Heridas y marcas

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Oscuridad, todo era oscuridad, nunca me había pasado que después de un espectáculo como este me sintiera así, no podía ver pero tenía los ojos abiertos, lo sabía, algo nuevo en los fuegos artificiales estaba mal, se sentía mal. Nunca antes se había lastimado con la pirotecnia, pero está vez se lo hicieron como si fueran...

Como si fueran armas

No podían haberla descubierto, admitía que había estado pasando más tiempo cerca del Instituto que nunca, pero llevaba siglos haciendo esas apariciones y no parecían planear dañarla, más bien parecía que temían hacerle algo que confirmara que era real y saber que su muro no era tan eficiente como creían.
Aunque por fin empezará a ver cosas de nuevo, solo eran un par de confusos borrones y los bordes de su visión seguían negros, estaba muy confundida y me ardía el cuerpo, me gustaría decir que he estado peor pero no es cierto, nunca me había pasado nada así, por lo menos no físicamente.

Me abrí paso como pude entre la multitud que se iba a sus casas después del espectáculo hasta que algo me jaló; se sentía frío a comparación de mi adolorido y quemado cuerpo, solo que todavía no podía identificar quien era. Me llevó escaleras abajo, tan abajo que deje de escuchar el murmullo de la gente y las botas de los guardias, quién quiera que fuera se estaba asegurando de dejarme bien escondida.

Una silla, unas cuerdas que me rozaban las muñecas y una venda en los ojos, como si de verdad pudiera ver

-¿Por qué estás haciendo esto?-
Para tener tan poca fuerza de verdad sonaba desafiante

-Por el bien del reino-

Podría haber jurado que había escuchado esa voz antes

-¿Dónde está Ballister?-

Silencio

Mis músculos se contrajeron y se formaba un gran cúmulo de irá y dolor en mi estómago

-¿Qué le hiciste?- sonaba muy desesperada y podía sentir mojada la venda de mis ojos, ahora empapada en lágrimas

-Yo no le hice nada, con tal de que ese error que llaman progreso no se interponga en mi camino él estará bien- de pronto se escuchó un sonido metálico, como si arañaran algo, no, como si afilaran algo

-¿Y qué planeas hacerme a mí?-

-Lo que sea necesario-

Yo no podía morir así, yo no iba a morir así; tenía algo porque luchar, a alguien por quien luchar, y tenía que protegerlo de esa persona y no lo dejaría solo en el mundo, no como la dejaron a ella.

Solo un poco más de esfuerzo, era todo lo que necesitaba para volverse un ratón, un gato, o por lo menos algo más pequeño que le permitiera escapar

-Ni siquiera lo intentes- su voz la sorprendió
-¿Cómo crees que logré atraparte? Claro que no serían armas normales, te drenan la energía y acabarán contigo tan pronto como pueda-

Un objeto puntiagudo y metálico rozo en su hombro, era una aguja y bien sabía lo que implicaba

Con la adrenalina corriendo por sus venas se transformó, ni siquiatra sabía en qué, solo supo que lo hizo y que eventualmente logró salir del castillo. Estuvo unas dos horas recuperando fuerzas y asegurándose de que no le hubieran hecho ningún corte o sangrado, tenía que explicarle a Ballister, pero ¿cómo? No había manera y ella lo sabía, se lo tenía que decir.

Un suspiro y una sonrisa antes de atravesar la puerta
<Al menos tengo hasta el amanecer>
Pensaba alentadora, se imaginaran la sorpresa de encontrar al chico despierto, esperándola a ella.




Wenas gente, la verdad no quería que me saliera tan intenso este capítulo pero me gustó como quedó. Me ayudaría mucho si me dijeran si esto ya cataloga a una historia como madura antes de que me vaya a banear Wattpad. No se olviden de votar y les juro que acaba bien.

Gracias por leer xd

DandelionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora