Capítulo 60

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POV ALONDRA

Rai: Venga, Alondra, mis padres nos están esperando –oí que decía.

Alondra: Que sí, que sí, ya salgo.

Salí del baño, agarré la pequeña maleta donde llevaba la ropa, salí junto a Rai y nos metimos en su coche para dirigirnos a su casa.

Rai: ¿Nerviosa? –preguntó con las manos en el volante.

Alondra: Para nada –dije. Sonrió sin apartar la vista de la carretera, sabia también como yo que estaba mintiendo.

Claro que estaba nerviosa, iba a pasar el fin de semana con sus padres; con Marta todo estaba bien, pero con Jack... todavía me asustaba un poco.

Rai: Tú tranquila –dijo, me agarró la mano y la besó.

A los pocos minutos llegamos a su casa, Marta nos preparó la cena, después esperamos a que Jack llegara de trabajar. Estábamos en la sala cuando llegó, nos avisó que cuando acabara el de cenar saldríamos rumbo a la casa de campo de la familia Rosario.

Subimos al coche y me preparé para un viaje de varias horas.

A mitad de trayecto Meli que estaba a uno de mis lados se apoyó en mí, donde se quedó dormida.

A los pocos minutos Rai apoyó su cabeza en mi hombro. Marta rió al ver a sus dos hijas durmiendo sobre mí.

Alondra: Rai, se levantó muy temprano hoy, estará cansada –le dije.

Rai: No estoy durmiendo –dijo sin apartarse de mí, ni abriendo un milímetro los ojos.

El viaje no fue muy interesante, de vez en cuando miraba por la ventana y sólo veía el negro de la noche.

Jack estacionó delante de una gran verja, abrió y después entramos a un gran y hermoso jardín algo iluminado al frente de una casa grande, el exterior era increíble, todas las paredes cubiertas de madera daban un ambiente muy hogareño a la casa.

No vi mucho más de la gran estancia porque pronto nos fuimos a acostar ya que era tarde.

Rai insistió para que durmiera con ella, pero preferí irme a la habitación de invitados.

Me desperté a la mañana siguiente y me quedé unos minutos más en la cama, me cambié el pijama y bajé a la cocina donde solo se encontraba Marta.

Alondra: Buenos días –dije. Apartó la vista de la sartén y me miró.

Marta: Hola Alondra –entré a la cocina.

Alondra: ¿Te ayudo? –negó– En serio, no me molesta.

Marta: Si insistes.

Estábamos haciendo el desayuno cuando entró Jack.

Jack: Buenos días –dijo dándole un beso a su mujer– ¿Y mis hijas? –preguntó.

Marta: Durmiendo.

Jack: ¿Todavía? –Marta asintió– Buenos días, Alondra –me dijo.

Alondra: Hola –dije dándole la vuelta a la tortita.

La verdad es que podría decir que estaba incomoda por estar sola con mis suegros en la cocina pero mentiría, Marta puso la radio mientras acabábamos con el desayuno después hablaba con Jack en la mesa sobre una noticia del periódico, de pronto apareció Meli.

Meli: Tengo hambre –dijo sentándose en la mesa, su madre le puso el plato de tortitas delante.

Marta: Empieza a desayunar ya, iré a avisar a Rai –salió de la cocina.

Cuestión de tiempo || RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora