¿Cómo amar a Tierra? [🌍💕] Venus x Tierra || Solarballs [✔️]

╚═🌹Ｄｅｊａｒ ｉｒ🌹═╝

¿Por qué decidí ir al cinturón de asteroides? ¿Que hubiera pasado si jamás le hubiera hecho caso a esa misera carta? Definitivamente las cosas hubieran sido mejores.

Tenía planes con Tierra en ese momento. Me iba a regalar algo e íbamos a pasear por su órbita. Ojalá me hubiera decantado por esa opción. No me pude despedir de él, y eso me hace sentir demasiado culpable.

Me encontraba inconsciente. Solo éramos yo y mis pensamientos, no podía escuchar ni ver nada. Era como estar muerto, pero no puedo asegurar que lo estuviese aún.

Me rendí. Quise dejarlo todo. Me sentía demasiado mal por no poder defenderme y por todo el dolor que sentía. Quería cerrar los ojos para siempre, pero sabía que seguía vivo. Debía estarlo.

En medio de la oscuridad y el silencio, pude llegar a escuchar una voz suave pero alarmante. Apenas podía hacerlo.

—¿V-Venus...? ¡Venus, despierta!

La voz resonó en mi mente, como un susurro lejano que me llamaba desde la distancia. Lentamente, abrí los ojos y me encontré con una una figura borrosa. Se acercaba a mí lentamente cobrando forma, hasta que pude distinguirla claramente.

Era Tierra, con los ojos llenos de preocupación y lágrimas. Había venido a buscarme. Al parecer le preocupó que no fuera con él y no dudó en recorrer cada rincón del universo con tal de hallarme.

—¡Venus! ¿Puedes oírme? ¿Estás bien? ¡Contéstame, porfavor! —rogaba Tierra desesperado. —¡Dios mío! ¿Qué te pasó? —sollozó.

Me sentí bastante aliviado al verlo allí junto a mí. Traté de hablar, pero mi voz salió débil y entrecortada.

—Tierra... ¿Estás... estás realmente aquí?

Comenzó a llorar, creo que de la felicidad, pues eso significa que seguía vivo. Su luz resplandeciente hizo que pudiera volver a hablar.

Él asintió con una sonrisa y tratando de limpiarse las lágrimas. Tenía los ojos vidriosos.

—Sí, Venus. Estoy aquí. No pienso dejarte solo.

Mis ojos también se llenaron de lágrimas al escuchar sus palabras. Su calidez me animó bastante. Saber que estás protegido y te sientes querido es el mejor remedio.

—Lo siento, Tierra... lo siento por todo. No debería haber venido aquí... debería haberme quedado contigo... —susurré mientras volvía a cerrar los ojos lentamente

—¡Venus, no tienes nada de qué disculparte! ¡Porfavor, no cierres los ojos! —se acercó a mi rostro poco a poco, como si tratara de reanimarme.

—¡Venus! Porfavor no me dejes... No ahora... ¡P-porfavor!

Negó con la cabeza varias veces. No quería asimilarlo. No quería dejarme, aunque yo tampoco quería dejarlo. Llevábamos muy poco tiempo saliendo, pero aproveché cada segundo como si fuera el último.

Noté cómo Tierra me levantaba y hacía que me acurrucara sobre él, sintiendo su calor reconfortante y todo su amor.

—Te amo, Tierra... más de lo que puedo expresar con palabras... —Pensé. Debí haberle dicho esto cuando estaba más consciente, pero no se me ocurrió. Cuanto me arrepiento de no haberle recordado cuanto lo amo. Siempre hago algo mal. No me merezco el amor que me das.

Él me abrazó con fuerza. ¿Acaso eso era posible? Ni si quiera colisionamos. Fue como algo mágico, aunque no lo pudiera ver.

—Venus... —sollozó. —Mi hermoso Venus... ¿Te acuerdas de una promesa que te hice hace tiempo? —pausó para seguir llorando, pero tras calmarse pudo continuar. —Pude conseguir un tulipán... ¿Pero para qué, si no lo puedes ver?

En ese momento lloró. Lloró con todas su fuerzas e impotencia. Yo lo hacía internamente. No soportaba ver a Tierra tan mal. No merecía sufrir de esa forma.

Mis pensamientos cada vez se nublaban más. Ya apenas era consciente de lo que estuviese pasando fuera. Ya no notaba la calidez de Tierra y ya casi podía escuchar sus llantos. Lo primero que olvidas de una persona es su voz, pero yo no quería olvidarla.

Justo cuando pensé que ya iba a ser el fin y que mi alma descansaría en paz, pude sentir algo en mis labios. Era un sentimiento mutuo, y estoy seguro que era Tierra, besándome por primera vez. Ojalá estar despierto y poder seguirlo o al menos decirle cuánto lo amo.

—Venus... Gracias por amarme. —eso fue lo último que pude oír.

Se nubló todo por completo. Mis pensamientos y mi oído. ¿Esto era la muerte? ¿Este era mi final? ¿Qué hay a continuación? ¿Realmente existe el cielo o el infierno? ¿O un lugar donde van las almas?

Sea lo que sea, no quiero ir a ningún sitio si no estoy con La Tierra. Él era quien realmente iluminaba mis días y mi vida. Sin él, ¿qué sentido tendría?

Al final, aprendí a amarte, pero no sirvió de nada.

Espero que nos veamos en otra vida.

Lástima que nunca pude ver un tulipán.

Lástima que nunca pude disfrutar de tus besos.

Lástima que nunca pude decirte que te quiero.