordí el labio nerviosa─

Yo me quedé en silencio mirando a Rivers y ella a mí. Ninguna se atrevía a decir nada, por lo tanto, el silencio era incómodo.

─ Si, venga Max. Explícales que tipo de padres tienes. ─dijo Alex enojado llegando con los que faltaban─

Yo sentía que me iba a morir, todos me miraban atentamente para decirlo. Pero nada salía de mi boca, no sabía cómo decir algo tan asqueroso y que no me odien.

─ Si no quieres decirlo que lo diga luego y ya. ─dijo Juan viendo cómo no decía nada, pero Alex negó y todos los miraron─

─ Tan importante es? ─preguntó Osvaldo y Alex asintió─. Pues dilo tu.

─ No, ella tiene que contar algo tan importante como eso. ─respondió mirándome y yo quería que la tierra me tragará─

─ Mis padres son los asesinos. ─solté nerviosa y todos se miraron entre si para luego mirarme a mí─

─ Por qué? ─preguntó Osvaldo mirándome─ Por qué viene a por nosotros?

Les expliqué todo resumidamente y ellos sorprendidos no dijeron nada. Qué iban a decir? Ni yo sabía que decir.

─ Será mejor que por los duos que éramos vayamos haciendo guardia. ─propuso Ari y todos estábamos de acuerdo─

Me había ofrecido a después de Ari y Juan, ellos asintieron y me fui a intentar dormir.

Dije intentar, porque no pude dormir nada. Llegó Juan a despertarme y fui para encontrarme ya a Alex esperándome.

Nos sentamos y no dijimos nada, el silencio era cómodo y noté como él me miraba.

─ A qué se refería tu madre cuando dijo eso del arco? ─preguntó y yo sonreí recordando esa historia─

─ Cuando era pequeña me regalaron uno, pero de juguete. Yo no soltaba ese arco nunca, ni para comer. Por eso me llevaba unas buenas regañadas pero nunca me importo. Mi padre un día me dio un arco de verdad y me enseñó a usarlo. Mi madre un día se puso en donde estaba el arco y casi le doy en toda la cabeza, casi me mata y desde ese día ya no pude tocar el arco. ─expliqué sonriendo mientras tocaba las flechas y noté como Alex me miraba atentamente─

Él apoyo su cabeza en mi hombro y yo lo hice sobre su cabeza. Este momento sería bonito si no fuera por lo que estábamos pasando.

─ Perdón por comportarme mal contigo. ─dijo susurrando y sonreí─

─ Si te hubiera conocido en otro momento tal vez seríamos amigos. ─susurre y él me miró─

─ Ahora podemos serlo. ─me dijo confundido─

─ Y si alguno de los dos terminamos muertos? ─dije, él levantó su cabeza de mi hombro y negó─

─ Prometo cuidarte las espaldas si tú cuidas la mía. ─dijo y solté una risita─

─ Lo prometo yo también. ─dije sonriendo─ Te acuerdas la primera vez que nos vimos?

─ Ni me lo recuerdes, me muero de vergüenza. ─respondió y me reí─

─ En ese momento fui yo la mal educada, perdon por eso. ─me disculpe de nuevo y me sonrió─

─ No te preocupes, está todo bien. ─me dijo sonriéndome─

Lo que faltó de guardia lo pasamos en un silencio cómodo y de vez en cuando nos mirábamos.

En una el me guiño el ojo de broma y pude sentir mi cara arder. Eso Quackity lo noto y se rió de mi.

─ Dale bobo, no te rías de mi. ─dije riéndome─

─ Esque me ha dado mucha ternura ─dijo mientras paraba de reír─, me duele la barriga de tanto reír.

─ Tonto. ─dije ignorándolo y él me abrazó─

─ Disculpe señorita, no era mi intención sentirla mal. ─dijo en un tono irónico, yo me di la vuelta para verlo, pero eso hizo que nuestras caras este demasiado cerca.─

Mi mirada iban a sus ojos y a sus labios, igual que los suyos. Pero un ruido hizo que nos separáramos, Spreen y Carre entraban hablando animadamente y Alex y yo estábamos rojos.

𝐒𝐂𝐀𝐑𝐘 𝐂𝐀𝐌𝐏 ; Alexis Quackity ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora