CAPÍTULO 1 | EL INICIO... ¿VERDAD? |

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Elizabeth Wilde.

Ni se te ocurra volver porque no quiero saber nada de ti. Para mi estas muerta.

Puedo sentir como mi corazón se rompe al escuchar aquellas últimas palabras.

Mis ojos se ponen vidriosos y la voz se me corta, no puedo decir nada, ni siquiera mis piernas son capaces de moverse. Lo único que puedo ver son sus ojos cargados de ira y desprecio.

Él lo dice en serio.

— Lárgate, Elizabeth. —escupe furioso.

Abro los ojos exaltada y todo a mi alrededor está oscuro.

Enciendo la lámpara que tengo al lado de la cama y maldigo en voz baja cuando la luz empaña mi visión. Poco a poco mi visión se recupera y puedo notar que estoy en mi habitación, en pijama y que probablemente sea de madrugada.

Solo fue una pesadilla, una estúpida y horrible pesadilla.

Mi corazón sigue latiendo rápido y tengo todo el cuerpo envuelto en una fina capa de sudor, como si hubiera llegado de trotar. Cierro los ojos intentando meditar para recuperar la compostura, pero mi mente de inmediato me lleva a recordar la pesadilla.

<<Lárgate>> una simple palabra que es capaz de destruirte..

El sonido de la alarma que tengo en la mesita de noche suena y me trae de mis pensamientos. Son las 4 a.m. y yo solo quiero dormir, pero no quiero volver a tener esas pesadillas, así que me obligo a levantarme de la cama.

Salgo de la ducha con una bata de baño y toalla en la cabeza cuando encuentro a Becca sobre la cama con el celular en mano.

— ¡Dios mío! ¿Pero qué está pasando? ¡¿Acaso los alienígenas ya nos han abducido y estamos en una realidad paralela?! —pregunta espantada con un alto tono de sarcasmo— Pero es que no me lo creo, ver a la gran Lizzy Wilde despierta y duchada un sábado a las 7 de la mañana.

¿7 a.m.? creo que el tiempo voló cuando me metí a la ducha.

Volteo los ojos— eres una exagerada.

— Es que esto es surreal, ¿Qué coño haces despertar a esta hora? —pregunta confundida.

— Becca, por si no te has dado cuenta, tengo mucho trabajo por hacer. Sabes que ayer entregamos las canciones para el nuevo álbum y aún faltan editarlas y darles algunos arreglos junto con el equipo y...

— Si, bueno.... hablando de las nuevas canciones...—traga fuerte antes de continuar— Jack llamó ayer.

Frunzo el ceño al escuchar aquello, él nunca llamaba a Becca, si tenía algo que decirme me llamaba a mí. Esto no es nada bueno.

— ¿Jack?

Asiente.

—¿Qué te dijo?

—Bueno... al principio me extraño su llamada, ya sabes, él nunca me llama —suelta una risa nerviosa— Me dijo que quería hablar sobre las nuevas canciones que enviaste a la productora y eso...

Sigo esperando que continúe pero no lo hace.

— ¿Y qué te dijo, Becca?

— Él dijo que... las canciones son buenas.

— Eso es bueno ¿No...?

Tose torpemente— Pero que no les gustó a los productores y que no las aceptaron como sencillos de tu nuevo álbum.

Un largo silencio se instala en la habitación y mi cerebro no puede procesar lo que ha escuchado.

Suelto una carcajada ya que esto debe ser una de sus estúpidas bromas, pero ella niega lentamente mientras me mira con incomodidad.

— ¿Qué? —es lo único que logró formular.

Suelta un suspiro pesado— Jack me dijo que los productores piensan que las nuevas canciones son muy sosas y que no es muy tu ¿sabes? como si...

— ¿Dónde está mi teléfono? —la interrumpo.

— ¿Qué?

— ¿Dónde está mi maldito teléfono, Becca?

—Lizzy, tranquila por favor, alterada no vas a ganar nada.

Busco desesperada mi teléfono mientras la escucho maldecir, así que mejor la ignoro y priorizo el maldito móvil ¡¿Dónde carajos está?!

El tono de una llamada me hace encontrarlo pero al ver que la llamada es de Giselle la mandó a buzón y busco el número de Jack.

Al tercer tono contesta.

— Me estas jodiendo ¿verdad? —espetó furiosa.

— Lizzy...

— ¿Es cierto lo que le dijiste a Becca? ¿Es cierto que los productores rechazaron las malditas canciones?

— Lizzy, tus canciones nos gustaron, en serio, pero

— Pero ¿qué, Jack? si en verdad les hubiera gustado no habría un maldito "pero".

— No es la calidad de canciones a las que estamos acostumbrados. Estas no son las canciones de una cantante que hace dos años ganó 7 Grammys por darnos el álbum del año.

— No digas estupideces, claro que lo son. Yo las compuse.

— No lo son y lo sabes. —la voz de Jack ya no es suave, él también está alterado— Se que el año pasado fue un año realmente muy duro para ti Lizzy, pero...

— No Jack, no te atrevas a hablar sobre los problemas del año pasado, eso no tiene nada que ver con las nuevas canciones, no tienes derecho a reprocharme ni tú, ni nadie. —sentía como la sangre se me subía a la cabeza, estaba furiosa, no sé en qué momento la conversación tomó este rumbo, pero no me gusta nada.

— Lo se, se que soy tu productor y que de vez en cuando te ayudo con algunas canciones... pero te conozco desde hace 6 años Lizzy y más que una amiga para mí eres como una hermanita menor y se que no estás bien, ya no eres la misma y se refleja en tus canciones, los productores se dieron cuenta de ello y saben que tu no eres esas simples y vacías canciones... y se que una llamada no es el medio por el cual debería decirte lo siguiente pero, ahora estoy en París y no te veré dentro de un largo rato así que mejor te lo digo de una. —siento su respiración a través del teléfono y se que está frustrado— La junta directiva decidió que deberías tomarte un descanso de tu nuevo álbum, pospondremos su lanzamiento y todo lo que tenga que ver con ello.

— No estás hablando en serio... —murmuró con un tono de esperanza esperando que esto no sea real.

No puede hacer esto.

No ahora.

No con la música.

— Lo siento, Lizzy.

— Jack... —murmuró aguantando las lágrimas.

— No llores por favor —ruega— sé que esto suena terrible, pero la junta y yo creemos que esto es lo mejor para ti, no lo tomes como algo permanente, solo queremos que te tomes un tiempo de todo, las cámaras, los escenarios, entrevistas, viajes... no queremos que te sientas presionada, queremos que tengas tiempo para ti y así ver si de algún modo logras... volver a ser tú.

— Jack... la música es lo único que me queda, no me quites esto, por favor —ruego con lágrimas en los ojos.

— Se que esto es lo que necesitas y sé que te hará bien mi Lizzy... te iré a ver cuando pueda ¿si?

Me quedo callada, no tengo nada que decir, ellos ya tomaron la decisión por mí.

— Inténtalo por favor, al menos por ella. —corta la llamada.

Un par de lágrimas gruesas caen por mi rostro. 

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⏰ Última actualización: May 09 ⏰

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