Say please 『ChanMin』

「extra 3」

MinSung:

TW: Quizá haya situaciones
vergonzosas y versatilidad.

—¡Sunnie!—gritó Jisung desde el segundo piso—¡deja de golpear a papá Min! ya está llorando.

—no aguantas nada—le recriminó Sunnie a Minho deteniendo sus golpes.

—Sun bebé—dijo Minho recuperando el aliento—creo que ya no es necesario jugar a las luchitas...parece que ya aprendiste a qué hacer la próxima vez que alguien se burle de ti por tener dos papás.—mencionó sobándose el estómago.

Jisung bajaba las escaleras hacia donde Minho y Sunnie estaban.

—¿ya le enseñaste a dar golpes bajos?—preguntó.

—¡si, mira!—contesto un muy emocionado Sunnie.

Acto seguido levantó su pierna con fuerza golpeando a Minho en la entrepierna. Min cayo al piso mientras con ambas manos se tapaba su lastimado miembro.

—le...enseñe muy...bien—sollozó Minho mientras levantaba el dedo pulgar.

—y ya le enseñaste-

—ya le enseñe de todo, amor—interrumpió Minho.

Jisung soltó una risa mientras se agachaba a besar a Minho.

—no sean pornograficos—se quejó Sunnie haciendo que Minho y Jisung se detuvieran de golpe.

—¿de donde aprendiste esa palabra Lee SunHo?—pregunto Jisung.

—de la abuela Lee—contestó sonriendo. Amaba a su abuela.

Si bien Minho no había llevado una buena relación con su mamá, la llegada de Sunnie los unió un poco más. La señora Lee se separó de su anticuado esposo y dejó de asistir a misa cada domingo, en cambio, ahora pedía que el pequeño Sun la visitara cada fin de semana.

—bien, tendremos que hablar con la abuela...—murmuro Minho.

—hablando de la abuela, quiere que Sun vaya a verla hoy...—mencionó Han mientras leía el mensaje que la señora Lee le había mandado.

—¡SII! ¡La abuela Lee es genial!

—pero...—interrumpió Jisung.—hoy te tocaba visitar a mis papás.—le recordó.

Sun suspiró sonoramente—soy muy solicitado...

—las consecuencias de ser el único nieto—dijo Lee sonriendo. Amaba saber que su ahora ≪hijo≫ era muy querido por toda la familia.

—okey haremos esto—hablo Han—ahora mismo vamos a dejarte con la abuela Han y en la tarde visitas a las abuela Lee y para que no se sienta mal, te quedas a hacer pijamada con ella. ¿Que te parece?

—¡SIIIII!—Sun corrió hacia el auto, tenía ropa suficiente en ambas casas de las abuelas. Y ni hablar de los tantos juguetes que le compraban.

Han y Minho caminaron hacia la salida, tomando las llaves del auto mientras Sun trataba de abrirlo desesperadamente.

—¿y que te parece si tú y yo revivimos los viejos tiempos de la universidad?...—susurro Han mientras disimuladamente apretaba la entrepierna de Minho con su mano.