Manhattan. 30 de Octubre, 2009.
— Buenas tardes. Me presento, soy Maggie Colleman, socia de _____ Smith. Ella se ha retrasado un poco, por lo que yo la sustituiré mientras hace su aparición. Si fueran tan amables de tomar asiento, ¿desean algo de beber?
— No, gracias. —contestaron ambos.
— Pues bien, tengo entendido que se comprometieron hace poco. ¿Te molestaría compartir conmigo algunos detalles, Perrie? —dijo Maggie dirigiéndose a la chica.
— Para nada. ¿Qué puedo decirte? Fue algo tan romántico y debo confesar que esperaba que sucediera en cualquier momento, después de tres años... De no haber sucedido, seguro habría comenzado a presionarlo sutilmente. —Trató de bromear la rubia viendo a su prometido con adoración en la mirada.
Maggie no pudo evitar una leve carcajada. — No lo dudo, se nota que eres una mujer bastante decidida.
— Que si lo es. Es la mujer más determinada que he conocido, pero también es uno de sus mayores atractivos. —Respondió Zayn, logrando que ambas mujeres se unieran a su risa.
En ese momento el teléfono del despacho sonó. Maggie lo atendió dedicando una sonrisa de disculpa a la pareja.
— ¿Qué pasa, Cam?
— La señorita _____ acaba de llegar. —Informó la muchacha.
— Excelente. —Maggie colgó el auricular.— Parece ser que podemos comenzar la reunión, la señorita Smith está llegando al edificio.
Perrie miró a Zayn con una enorme sonrisa y dio dos breves aplausos debido a la emoción. Zayn le sonrió enternecido y se inclinó un poco para depositar un suave beso en la mejilla de su prometida.
En ese preciso instante la puerta del despacho se abrió y las tres personas en aquella pequeña sala estancia dirigieron su atención a la entrada.
Ahí se encontraba una chica de no más de 24 años, dedujo él.
La chica saludó amablemente con una sonrisa cordial mientras cerraba la puerta y comenzaba a avanzar hacia donde se encontraba Maggie.
El morocho no pudo evitar recorrerla de abajo hacia arriba. Estudiando la detenidamente. Al principio se encontró con unas bonitas zapatillas de tacón de aguja negras, fue subiendo su mirada poco a poco, tratando de no parecer demasiado descarado. Lo siguiente con que se encontró fue con unas lindas piernas, largas y estilizadas, por lo que pudo deducir, ya que a pesar de que llevaba una falda formal color negro que le llegaba hasta las rodillas, no lograba esconder sus encantos. La falda delineaba, además, unas caderas asombrosas. Subió un poco más se encontró con una blusa blanca y saco negro que se amoldaban a una estrecha cintura y unos pechos firmes y proporcionados, siguió recorriendo lentamente la pequeña 'v' que se formaba en la parte delantera blusa, dejando al descubierto una porción de piel satinada, suave y bella. Aquel cuello largo y estilizado era una gran tentación. Continuó su camino hasta encontrarse con aquella boca de labios finos y llenos, una nariz respingada, pómulos amplios, y unos ojos grandes de color gris. Y ahí se quedó atrapado, en aquel rostro de suaves facciones, un rostro bello y armonioso, enmarcado por una cabellera lacia y castaña que le llegaba al hombro. Era una mujer increíblemente bella y él no podía evitar comérsela con la mirada... Enfrente de su novia.
Con ese pensamiento logró despertar de su ensimismamiento. ¿Qué demonios estaba haciendo? Esa mujer había logrado excitarlo.
Sí, aquella era una mujer bella, pero había conocido a montones de ellas en su vida. Así que no podía perder la cabeza por ella, y menos ahora que estaba comprometido, y esperando en aquella oficina a que llegara su futura organizadora de boda.
Miró a su prometida para asegurarse de que no se hubiera dado cuenta de nada, y al comprobar que su novia no le había prestado la más mínima atención, procedió a hacer lo mismo con las otras mujeres. Afortunadamente, parecía que nadie se había percatado de su 'pequeño desliz'.
Bien, ahora sólo debo esperar a que la muchacha desaparezca nuevamente por la puerta, y que la organizadora llegue. Se dijo a sí mismo, viendo cómo Colleman y la recién llegada intercambiaban algunas palabras y la castaña se volvía hacia ellos con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos grisáceos llenos de brillo, y les extendía una mano.
— Buenas tardes. Me alegra mucho tenerlos aquí, y quiero ofrecerles una disculpa por la tardanza. —Su voz sonaba increíblemente sensual.— Me presento formalmente. Soy ____ Smith, y si ustedes, al final de esta reunión, lo deciden así, seré su organizadora de boda.
Zayn no lo podía creer. La mujer que acababa de despertar en él un gran interés sexual –y una incómoda erección– podía ser la organizadora de su boda, si lograba convencer lo suficiente a Perrie.
Por lo tanto tendría que estar cerca de ella los próximos cuatro meses. Esperaba que Perrie no se sintiera cómoda con respecto a _____ organizando su boda y él podría ahorrarse tanta tortura.
Sin embargo, al final de la reunión, al observar la radiante expresión de su hermosa prometida, se dio cuenta de dos cosas.
Uno: Perrie había tomado su decisión.
Dos: Estaría completamente jodido y viviendo un verdadero infierno durante los próximos cuatro meses.
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Bueno, aquí tienen por fin, después de meses el capítulo cuatro. Ahora sí trataré de actualizar seguido la novela, por lo menos una vez a la semana, y espero seguir teniendo lectores.
Espero que el capítulo les haya gustado. Dejen su voto y comentarios y/o sugerencia, lo apreciaría verdaderamente.
Por fin se han encontrado, aunque éste sólo fue el enfoque de Zayn, el siguiente capítulo será con el enfoque de _____.
Les recomiendo que se pasen por la novela Todo cuento de fantasía tiene su fin, es una muy buena novela y está terminada.
Probablemente mañana habrá otro capítulo y la novela se irá poniendo mejor. Recuerden que todo sale de mi imaginación.
Lety. :)
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La Boda Perfecta
FanfictionLa famosa organizadora de bodas ________ Smith, nunca había perdido completamente la cabeza por ningún hombre; pero cuando Zayn Malik apareció, las cosas cambiaron completamente, poniendo de cabeza la vida de _______,comenzando porque él era el homb...