Comenzaban las vacaciones de verano, y Alice no sabía qué hacer. Por suerte, su mamá le permitía ir bastante seguido a la casa de Michelle, su mejor amiga.
Michelle era enérgica y parlanchina, pero de un brillo apagado. Solo brillaba con quienes se sentía a gusto, y Alice era la clase de chica que le atraía una amistad. A medida que más se conocían, más sintió Alice que se hacían íntimas, lloraron juntas un montón de veces por tener lo que ellas consideraban "vidas trágicas", se pusieron ebrias otro montón de veces más (terminaban abrazadas y cantando canciones viejas de despecho), fumaban mariguana y se quedaban "pegadas" en el espacio otro tanto, o cajetillas enteras se vaciaban en una noche de profundas conversaciones.
A pesar de que Jeanette era muy importante para Alice, Michelle era una curita diferente, sabía que no la juzgaba por las cosas que le comentaba, ya que ella sentía muy similar a como lo hacía, por ende, el nivel de complicidad era tal, que aprendieron a comunicarse solo con gestos, siempre estaba una cuando la otra se perdía, eran horas y horas de historias y relatos del pasado de ambas, y muchísimos pañuelos tirados por toda la pieza. La vida era dura, y ambas chicas sentían el mismo peso y desconexión por el mundo como tal. Ambas, caminaban un poco rotas por el camino de la vida, no sin acompañarse mutuamente lo que más podían.
Carreteaban juntas muchos fines de semana, en la semana Alice no podía porque su mamá no la dejaba, la mamá de Michelle era otra cosa, le daba toda la autonomía e independencia que podía. (Alice le decía siempre que había tenido suerte con su mamá)
A pesar de tener 17 años y estar en varios lugares, Alice nunca se sintió así con una amiga, alguien que la entendiera así, tan de dentro, tan como ella; como si al mirar a Michelle, mirase hacía dentro de ella, como si fuese un espejo.
Andaban juntas de arriba abajo, jugando, carreteando, "pelando". Todo el verano lo pasó junto a ella, Alice había encontrado a su "alma gemela", por fin; el universo le mandaba un regalo tan bonito como su amiga, y lo único que esperaba, era tenerla para siempre.
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Alice
Teen FictionAlice es una adolescente de 17 años, inmersa en un mar de vivencias, amor, desamor y grandes pérdidas conforme su edad avanza. Viaja con ella a través de su espejo emocional, se testigo de sus historias, que quizá, por qué no, te toquen el alma. Un...