nueve

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Anne estaba más nerviosa que de costumbre

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Anne estaba más nerviosa que de costumbre. Incluso más que cuando se presentó como omega. Y eso, ya era mucho decir.

Ya había pasado 2 semanas desde la charla con Marcy, y no mentiría, sentía que se había sacado el premio mayor con su alfa, ¿Como era posible que fuera tan perfecta?

Ahora tenía 3 pruebas de embarazo a mano. No había presentado los síntomas, pero ya a las dos semanas se podía saber si estaba fecundado, o no.

Marcy llegaría de clases como en unos 15 minutos más. A ella, le había tocado ir de mañana, así que había tenido toda la tarde libre. Tenía que esperar tres minutos más, ya que la prueba, se demoraba cinco, y ella se la había hecho hace dos minutos.

No mentiría, estaba completamente nerviosa, sentía que se desmayaria en cualquier momento.

Y antes que entrara en una crisis, la puerta fue abierta. Al parecer Marcy había llegado antes.

— Hola cielo.— Marcy dejo las llaves en la mesa y se acercó a su omega, besando su frente. Vio que su vista la tania fija en sus manos y al observarlos mejor, se dio cuenta de que eran los test de embarazo.— ¿Ya sabes la respuesta?

— No, todavía no.— Anne miró el reloj, solo faltaba un minuto. Trago saliva.— Me la hice hace cuatro minutos y son cinco.

Marcy asintió y se sentó al lado de su omega para reconfortarla.

No lo diría en voz alta, pero ella moría por ser padre de cachorros que le daría Anne. Quería ver el fruto de su amor. Y le importaba una mierda la edad.

La alarma comenzó a sonar y Anne se tensó. Era el momento.

Suspiró por última vez y acercó la primera prueba. Luego la segunda y por último, la tercera. Con esa, comenzó a llorar.

— ¿Y?— Pregunto Marcy al borde de un ataque de desesperación, ella no había visto las pruebas, solo miraba las reacciones de su pareja. Pero que llorará, tenía muchos significados.

— Seremos madres, MarMar.— Dijo Ane.

— ¡Hermosa!— Grito Marcy y se abalanzó hacia la mayor, repartiendo miles de besos en toda la cara de esta. La noticia la había alegrado. ¡Su omega le daría cachorros! ¡Sería madre!

Con esa bella noticia, se quedaron dormidas, las dos con una sonrisa de oreja a oreja. En nueve meses más, serían una familia. Y Marcy aprovecharía la situación, para formalizarla al cien por ciento.

Marcy reviso su apariencia como diez veces, en el espejo en tal solo 2 minutos

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Marcy reviso su apariencia como diez veces, en el espejo en tal solo 2 minutos.

Quería verse perfecta para lo que haría. Después de la noticia de que sería madre, había decidido pedirle a Anne matrimonio. Quería que fuesen una verdadera familia.

Bueno, aún era menor de edad, por lo que, más que una propuesta, sería una promesa a estar juntas. Podía parecer tonto, pero para ella, era especial.

Así que, se había duchado, peinado, puesto su mejor ropa y su mejor perfume. Lo que fue algo innecesario, pues al ser un alfa ya tenía un olor propio. Pero no se dio cuanta de ello, hasta que ya se había rodeado en perfume. Sus zapatos estaban muy bien lustrados, tanto, que se lograba reflejar en ellos. Se sentía orgullosa de su trabajo.

Espero a la mayor en la puerta de entrada. Pues había salido de compras.

Cuando esta llegó, se encontró a una Marcy muy elegante, y no pudo evitar reírse, pues era extraño. Marcy siempre vestía de manera casual, con ropas anchas.

—Amor, antes de que entres y me digas todo lo que pasó en tu día. Quiero decirte que me haces la mujer más feliz del mundo, en unos meses más me volverás madre, y amo que seas mi pareja de toda la vida.— Tomo aire. Había hablado muy rápido.— Te amo demasiado, y quiero que estemos juntas para toda la vida. Así que no daré más vueltas al asunto y lo preguntaré de una vez por todas.... Anne Boonchuy, ¿Desearías casarte conmigo en cuanto sea mayor de edad?

Anne se sorprendió, pero pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus ojitos, estaba emocionada.

— Primero parate.— Marcy acotó la orden.— Y segundo, claro que sí, MarMar.— le abrazo por los hombros y le beso. Sintiendo como la alfa la tomaba de los muslos para llevarla y en brazos.

— Será nuestra pequeña promesa, bebé.

Esa noche, volvieron a hacer el amor y la marca se renovó.

Nada podía ser mejor.

Nada podía ser mejor

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unexpected ;  marcanneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora