Fantasmas

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Narra narrador

Después de la batalla contra Muzan todos los cazadores que quedaban vivos estaban llorando, algunos de felicidad otros de tristeza y otros de alivio mientras los kakushis trataban de ayudarlos lo más rápido posible.

Zenitsu respiraba con dificultad, llorando sin razón aparente, no sintiéndose contento si no más bien derrotado.

Miro hacia sus amigos, Tanjiro y Nezuko lloraban abrazados, Inosuke gritaba y lloraba de emoción mientras Kanao lloraba con una sonrisa tranquila viendo hacia la nada. Parecía ser el único que no estaba feliz.

Miro hacia el otro lado, un montón de cazadores muertos, kakushis y...

Zenitsu —. Kai... —.

El haori azul característico de su hermano mayor estaba cerca de él.

Se levantó con dificultad sin mantenerse realmente en pie dió dos dificiles pasos antes de caer frente al haori sucio rodeado de retasos de lo que alguna vez fue su querido haori amarillo.

Zenitsu —. Ji chan... —.

Tomo el haori abrazándolo contra su pecho mientras lloraba desconsoladamente.

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Kaigaku —. Ahgs... ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? —.

Se pregunto a si mismo viendo el gran campo verde que se extendía al parecer de manera infinita junto a un claro cielo azul con blancas nubes que se movían con la brisa fresca.

Y de repente, aún contemplando el panorama un fuerte grito se escuchó.

Jigoro —. ¡Desgraciadooo! —.

El hombre mayor con bastón se lanzo sobre él golpeándolo.

Jigoro —. ¡¿Cómo se te ocurre convertirte en demonio eh?! ¡Deshonraste mi legado! —.

Kaigaku —. ¡Ay viejo! ¡Hasta en la otra vida me jodes! —.

Jigoro —. ¡Respétame que es gracias a mi que no estas en el infierno! —.

Kaigaku —. ¿Y acaso yo te lo pedí? —.

Jigoro —. ¡No necesitas pedirlo idiota! ¡Te quiero a ti y a Zenitsu como a mis propios hijos! ¡Claro que daría la vida por ustedes sin importar como o que tan grande la hayan regado! —.

Kaigaku — ... Pues aún así no es mi problema... —.

Jigoro le golpeo fuertemente la cabeza con expresión gruñona y se separó de él mientras la brisa movía sus cabellos y ropas.

Jigoro —. Idiota —.

Quedaron en silencio un momento.

Jigoro —. Kaigaku dime... ¿Por qué te convertiste en un demonio...? —.

Kaigaku —. Yo... —. 

El suelo empezó a temblar y luego desapareció de manera repentina haciéndolos gritar. Todo se volvió negro unos segundos antes de que el suelo volviera aparecer, aunque ahora el panorama es diferente.

Ruinas y cazadores, la mayoría celebrando y otros llorando con pena.

Kaigaku —. ¿El mundo de los vivos...? —.

Jigoro —. Eso parece ¿Pero que hacemos aquí? —.

Ambos pensaron un segundo cuando sus neuronas hicieron "click" al mismo tiempo.

Jigoro/Kaigaku —. Zenitsu —.

Se miraron y empezaron a buscar al rubio por todos lados.

Zenitsu estaba todavía llorando hincado sobre el piso con el haori en sus manos.

No había llorado la muerte de su querido abuelo cuando murió. Tampoco había llorado la muerte de Kaigaku cuando lo decapitó, solo dejo que lo curaran y fue a pelear de nuevo.

Pero ahora que ya todo había terminado lloraría la perdida de su familia y no aceptaría ni reproche ni pausa.

Mientras, ambos fantasmas recorrían las ruinas. Encontrando en el camino a otros como ellos.

Habían muchos niños fantasmas alrededor de un gran hombre que Kaigaku podía identificar como Gyomei, su ex cuidador y los niños con los que alguna vez vivió, siendo un recuerdo amargo.

Había otro chico con un corte extrañado que abrazaba a un cazador albino.

También habían dos mujeres cazadores, seguramente la pilar de las flores y del insecto, que se encontraban con quién imaginaban debía ser su discípula.

Una hermosa mujer pelinegra se encontraba al lado de un cazador con una extraña cabeza de jabalí que al parecer estaba eufórico.

Y habían dos chicos abrazados que estaban rodeados por un montón de gente y...

Zenitsu...

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¿Qué les parece?

Me siento así:

- Actualizar historias que ya tengo: 😒
- Publicar una nueva historia que al igual que a las demás tengo que crearle escribirle y redactarle todo hasta llegar al final cuando se que me da paja hacer todo eso y quisiera que mis ideas se escribieran solas: 😏

No sé, tengo una ladilla de existir o de hacer cualquier cosa impresionante gente.

Osea, quiero escribir, pero me da caliwueba, y más cuando me esfuerzo en que sea coherente con ortografía no tan random, que no sea pesado y se entienda y que tenga fluidez; para que nadie lo lea ni vote ni comente ni nada de nada (aunque hay excepciones, gente bella que comenta y vota, las amo, me hacen la vida feliz un buen rato 🩷)

Así que díganme ¿Qué quieren que actualice? Para hacerlo y no deprimirme porque no lo leen.

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