Jasper conoció a su compañera cuando aún estaba bajo el control de María.
Compartieron el título como segundo al mando en su ejército. María odiaba el hecho de que cuando llegó Jasper, estaba emparejado con Silver.
Silver era una vampiro habilidosa...
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Después de nuestra pequeña pelea todos volvimos adentro.
Edward salió para invadir aún más privacidad de lo que ya lo hace y ver a Bella dormir.
Los demás se fueron a hacer sus propias cosas.
"Vamos Jazz, quiero practicar mi don y divertirme contigo" dije con una sonrisa coqueta.
Normalmente no diría eso, pero estuve sin él durante mucho tiempo y los vampiros son naturalmente muy "cachondos", para decirlo a la ligera. En otras palabras, básicamente pueden seguir como conejos con Red Bull.
Los ojos de Jasper se oscurecieron cuando dije eso, tomó mi mano y me llevó a su habitación.
***
Cuando estuvimos dentro, me empujó contra la puerta y empezó a chuparme el cuello.
Si no hubiera sido una vampiro, habría habido muchos chupetones.
Enredé mi mano en su cabello y tiré de él de vez en cuando.
Dejé que mi mano cayera hasta el dobladillo de su camisa y tiré de ella un poco. Me entendió y se quitó la camisa, dejando su piel pálida y llena de cicatrices a la luz de la luna. Pasé mis manos sobre sus cicatrices y besé cada una de ellas.
Jasper hizo una mueca y tiró de mi blusa dejándome solo en sostén.
Me arrojó sobre la cama y se arrastró encima de mí besándome de nuevo.
"Si solo estás bromeando te voy a matar" murmuré entre gemidos.
Me dio esa sonrisa que me volvía loca.
"Di las palabras y te llevaré al paraíso"
"Fóllame hasta que no pueda ver bien" jadeé "Mayor".
Sus ojos se oscurecieron aún más y pude sentir que el Mayor salía.
Me miró fijamente antes de quitarme el sostén, rompiéndolo en el proceso.
***
Después de horas de 'hacer cosas' nos acostamos en la cama. Tenía una sonrisa orgullosa en los labios y estaba visiblemente muy complacido.
Me incorporé y el edredón cayó de mi pecho. Jasper hizo un ruido de incomodidad cuando me alejé de su frío pecho.
Miré por la ventana hacia el bosque con una mueca en mi rostro.
"Cariño, ¿algo anda mal?" Preguntó preocupado ahuecando mi rostro con sus manos.
"La dieta que sigues. Necesito sangre humana, de lo contrario, mi regalo se vuelve demasiado fuerte. Puedo alimentarme de animales, pero también necesito sangre humana".
Él asintió y me besó profundamente.
"Por supuesto. Por cierto, Peter y Charlotte quieren visitarte pronto. ¿Vas a darles un ataque al corazón cuando te vean?", preguntó sonriendo.
Sonreí y lo besé de nuevo. Digamos que estuvo bien que no tuviéramos escuela ese día.
