Dandelions

Jerarquía

Después de un rato, nos dedicamos a vagar por el bosque, el otoño estaba llegando y las hojas secas de colores naranjas y rojizos adoraban el suelo. Nos dedicamos a conocer un poco más del otro y Nimona parecía una persona interesante pero la mayoría de sus respuestas a mis preguntas eran muy abiertas y opcionales

- ¿tienes mucho tiempo en esa torre? -
pregunté intentando encontrar una respuesta sólida

- demasiado - dijo sonriendo mientras subía a un tronco caído

- mi turno, tú y ese caballero tienen algo, ¿cierto? -
la desvergüenza reinaba en el rostro de la niña mientras que el mío estaba más rojo que las hojas en el piso

- Hablale-

Bajó del tronco para quedar a pocos centímetros de su cara mientras mostraba sus colmillos a Ballister

- no puedo- 

- ¿cómo que no puedes?, saliste de la cárcel y te da miedo hablarle a un niño, ¿cómo es eso posible?-

Junto su largo cabello entre sus manos y tiro ligeramente de el haciendo gestos exagerados, parece que no entiende las jerarquías en este reino y no la culpo

- mira, el reino funciona así-
  tome un palo y empecé a dibujar en la tierra un triangulo que luego separe por secciones

- aquí estamos nosotros-

Al ser abandonados y plebeyos nos pise hasta abajo y fuera del triángulo

- aquí están las personas normales, más arriba los caballeros y justo por debajo de la directora y la reina esta Ambrosio, es un descendiente de Gloriana entonces es más importante, aunque no lo necesita para ser genial-

El rostro del chico quedó embobado un momento mientras que el de Nimona adquiría una expresión repulsiva

- con que pariente de Gloriana ¿eh? -

tomo el palo y en silencio piso a Ballister encima de Ambrosio haciéndolo más importante que él

- no estamos en el triangulo, entonces puedes ponerte donde tú quieras-

Nimona sonreía a cada instante, como si tuviera un plan en mente, y por alguna razón esa sonrisa me hacia sentir bien, como si de verdad la vida fuera tan fácil para nosotros

- ya se que harás para impresionarlo, si hoy es su cumpleaños debería estar en el castillo, la zona de entrenamiento estará sola-

a cada palabra hablaba más bajo, como queriendo hacer suspenso

- y luego ¡BANG! entras y atacas a algún muñeco o persona, preferiblemente persona- 

- Nimona, no lo se...-

  - Ay, por favor, te daré ventaja con los guardias y hasta podrías decir una frase falsa de caballeros como: el reino es tiene bobadas como el honor y la verdad que seguiré por alguien muerto y bla bla bla- 

levantaba dos dedos como en son de juramento y no pudimos evitar lanzarnos a reír, tal vez todo esto no fuera mala idea. Nimona es astuta y yo inteligente, ¿que mejor combinación?

- Hagamoslo- 
dije al fin

Caminamos a paso veloz hasta la torre y nos preparamos para ir a la ciudad

- Espera ¿con que voy a atacar? Con las manos pareceré un animal- 
dije en broma.
Nimona pareció dudar un segundo pero luego fue a las escombros y trajo la espada de madera

- creo que debería de ser suficiente-

la miré y la toque con suma delicadeza, como si fuera lo más valioso del mundo. Sinceramente, casi no tenía nada propio, y aunque fuera prestada se sentía como algo más importante de lo que Nimona quería contarle