Bad Decisions.

16.

Adrián sabe que Theo le facilitó la mitad de las cosas esa noche con la información que le dio.

Y si bien la mitad de los acompañantes de Harry habían desaparecido para media noche, aún tendría que alejarlo de su amiga Ravenclaw cuando tuviera la oportunidad para poder acercarse de mejor forma.

No espero que Theo le ayudara con eso también.

Y en realidad, ni en un millón de años habría esperado que lo hiciera de esa forma. ¿Lo hacía por ayudarlo realmente? Comenzaba a dudarlo.

Oh, siempre pensó cómo sería ver a Theo coqueteando y cuánto se burlaría de el cuando lo hiciera. Pero al lado de Harry, viendo a sus mejores amigos tan juntos y con esas sonrisas ninguno parece más que shockeado.

—¿Lo viste venir? —le pregunta, tomando su mano lentamente ahora que está distraído.

Harry ni siquiera se inmuta—. Pensé en presentarlos en algún momento, ya sabes, me imagine que se llevarían bien, pero ¿así se bien?

—Les tomaré una foto.

—¡No! —el ojiverde le detiene dándole un manotazo en su mano—. No sé si Penny querrá saberlo mañana que esté sobria.

—Tampoco ha bebido mucho.

—Mhm, más de lo que normalmente —se encoge de hombros, aunque lo duda un poco más. Clearwater luce muy sobria.

—¿Tu cuanto has bebido? —le pregunta.

Está conversando abiertamente con él y aún no suelta su mano. Totalmente sobrio no cree que esté.

—Solo un vaso —se encoge de hombros.

—¿Donde está tu novia o tus amigos?

El ojiverde frunce el entrecejo, como si no entendiera algo de su pregunta, sin embargo responde—. Cho debe estar con sus amigas, y el resto tenía a una persona que ver. No se suponía que Penny me dejaría por Theo.

—Bueno, Theo se suponía que estaría conmigo. Nuestros amigos nos abandonaron, ¿que tal si hacemos algo divertido también?

Solo entonces parece que Harry entiende con quien esta hablando—. No me digas que me llevarás a comer —rueda los ojos, pero por el motivo que sea, le sigue cuando comienza a caminar—. Deberías detenerte con eso, durante la última semana Gregkk llega a mi habitación o a donde sea que esté con comida. El otro día espero a que saliera de ducharme y casi me ve desnudo, luego casi se mata a golpes pidiendo disculpas.

Adrián se ríe ante el relato, y Harry ríe también. No está realmente molesto, pero tampoco muy feliz con la atención.

—Puedo hacer algo mejor que eso.

Harry lo detiene cuando el aire frío golpea sus rostros, dudando finalmente—. No debería hacerlo.

—Tal vez no, ¿quieres hacerlo? —le pregunta, ajustando el agarre en sus manos por el simple hecho de recordarle que están juntos. Harry mira alternativamente de su rostro al agarre—. No por lo que digan tus padres, o tu novia, o quien sea. Será una salida divertida y estarás devuelta en tu habitación sano y salvo, ¿quieres?

—¿Nadie se enterará? —le pregunta. Luce temeroso, como si no estuviera acostumbrado a tomar tantas decisiones por su cuenta.