•1•

8 1 0
                                    

Mira las estrellas y sabrás la respuesta, sabrás que me enamoré estando a la perfección en completa soledad, sabrás que llegaste sin que yo te deseara, vas a entender que te metiste en mí poco a poco sin que yo lo notara. Y cuando me di cuenta de lo que sentía por ti trate de negarlo, trate de olvidarlo, trate de deshacerme de mis sentimientos, pero siempre volvían a relucir, mi enamoramiento era como un fénix que resurgia de la esperanza que tenia de estar a tu lado ante cualquier pequeño momento a tu lado....

Mi mente me gritaba con desesperación que ni siquiera lo pensara, pero mi corazón se hizo sonar con dulzura entere tus gritos susurrandome que lo intentara, ese murmuro tan sincero se hizo presente en mí día tras día y fue venciendo a la sensatez.

Nuestra historia cuenta un amor puro e inocente,  que  llegó cuando más se necesitaba pero menos se esperaba, nuestro amor es uno lleno de sueños e ilusiones. Nuestro amor es uno lleno de sencillez, nuestro amor no pide joyas ni lujos. Nuestro amor nació de una pequeña luz de esperanza ante todas las imposibilidades, nuestro amor va a perdurar por siempre porque así lo ha decidido el destino...

Mientras en su mayoría las personas te despreciaban y odiaban tan fervientemente,  yo te admiraba a la distancia con curiosidad. Primero fuiste una gran amiga, luego fuiste mi ejemplo a seguir, siempre tan dedicada, tan sensata, tan responsable; después de tanto mirarte a la distancia te convertiste en mi deseo más mundano...

A pesar de tenerlo todo siempre me sentí en soledad y con esa mirada juzgona que me dedicabas cuando notabas mi presencia lograste llenar aquello que me faltaba, lentamente te fuiste volviendo mi capricho. Poco a poco mi corazón se fue envenenando de ti hasta que un día después de tanto contemplarte a la distancia enloqueció, tenerte a mi lado se convirtió en mi único deseo, mi corazón se volvió caprichoso de ti.

Aunque si tú me preguntaras que fué lo que me hizo enamorarme de ti, respondería con sinceridad que no lo sé. Responderé que irónicamente tu frialdad me daba calor, tu distancia me daba cercanía, y esa elegancia tuya, tu delicadeza, simplemente tu me gustaste desde que nuestras miradas se cruzaron primero con odio y reproches y después con cariño.

Siempre fuiste tan trágicamente romántica, me rechazaste todas y cada una de las veces que me acercaba a ti, ignoraste cada uno de mis halagos, pero te contradecias aceptando la totalidad de mis regalos. Siempre fuiste tan madura y yo tan infantil para el amor, siempre supiste lo que querias y cuáles eran tus prioridades...

Sin embargo...aún sabiendo que lo nuestro sería imposible decidí intentarlo, sabía perfectamente en lo que me estaba metiendo, entendía que todos los hechos tienen una consecuencia, era consciente del riesgo que correría mi corazón de romperse, pero al final me ganó el impulso, me ganó el no quedarme con las ganas. Y así, sin más comenzó mi deseo por conquistarte, te llene de obsequios, imagine mil escenarios donde podía besar esos delicados labios tuyos aunque fuera por un solo segundo, imaginé la calidez de tus abrazos, fantaseaba con armar una vida entera a tu lado durante toda la eternidad.

Mientras más lo intentaba más fría te volvías, más lejana, pero yo no podía rendirme tan fácilmente, así que decidí entregarte mis posesiones más valiosas, seguiste rechazandome, advirtiendome lo peligroso que sería. Me rechazaste por mi propio bien, o al menos eso me dijiste cada vez que lo intentaba. Con el paso del tiempo mi esperanza se debilitó, y empecé a cuestionarme lo que sentía realmente por ti.. ¿Eras una obsesión? ¿Eras un capricho? ¿Eras mi más profundo deseo? ¿Serías tú quien sanará mis heridas y llenará mi triste soledad?¿Estás mariposas son enamoramiento? ¿O solo me volví dependiente a cumplir ese capricho? Entendí que estas ansías que sentia de verte aunque fuera a la distancia a través de esa finísima barrera que me separaba de ti, mis ganas tan fervientes de saber que se sentía posar mis labios sobre los tuyos, mi deseo de tenerte acurrucada por horas entre mis brazos eran solamente un capricho, una necedad...

Noche de EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora