PlayBoy Magazine

Una Revista algo Curiosa

Roberto Daniel Musso Focaccio o más conocido como el Riquillo de esa ciudad, este nunca sufrió de pobreza ya que su familia siempre han sido personas con guita.

Pov Roberto:

Desperté demasiado agotado, hace dos días tuve el mejor polvo de mi vida, nunca pensé que una mujer me ha de dominar demasiado, aun que yo no me quede atrás, por ser masoquista a mi me gusto muchísimo..me gustaría repetirlo.

Aun que hoy como estoy aburrido, debo hacer algo divertido no?, algo que me anime..pues..¿Una Fiesta?, Si, eso, una fiesta, será muy bueno yo se que si.

Aun que si no fuera así, ¿Quien se va a quejar?, el que se atreva tendrá que decírselo a mi abogado, par de idiotas.

Narrador

Roberto, quito las cobijas que lo cubrían, dejando al frío su cuerpo, este con un movimiento algo ágil se levantó de su cama, froto sus ojos y camino hacia su escritorio para llamar a alguien.

-Hola??, quien es?- pregunto la persona al otro lado del teléfono.

-Santiago!!!, Amigo como estas?- hablo Roberto con animo ya que su amigo iba a ser parte de esa fiesta de riquillos que quería formar.

Después de una larga charla y de contarse tantas cosas, Roberto colgó y salió de su habitación gritando por el balcón.

-¡Buenos Días!- a esto todos los empleados voltearon a verlo y a hacerle un saludo respetuoso.

Roberto deslizándose por el pasa manos bajo al primer piso, encontrándose con la indescriptible cara de su hermano menor Riki.

-¿Que haces?, Roberto, sabes que esta prohibido bajar por hay- le regaño Ricardo, para acto seguido dirigirse a la cocina y ver como estaban los trabajadores.

-Buenos días!, ¿Como les Va?- pregunto Roberto, cual el representante de todos ellos se acercó a él para responder.

-pues..bien, y usted?, jefe- le pregunto cordialmente de vuelta, y obvio esto le encantó a Roberto, que las demás personas se preocupen al 100 por el.

Este no contesto y se retiro del lugar para después hablar en voz alta casi gritando su anuncio sobre la fiesta y todo lo que debe tener en esta.

Los empleados fueron a hacer aquello, el Representante de la cocina, Santiago Marrero, el chófer Luis Angelero que escucho de por hay fue hacia el auto para limpiarlo un poquito, las sirvientas Shirley, Ana, Elsa, Martina, Lucía, Patricia, Marie, Valeria y la última y menos importante Francia.

Todos fueron a hacer todo lo que pidió Roberto, y este fue con su hermano al 5° piso de la casa, pero Riki estaba enojado.