Aguja y Aguijón

Parte 15:Destino...

La situación era inestable, critica, había que actuar rápido, el sello de los soñadores había sido destruido y el Templo se encontraba abierto, la infección avanzaba a un ritmo y poder vertiginosos, así que el plan era claro:

La infección debía desaparecer...

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El Pequeño Caballero se encontraba en Bocasucia, era un lugar seguro para él, allí empezó todo, y había conocido nuevos amigos, los que eran como una pequeña feliz familia para El Caballero, pero su destino estaba gravado a fuego en la historia de este reino, una vez con su arsenal listo y su mente preparada El Recipiente partió, hacia el Templo del Huevo Negro.

El paisaje era ciertamente desconcertante, lo que un día fueron solos unos oscuros pasillos ahora estaban plagados de infecciones y peligros, más esto no eran si no más razones para acabar con esto de una vez por todas.

El Caballero llegó por fin a su destino, sentía la titánica carga en sus hombros, todo dependía de él, y en el peor de los momentos, en el peor de los lugares un encuentro, que podría ser el último, Hornet y La Vasija, una mirada cruzada, un segundo, un segundo que fue más que suficiente para entender los sentimientos, la preocupación, la tristeza...

Hornet: H-hola Pequeño -sus ojos desprendían lágrimas que corrían por sus mejillas- estás aquí para acabar con esto ¿verdad?, es tu destino, y no creo que pueda hacer nada más allá de ayudarte si es posible, aún que tú perdida será mayor que cualquier dolor físico.

El Caballero agachó la cabeza,se acercó a Hornet y la abrazo de formó inocente, como la primera vez, y sin poder aguantar más los sentimientos que no debía tener rompió en llanto, queriendo negar que su amada sufriría por él, y que no podría volver a su lado, para amarla, y hacerle sentir segura, por que eso es amor, desear el bienestar del otro más que nada.

Pero esto no podía prolongarse,por lo que tras unas lágrimas, un dulce beso y un caluroso abrazo El Caballero avanzó hacia el interior del Templo, hallando en el fondo a su Hermano Perdido, el Hollow Knight...

Le libero de su agarre, haciendo que esté cayese al piso, pudiendo divisar así la falta de uno de sus brazos, y ese mortífero y odioso tono anaranjado en sus ojos, si la motivación del Pequeño ya era grande ahora era enorme, haría justicia a su Hermano y a la Chica que le robó el corazón que nunca pensó tener, la batalla estaba servida, y hoy por fin se haría justicia....

...Justicia...

...Por una Vasija a la que le negaron su vida, su pensamiento, su voz y su felicidad...

...Por un hermano, que intentó salvar su reino, y perdió más que un brazo...

...Por una chica, que no sintió amor, que perdió su madre, y que cuando pudo amar se lo arrebataron...

...Justicia...

...Por todos los habitantes de Hallownest, que pagaron por los pecados de unos caprichos dioses, que no supieron parar sus ansias de poder...

El combate comenzó, y no era posible negarlo, fue arduo, largo, complicado, y en un incierto momento El Hollow Knight se dañó asimismo, recuperando su mentalidad, y en un desesperado intento de ayudar, pero algo lo detuvo, una fuerte aguja se clavó en su casco, amarrándolo por completo con una fuerte seda, acompañada de una única palabra, que transmitió toda la tristeza y dolor, que no se podía ocultar.

Hornet: Hazlo!!...

Y lo hizo...basto con un toque del Aguijón Onírico para acceder a la mente del Hollow Knight, mientras en el mundo real tanto El Recipiente Original como la Chica de Vestido Carmesí caían en suelo,perdiendo el conocimiento.

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Un momento de silencio, en un campo pequeño, cernido sobre un profundo vacío, y en aquel silencio un aguijón caía al suelo con un ruido metálico, y lo que parecía una victoria para la luz resultó ser su mayor derrota, el Pequeño Caballero se levantó y con un puño arriba rompió su casco liberando así todo su poder y...

....con sus hermanos elevándose del vacío...

...acabó con el destello...

...con la infección...

....y con una era de tirania...

Mientras que una Chica Mitad Tejedora se levantaba recuperando el conocimiento y buscando eufóricamente con la mirada a La Vasija que le hizo sentir amada, más no encontró nada, solo un casco blanco roto por la mitad y con un líquido negro procedente del vacío.

Las lágrimas de desesperación se escurrían por sus mejillas, acompañadas de sollozos; la chica calló al suelo agarrando su vientre con sus brazos, intentando calmar el nudo en la garganta del que padecía.

Pero....

Por lo que parecía...

Todo había acabado...

Incluido...

La vida del Caballerito, que lucho por un reino que le dio la espalda, por el caprichoso de un padre que lo abandonó, el héroe, que luchó sin motivo, más allá de su gran corazón y determinación...