capitulo 1: secuestro

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Rosa Valeria Miller

Mi vida es perfecta, tengo una linda madre, mi padre es responsable y se preocupa por mi y tengo una buena relación con mi hermana y todo marcha sobre ruedas, actualmente estudio la universidad en derecho, elegí esta carrera porque siempre me intereso después de que un buen amigo de mi padre que es abogado defendiera a mi tio por un fraude en el cual lo estaban metiendo, fue increíble y me propuse ser tan genial como el.

Pero bueno volviendo a la a mi vida.

Estoy camino a mi casa después de un día agotador, es difícil llevar una carrera de abogada, deberia aver sabido hace mucho tiempo que la vida real no es como los de las películas. Los ojos me pesan y siento que voy a caer rendida en el suelo en poco tiempo.

Con la poca fuerza que me queda miro que una furgoneta color blanco se hacerca a mi, intento correr puesto que mi madre que es latina mi dijo que corriera si llegara a ver una furgoneta acercarse a mi y bueno a seguir el consejo de mamá, corro lo mas rapido que puedo hasta llegar a la esquina de la cuadra siguiente ya sin fuerzas para seguir puesto que no soy muy atletica que digamos.

Intento seguir corriendo, pero dos hombres a los cuales no les pude ver la cara, ya que llevaban unos pasamontañas, me subieron a la furgoneta, me amordazaron y me sujetaron con unas cuerdas, no se cuanto tiempo estuve en esa furgoneta, pero cuando por fin llegamos al lugar en donde estaría privada de mis derechos, no paso mucho tiempo para que me arrastraran a una bodega sucia y mal oliente en dónde me encadenaron a un poste que estaba cerca de un colchón que está tirado en el suelo.

No sé cuánto tiempo he estado encadenada a este poste , pero si se que tengo hambre y frío, creo que manifesté tanto que quería comida que por fin se dignaron en venir a dejarme algo.

Un moreno alto abrió la puerta traía con sigo un plato con lo que parecía sopa y digo parecía porque no es sopa.

- Por fin despertaste - me dijo el muy sínico.

- Para tu información llevo despierta unas horas - dije con arrogancia aún sabiendo en qué posición me encontraba.

- Te atreves a hablar así, aún sabiendo tu posición? - me dijo mientras se reía.

- ¿Que tiene? ¿Ya no puedo hablar o que? - dije con arrogancia está vez solo para molestarlo.

- Baya que tienes agallas, señorita, es una lastima que eso no te durará mucho - dijo y dejó el plato con el líquido raro cerca de mi - ten para que comas, te necesitamos viva y en los huesos no nos vas a servir - dijo el muy imbécil

- De mera casualidad esto no tiene veneno? Porque siento que si me lo como voy a morir de una intoxicación - dije gritándole en lo último,puesto que se estaba casi llegando al porton de este lugar, el se dió la vuelta volviendo a mirarme y se rio.

- Haaaa, que ridícula es obvio que no tiene veneno, porque si tuviera, te daríamos algo más apetecible - dijo riéndose de mi.

- Bueno ahora que ya nos hicimos amigos, me puede decir para que estupidez me han secuestrado ustedes los señores malandros - el se rio con lo ultimo que dije y pareció de alguna manera contento e interesado en mi.

- Te lo diré porque tarde o temprano lo tendrás que saber, tu eres la suplente de la hija del patrón - dijo y quede aun más confundida.

- ¿A qué te refieres con eso? - pregunté.

- Mira para explicártelo rápido y simple, el patrón ofendió "accidentalmente" a una persona que no debía ofender y bueno como forma de pago le tenía que entregar lo que el más ama, más específicamente a la señorita Mariam obviamente el jefe le dijo a esa persona que le daría a una de sus hijas, pero como el no tiene otra hija aparte de la señorita, pues tubo que buscar a alguien similar a el en aspecto aunque sea y asi es como terminaron encontrándote y el resto de la historia ya la sabes - dijo el moreno o el poste de luz pintado de negro, me quede procesando la información un tiempo no podia creer lo que me habían dicho hace un momento.

- Oye, tengo una pregunta? Seré educada para pasar desaparecida aunque sea? - mi pregunta lo dejo pensativo o perplejo no estoy segura.

- Creo que esa pregunta será respondida más adelante - dijo con una sonrisa, parecía satisfecho de alguna manera habia algo en mi que le llamaba la atención.

Terminado de decir lo que iba a decir se dió la vuelta y se fue sin dejarme seguir haciendole preguntas, cada vez estoy más perdida entre los pensamientos de mi mente, cada uno de ellos total y completamente diferentes unos de preocupación, otros de enojo, otros pensamientos en donde pensaban en como salir de aquí. No sé cuánto tiempo paso pero me quedé dormida, mi cuerpo estaba cansado, mi mente estaba cansada para mi de un momento a otro todo se volvio negro.

Un guacal con agua es lo primero que recibo en la mañana, dos hombre me desataron y me llevaron a otra parte, estaba buscando con la mirada a ver si encontraba la poste de luz de ayer pero no, solo Minions habían en este lugar, me montaron en una camioneta y condujeron un tiempo hasta que llegaron a una finca muy linda, la vi y dije para mi misma, /wow algun dia voy a vivir en un lugar asi/ y la otra voz de mi cabeza me dijo, /si es que sobrevives./

Me llevaron a una habitación en donde dos mucamas o chachas como quieran decirles, estaban esperando, cuando cerraron la puerta no me dijieron nada solo me arrastraron al baño donde estaban una tina con burbujas cuando salí del baño me entregaron ropa, queme quedaba decente, no bien pero tampoco mal y otra vez me llevaron a aun lugar que para mí sorpresa fue el comedor donde están una chica de no más de 23 años y un señor ya mayor le calculo unos 69 años.

- Con que tú eres la dichosa niña que va a reemplazar a mi princesa - dije el señor sin aparta la mirada del plato, no respondí, no se porque no le respondí pero al parecer la "princesa" no estaba muy feliz con que yo estubiera aquí

- Oye, tu te vas a quedar ahí callada o le vaz a contestar a mi apa - dijo la "princesa"

- Bueno, es que no se que decir, porque, no se de lo que me están hablando ni tampoco porque es que estoy aquí - respondí aún sabiendo la verdad quería saber más de este chistosito, porque el poste de luz casi no dió detalles.

- Niña si valoras tu vida, aras lo que te digamos, porque si no, no la cuentas chamaca - dijo el señor mirándome al final, pareció sorprenderse cuando miro mi cara, pero rápidamente quito su asombro y sonrió

CONTINUARA. . .

El Teatro: Mi Mentira Para El Mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora