I "wani" get over the gator

Problemas en el Paraíso

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El día a día se volvió más monótono, pero no por eso aburrido. Los días en los que podía pasar más tiempo con Margarita eran los fines de semanas, aunque también de vez en cuando tenía que trabajar en esos días. Y de esa misma manera comenzaron a pasar las semanas, sin mucho cambio en nuestra relación, a pesar de que pasábamos más tiempo juntos, siento que nuestra relación está estancada en simplemente amigos.

Aun no siento que sea el momento correcto para pedirle tener una cita, quizás lo mejor sea esperar hasta las vacaciones que tendremos al finalizar este primer semestre están al caer... Cierto, las pruebas finales, no debo de confiarme demasiado, ya que una mala nota en esas pruebas tiene un peso muy grande.

Dos semanas faltan para que termine el primer semestre, hoy debería de ser otro día normal, pero Margarita me mandó unos mensajes privados algo inesperados, durante la noche anterior

Margarita: "Inco, Rocío está actuando de una manera muy extraña, me está preocupando. Es como si estuviera siendo perseguida por alguien, siempre observando en todas direcciones."

Inco: "¿No es eso normal? Digo, sabiendo en los negocios en lo que ella está involucrada, ¿No es normal que esté tan paranoica mirando en todas las direcciones?."

Margarita: "No, no es normal. Ella siempre suele estar muy tranquila, incluso estoy segura de que anoche vi a alguien observando desde afuera hacia nuestra ventana. Parecía ser un chico que estaba completamente encapuchado."

Inco: "Ya veo. Entonces, lo mejor sería hablarlo con ella. Supongo que tienes algo en mente, si me enviaste ese mensaje."

Margarita: "A la hora del almuerzo, podemos ir hacia la parte trasera de la universidad y hablar con ella. Quizás, nos cuente qué tipo de problema está teniendo."

Inco: "Está bien, cuenta conmigo."

Margarita: "Gracias."

Cuando nos juntamos a primera hora los tres, intento observar algún comportamiento extraño en Rocío, pero sinceramente no la veo actuar de manera extraña. Aunque a Margarita si noto de vez en cuando su cara de preocupación hacia Rocío.

La hora del almuerzo llegó de manera muy rápida, y como habíamos acordado con Margarita, decidimos comer afuera y llevarnos a Rocío con nosotros. Y aquí es donde la veo más nerviosa de lo normal, como si no quisiera salir afuera en esta hora en específico.

Rocío: "Illo tios, ¿no 'eria mejor que comieramo onde siempre? Úrtimamente hace musho frio, demasiao quiza'. ¿Eso no molestaba a la 'ente como tu Marga?"

Dudo que algo demasiado malo llegue a suceder dentro de la universidad, a plena luz del día. Y aún más si es que estamos con Margarita, que la mayoría no suele acercarse a ella, por miedo.

Margarita: "No hace tanto frío ahora mismo. Hay que aprovechar lo último que queda de este calor, además de que comer afuera de vez en cuando no es tan malo. ¿Verdad Inco?"

Es verdad, ya se están por terminar los últimos días cálidos, eso significa que en invierno Margarita debería de utilizar más ropa de invierno. Aunque siempre está utilizando esa sudadera, no debería de haber un gran cambio... Siento un pequeño golpe de Margarita, cierto tengo que responder a lo que dijo.

Inco: "Es verdad, piensa que luego de esto Margarita no podrá estar comiendo afuera por algún tiempo... Sabes como son los dinosaurios en invierno, solamente salen para hacer las cosas que son necesarias. Así que deberíamos de aprovechar estos últimos rayos de calor, los tres juntos."

Margarita asiente con la cabeza lo que estoy diciendo, mientras mira fijamente a Rocío. Está aún parece dudar un poco, pero con un suspiro final, ella acepta salir a comer afuera con nosotros.

Vamos hacia la parte trasera de la universidad, a unos bancos que se encuentran relativamente cerca de la pista de atletismo, que suele utilizar Margarita con su club. Una vez que nos sentamos, comenzamos a comer.

Rocío: "A ve' lo' do'. Como sois poco disimulaos prefiero deciros que estei' tranquilos. Entiendo que andeis rayaos de que me porto raro y tal pero no hace farta que os preocupei' Me la apaño para solucionarlo yo sola, ¿ta bien? "

Vaya, al parecer nuestras intenciones fueron demasiado obvias para ella.

