Imagina despertar en un mundo mágico donde las pocas cosas que recuerdas de ti son tú nombre y tu infancia pero por alguna extraña razón apenas recuerdas tu presente antes de entrar.
Tienes un blog de dibujo y magia que te respalda, por qué en este...
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Cuando llegaron a Heartslabyul, momentáneamente deslumbrados por el esplendor visual que les rodeaba. Este dormitorio, famoso por su estricta adhesión a las reglas y tradiciones de la "hora del té" descrita en "Alicia en el País de las Maravillas", parecía un escenario sacado directamente de la película, con sus intensos colores rojos y blancos y decoraciones que evocaban el castillo de la Reina de Corazones.
-¡Ala todo es muy rojo y verde!-Exclamo Grimm-
El camino hacia el dormitorio estaba flanqueado por setos meticulosamente recortados y estatuas que parecían vigilar cada movimiento. A medida que avanzaban, Charlotte podía ver que cada detalle del diseño era una oda a la extravagancia y el control, desde las mesas de té preparadas meticulosamente hasta los mazos de cartas decorativos dispuestos con precisión quirúrgica. Era como si cada elemento estuviese colocado con el propósito de impresionar o intimidar.
En el corazón de Heartslabyul, los grandes arcos y las puertas talladas invitaban a los visitantes a entrar, pero con una promesa tácita de que debían respetar las reglas del lugar. La atmósfera era a la vez maravillosa y un poco opresiva, dado el conocido temperamento de la reina que inspiraba este dormitorio.
-Es como estar dentro del castillo de la Reina de Corazones- Murmuró Charlotte, su voz llena de asombro y una pizca de nerviosismo-
Ace asintió, mirando a su alrededor con una mezcla de familiaridad y resignación. —
-Sí, y aquí todo gira en torno a las reglas y a la apariencia. Todo debe estar perfecto siempre, en resumen un coñazo total- Comentó, su tono revelando cierta fatiga con respecto a la rigidez del ambiente-
El objetivo de su visita era claro: necesitaban encontrar una manera de que Ace fuera readmitido en Heartslabyul después de su accidente y la subsiguiente violación de las normas que había causado su suspensión temporal. Sabían que no sería fácil persuadir al líder del dormitorio, quien valoraba la disciplina por encima de todo, pero estaban decididos a intentarlo.
Con cada paso que daban por los jardines ricamente adornados, Ace y Charlotte preparaban sus argumentos, sabiendo que tendrían que abogar no solo por la readmisión de Ace sino también por una posible flexibilización de las normas, especialmente en circunstancias excepcionales.
-Debe de haber alguien con quién podamos hablar- Murmuró Ace-
-Ese humano no parece ocupado- Señaló Grimm-
Si atención fue capturada por la presencia de un chico de cabello naranja y ojos verdes, cuya expresión despreocupada y sonrisa amigable irradiaban una calidez inusual en aquel entorno tan estructurado.
-Hola- Saludó Ace-
-Oh hola ¿Les ayudó en algo?- Pregunto el chico-
-Eh si verá soy Ace Troppola y el Deuce Spade, necesitamos hablar con alguien mayor sobre unas cuestiones- Dijo Ace-
