El amor viste a la moda

134 14 5
                                    

Después de una larga noche de sueño agradable Yone despertó, K'Sante estaba a su lado, abrazándolo con ambos brazos musculosos, aún usando el kimono que le regaló. Lo cuidaba ya que estaba tan cansado.

Yone pensó que habían dormido bastante, por lo que se giró para ver la cara de K'Sante, sostenerla y despertarlo también a besos.

-Ya amaneció grandulón- El grande abrió los ojos de par en par y se encontró con un Yone sonriente, le devolvió la sonrisa mientras se sentaba en la cama para estirarse y bostezar.

-Buenos días Darling- Lo besó otra vez. Yone no podía pedir más, todos los días se levantaba al lado de la persona que más amaba, era recibido por padres amorosos que lo aceptaban como un miembro de la familia más, algo muy diferente a la inestable familia con la que vivió en su niñez, sin un padre, una madre ocupada, un hermano rebelde.

Simplemente se sentía raro o incómodo, pero no quería decirle aquello a K'Sante, mostrar esa inseguridad suya ante los lindos tratos de su familia, temía que lo viera fuera de lugar o mal. Pero trató de no hacerle caso, y disfrutar más del día a día con su novio.

---

Un día, después de un buen desayuno nazumahno de camote, habas, pan y café, y también de ver en la TV cómo su compañero problemático de su grupo se metía en problemas (ya no le sorprendía), planeo salir. Debían comer bien, iban a salir a pasear cerca de los oasis de su pueblo, K'Sante quería enseñarle más de su cultura.

Un poco de bloqueador, estrenando el tercer traje elegante y casual que K'Sante le había regalado. Se echaron en un par de sillas veraniegas y una sombrilla disfrutaron del paisaje y brisa. Mientras en un lado del mundo era solo frío en aquel lugar era un calor eterno.

Todo parecía ir tranquilo, hasta que vio a mucha gente saludando de buena gana a K'Sante, al parecer era como una celebridad para su país.

-Hola K'Sante-

-¿Qué tal grandulón?-

-Muchacho, volviste-

-Eres un orgullo para nuestro pueblo-

Y así con toda la gente, entre hombres, mujeres y ancianos, fue algo que le agarró con más sorpresa, esa calidez con la cual todo su pueblo lo recibía, sin duda algo nuevo para él. Trató de mantenerse calmado y relajado, hasta que una persona conocida se paro entre los dos e interrumpió su día tranquilo.

-¿K'Sante? no puede ser ¡Eres tú!- Era una mujer, vestida con ropa casual y telas de su región. La conocía muy bien, había estudiado junto a ella tiempo atrás en la escuela de artes.

-¡Senna!- Se levantó y fue a abrazarla, ella le respondió igual, dándole palmaditas en su gran espalda.

-Que tiempo, un gusto verte por aquí-

-Lo mismo digo ¿Que hacías? ¿Pasear por los lindos oasis de Nazumah?-

-Sí, digamos que eso e inspiración...y ayuda- Dijo sincera, tenía un asunto importante.

-¿Qué suce...? Oh...que falta de respeto- Miró hacia Yone, aún sentado y muy confundido con todo lo que estaba pasando, debía presentarlos -Él es...-

-Creo que no necesita presentación, todos los que trabajamos para RIOT records sabemos quien es- Bajó sus lentes de sol y le extendió la mano -Un gusto conocerte en persona, Yone. Se nota que tú y K'Sante lograron lo que tanto deseaban, llegar alto en la industria musical-

-Y eso que apenas empezamos- añadió K'Sante.

-Soy su gran fan, de ti, de todos los chicos- Dijo con emoción. Fue a por Yone y lo levantó de la comodidad de su asiento. Este estuvo sorprendido por aquel saludo inesperado.

Navidad en la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora