—Espera... no vas a dejar que ese asqueroso omega se cruce con Aone luego de "eso", ¿Verdad?— le preguntó Sugawara entre murmuros a Takeda.
—¡Suga!— lo regañó Takeda. —¡No hables así de tu compañero de equipo!
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Anteriormente, en su último partido contra Date tech:
Todo en la cancha seguía su curso normal. Nada llamaba la atención. El muro de hierro iba ganando por varios puntos como era de esperarse. El pequeño de cabello teñido azabache observaba todo como una pequeña bola de furia, esperando su momento de saltar lejos de la banca y unirse al partido.
Cuando por fin acabó el partido con la victoria aplastante de Dateko, Hinata fue al baño a refrescar su cabeza que estaba ardiendo. Justo antes de irse, se chocó contra un hombre de gran altura y cabello blanco, prominente forma de andar y unos ojos estremecidos.
—¿Por qué diablos no se van tú y tu equipo al carajo? — habló Hinata con fastidio, intentando salir del baño, pero se le hacía imposible con ese prominente cuerpo en frente suyo.
—Qué omega más problemático.— las grandes manos de Aone rodearon los finos brazos de Hinata.
Cuando sintió el agarré cada vez más fuerte, Hinata mordió y clavó sus colmillos brutalmente en la piel del chico albino. Luego, corrió con todas sus fuerzas fuera del baño público.
A los pocos minutos se corrió el rumor de que había acosado a Aone. Que el asqueroso omega había intentado chuparle la polla a la fuerza.
