En cada una de nuestras vidas

Vida #2

"Porque siempre que te encuentro tu vida se me escapa de las manos"

-Esa historia estuvo muy triste, Todoroki-kun -sus ojos color esmeralda amenazaban con derramar más lágrimas de lo normal.

-Lo siento -musitó el de ojos dispar mientras cerraba con fuerza aquel libro viejo que encontró refundido en la biblioteca.

Se encontraban en la sala común de los dormitorios de la UA, sentados en el sillón, uno al lado del otro abrigados por una cálida manta. Era temporada navideña y la nieve parecía caer sin fin; mientras el resto de sus compañeros optaban por quedarse refugiados en sus propias habitaciones que gracias al director contaban ahora con calefacción, ellos preferían compartir sus noches y sumergirse en charlas casuales e historias fantasiosas, ahora acompañados con una buena taza de chocolate caliente.

-¿Quién es el autor? -se acercó más observando como en la portada del libro estaba una ilustración antigua de quienes supuso eran Los defensores de la paz- mm...Midori Izuku...¡oye, es el guerrero de la historia! el que se llama igual que yo. Un autor que se incluye en su propia obra, quién lo diría.

-¿...y si es real? -Shoto había salido de su ensimismamiento, finalmente dirigiéndole la mirada al más bajo y revelar su llanto.

-¡Todoroki-kun! -le preocupó ver así a su amigo, cuyas lágrimas seguían saliendo sin control- bu-bueno ciertamente es una historia fascinante pero sigue siendo un cuento...

-Es extraño...el príncipe se llama como yo, incluso hace referencia a mis poderes, el otro chico -aclaró su garganta, estaba algo nervioso- tiene tu nombre y casi mismo apellido, las características, personajes secundarios parece como si...

-¿Cómo si...? -colocó una mano en el hombro del más alto, para brindarle confianza de seguir hablando- intentas decirme que esta es una historia sobre un hecho real, escrita tiempo atrás por el propio Midori...-el bicolor asintió- entiendo que este libro se vea super antiguo y esté escrito a mano...pero no hay otros registros aparte de este que digan que ellos existieron, incluso puede ser un seudónimo empleado por algún escritor.

No obstante, Todoroki lo supo, en el instante que terminó de leer aquel "cuento". Al principio no entendía por qué las lágrimas salieron por sí solas, esa gran tristeza que se implantó en su pecho y el hecho que después de mucho tiempo volvió a sentirse incompleto.

-Mi cabeza -siseó adolorido, dejando caer el libro al piso y agarrando con fuerza sus mechones de dos colores.

-¡¿Qué sucede?! -el joven heredero del One For All se apresuró a tomarlo por los hombros, haciendo que se recueste en sus piernas- Todoroki-kun, por favor, mantente despierto...

-Izuku...-extendió una de sus manos al rostro del pecoso, quien se sobresaltó por ese nuevo contacto- el verde de tus ojos sigue siendo tan brillante como antaño.

-¿Qué...? -sus ojos dispares se cerraron, se había desmayado.

Llevó sus manos a su pecho, intentando regular las palpitaciones de su enloquecido corazón, no sabía que estaría así por escuchar a Todoroki pronunciar su nombre por primera vez. Sonó tan dulce, tan...

-...familiar -susurró, mientras se reclinaba en aquel sofá y se dejaba llevar hacia aquel mundo de los sueños. Lástima que no pudo soñar nada, sólo había oscuridad.

El ruido de la alarma de emergencia los levantó de sobresalto, observaban como sus compañeros salían corriendo al exterior y al unísono intentaban con bastante torpeza colocarse sus trajes de héroe.

-¡¿Qué está pasando?! -exclamó alarmado Izuku, él y Todoroki interceptaron en el aire sus maletines.

-¡Muevan su trasero par de inútiles! -luego de entregarles sus trajes, Bakugou siguió su camino.