23:32 PM.

16 0 0
                                    

Sábado a la noche. Suelo pasar estos días en casa, con algunos amigos o como últimamente lo hago, encerrado en el estudio hasta obligarme a crear una nueva melodía. Pero hoy es el cumpleaños de mi amigo Catriel, que hace mucho no lo veía, así que estoy contento de por fin verlo.
-Catooo, Feliz cumple hermanooo!!- Exclamé cuando me abrió la puerta mientras lo abrazaba fuerte. -No te veo hace un montón.- Dije mientras le daba su regalo y pasaba por su puerta. El bullicio de la gente ya se empezaba a escuchar y me ponía contento saber que me iba a reencontrar con un montón de personas con las que antes me llevaba muy bien. Suelo ser un poco más anti-social pero especialmente hoy me gustaba la idea de compartir con esta gente.

-Gracias bombonazo. Pasá tranqui.- Respondió Cato con su excentricidad de siempre. Justamente por esto lo quiero tanto. Justo antes de continuar con mi propio comentario sonó el timbre. -Uh, allá están los chicos. Andá que yo abro y voy.

-Dale.- Dije sin más. Entré a una especie de quincho enorme en donde estaban todos. Saludé a los chicos en donde medio que festejaron mi presciencia porque no avisé a nadie que venía, para después saludar donde estaban las chicas; algunas eran novias de los chicos, y por consecuencia, íntimas amigas de Francisca, la novia de Cato. Ni bien las saludé, salieron afuera para fumar, supuse yo.

Mientras Ulises subía la música me quedé hablando con los chicos quienes me ayudaban a acomodar las numerosas botellas de alcohol que traje a pedido de Cato, quien sabe que tengo una barra llena de bebidas en mi casa. Sin embargo, mis risas por los comentarios de los chicos fueron interrumpidos por un suave toque en mi hombro. Cuando me di vuelta para saludar me encontré con la persona menos esperada en este lugar; Lourdes. Siento que me estoy volviendo loco. La vi por primera vez a los ojos después de como 10 meses sin ningún tipo de contacto, obligándome a olvidarla.

-Valen! no sabía que estabas acá.- Se sorprendió al igual que yo, quien seguía sin pronunciar una palabra. Escucharla decir mi nombre otra vez me dio escalofríos. Me abrazó sonriendo y sentí su perfume, que desgraciadamente no era el mismo que cuando salíamos, era mas fuerte. Mis cachetes ardían y no sabía que hacer. Rodeé mis brazos en su cintura tocando su pelo planchado que ahora estaba mucho más oscuro, casi negro. Finalmente agarré aliento para hablarle como una persona normal, no sin antes volver a analizarla de arriba a abajo; No quiero decir una obviedad pero estaba hermosa.

-Yo tampoco sabía que venías, desde cuando sos amiga de Cato?- Sentí todas las miradas en mi, porque aunque actué con naturalidad, mi voz se cortaba un poco. Y aunque no fuera así, sentí que todos en esa mesa gigante sabían de mi situación. Sentía que estaban atentos a lo que yo dijera y entendían porque estaba tan nervioso.

-Ey, me llevo re bien con Cato.- Me desafió cruzando de brazos. -Igual, Fran me dijo que viniera.- Dijo mirándome fijo a los ojos, lo que hizo sentir que mi corazón iba a mil por minuto. Ante su mirada me quedé inmóvil y lo único que pude hacer fue sonreír. Soy un tarado. -Hablando de ella, la viste?

-Ehhh- Traté de enfocarme al menos un segundo para no quedar en ridiculo en frente de mi ex de hace más de diez meses que tengo completamente superada y no la pienso nunca. -Si, está afuera.

-Joya, gracias- Respondió para luego abrir una puerta y salir. Desde acá adentro y con la música fuerte se escuchaban los gritos de todas re encontrándose.
Me quedé re calculando unos segundos sobre la secuencia que acabo de vivir. "Como mierda la dejé ir?" Pensé. Es algo que se me cruza en la cabeza de vez en cuando, cuando me cruzo con alguna que otra foto nuestra, pero ahora se potenció a mil. Que bronca que me haya hablado tan normal, como si yo hubiera sido un viejo amigo con el que perdió contacto. Andá a saber que significo yo hoy para ella. Por ahí suena egoísta y lo es, pero me gustaría saber que ella sufrió por mi lo que yo sufrí por ella. Pero si fué así ¿porque me habló como si nada?

que se haga tarde ; valentin olivaWhere stories live. Discover now