Margarita: "Somos amigos, los tres. Por supuesto que nos vamos a preocupar si algo te está sucediendo... Puedes confiar en nosotros Rocío, dinos qué está sucediendo y de seguro podremos hacer algo para ayudarte."

Es verdad, que somos amigos... Pero no me gustaría entrometerme demasiado con los problemas turbios en los cuales seguro Rocío está involucrada. Aunque tengo que mostrar mi apoyo en todo esto, ya que Margarita en verdad valora la amistad que hay entre nosotros.

Margarita me mira y me hace gestos con sus ojos, para que diga algo.

Inco: "Ehm, es verdad... Podemos ayudarte con los problemas que tienes, o al menos escucharte y darte nuestras opiniones sobre ellos, para que ya no sean un problema para ti."

Estoy intentando no decir directamente, que no nos involucre en problemas ilegales, pero creo que no lo dije de una manera muy clara. Entonces Rocío suelta un suspiro y empieza a hablar.

Rocío:" Ojú, por 'onde empiezo... Rezurta que hay otro estudiante que e' cliente mio. Hasta ahí, to' bien. Pero er cabrón no se sabe controla' y no para de acosame pa' que le de ma. Yo no quiero venderle na' mas porque no veas como se pone, vaya que luego haga arguna tonteria que se arrepienta."

Mierda, un adicto que la está acosando esto no puede ser bueno. Margarita está muy molesta, no quiero que ella se involucre en algún problema por culpa de esto.

Inco: "Y si mejor se lo decimos a la Directora o a la policía, probablemente sea una forma de solucionar esto sin ponernos en riesgo."

Debería de ser la mejor manera de solucionar este problema... Aunque creo que me acabo de dar un pequeño fallo a la sugerencia que acabo de dar.

Rocío: "Pisha Inco, y ¿entonce' que digo cuando me pregunten por qué me acosa?¿Qué no quiero venderle piruleta'? Mira que propone' llamar a lo' pitufos..."

Ciertamente, el problema de estos negocios ilegales es que si algo está saliendo mal como ahora, no puedes recurrir a soluciones legales... O quizás si se pueda, alguna forma de poder utilizar lo legal a nuestro favor mientras cubrimos nuestros crímenes. Espera un momento, ¿Por qué estoy pensando como un criminal?

Margarita: "Tengo una idea... Y si lo intimidó para que ya no te siga acosando, quizás está insistiendo tanto contigo porque te ve sola y piensa que no tienes a nadie que te está protegiendo. No digo que vaya a golpearlo, solo-"

Inco: "Margarita, ¿Siquiera estás pensando en lo que estás diciendo? Sabes que si la directora o alguien llega a enterarse de eso, perfectamente podría suspenderte de la Universidad."

No espero ni un segundo para responder a la idea de Margarita, por muy noble que sea el ayudar a una amiga cuando lo necesita. Esto podría llegar a perjudicar a Margarita enormemente, y además de que Rocío se busco este problema por involucrarse en este trabajo. Nadie la obliga a tener que trabajar vendiendo drogas.

Margarita: "Tienes... razón, pero debería de haber alguna manera en la que podamos ayudarla."

Ella se queda pensando, por mi parte no creo que se me ocurra alguna manera de resolver esto. Me limitaré a que Margarita no cometa alguna estupidez.

Rocío: "Que de verda' que no tenei' que preocuparo'. Os agradezco que querai' ayudarme pero 'ampoco tenéis que jugarsela por mi. Escucharme, vamo a pensarlo un poco y a ve' si se no' ocurre algo entre los tre'. ¿Qué sus parece?"

Bueno, quizá luego podamos juntarnos fuera del horario de las clases para planear algo mejor y con más tiempo. Margarita asiente con la cabeza al igual que yo. Terminamos de comer algo apresurados, ya que no nos quedaba mucho tiempo de almuerzo hasta la siguiente clase.

Lo mejor sería alejarse de este problema y dejar que Rocío lo solucione por su cuenta. Pero Margarita parece estar pensando activamente en una forma de solucionar el problema, espero que no haga algo estúpido cuando no la vea.

Cuando, nos separamos de Rocío, ya que ella tenía una clase con un profesor diferente. Una voz algo irritable nos interrumpe, antes de que podamos llegar a nuestra próxima clase, una a la que lamentablemente estamos acostumbrados a escuchar