18.

327 49 4
                                    

Adrián admite haber visto muchas veces a Harry reír en el pasado, no mentira diciendo que siempre tiene un rostro serio o nunca lo ve disfrutar con sus amigos.

Sin embargo puede decir que hace mucho no lo veía reír de esa forma, tan despreocupada, sin importarle quien le escuchara o le viera. Cerrando sus ojos y simplemente disfrutando el momento.

Y le encanta.

La última vez que lo vio había terminado mal, de una forma que no espero. Consolar a Harry en medio de su ataque fue difícil, apenas y recuerda cómo hizo para lograr que se tranquilizara, en su desesperación perdió noción de muchas cosas.

Tampoco se lo ha contado a nadie más. No cree que sea correcto. Incluso si un consejo de Theo le sería de gran ayuda, no quiere traicionar la confianza que Harry le ha dado.

—¿Te la estás pasando bien? —pregunta, si bien puede descifrarlo por su cuenta quiere escucharlo de él.

—Eres buena compañía cuando no me tomas fotos a escondidas o actúas obsesionado con mi presencia.

Adrián debería sentirse avergonzado, pero sólo puede reír ante sus burlas—. No puedes culparme.

—No lo estaba haciendo.

Pucey aprovecha su buen humor para rodearle por los hombros.

—¿Que harás estas vacaciones?

—¿Puedes adivinarlo? —el tono amargo en su voz hizo que Adrian frunciera el entrecejo. No quería arruinar su estado de ánimo.

—¿Y no hay manera de que eso cambie? Podrías venir un par de semanas a casa si quieres, mamá ahuyentaría a cualquier reportero, sino es que algo peor —sugiere, no tan en broma, pero manteniendo un tono ligero para que el contrario no lo crea un intenso.

Harry sonríe—. Recuerdo que cuando era niño y peleaba con mis padres me iba a casa de mi padrino y Reg. Ellos me consentían mucho y no les gustaba que trabajara durante tiempo libre. Decían que les recordaba a cuando eran niños y no podían hacer nada que quisieran.

Adrián sonríe ante su tono anhelante, como si aún se sintiera ahí—. ¿Por que no lo haces de nuevo?

—Soy demasiado mayor para huir de mis responsabilidades, ¿no?

—Yo diría que demasiado joven para tener tantas.

Cuando Harry guarda silencio por demasiado tiempo Adrian vuelve a hablar—. ¿Vamos por una hamburguesa antes de volver? Me muero de hambre.

Pero si bien el contrario acepta lo único que come es una ensalada, sin aderezo, ni refresco, apenas y picotea un par de sus papas fritas cuando le incita a hacerlo.

Y Adrián siente que quiere vomitar cuando nota todas las pistas que han estado ahí durante tanto tiempo.

—Deberías considerar el ir a casa de los Black, te serviría y... podría ir a verte, podríamos salir —suena lo suficientemente casual—. Ya se que tienes novia —decide añadir cuando nota el entrecejo fruncido del ojiverde—, como amigos, quise decir.

No lo vuelve a besar incluso si se muere por hacerlo, no queriendo volver a asustarlo. En su lugar lo atrae hasta que queda envuelto en sus brazos. El ojiverde no puede decir que no a un abrazo tan cálido como ese.

.

22 de marzo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bad Decisions.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora