8 de abril del 2017.Volteo a ver desde el espejo retrovisor del auto a su mejor amiga, la cual estaba de lo más melosa con un tipo que acababa de conocer, Maia no podía estar más furiosa.
Quitó la vista ya hastiada de aquella imagen y la poso en los otros dos chicos que venían con el nuevo interés amoroso de su amiga, quienes ya hacían durmiendo, uno en el asiento del copiloto y el otro los asientos de atrás, justo alado de su amiga, eso la enfureció más.
Suspiro exasperada, y miro la hora de su celular, las 3:55 de la mañana, llevaba media hora metida en el auto tratando de convencer a Lía de llevarla a su casa y botar en algún lado a los tres sujetos restantes.
Carraspeo para aclarar su garganta y así tratar de llamar la atención de su amiga, sin embargo, no tuvo mucho éxito, pero en cambio el chico que venía en el asiento de alado se asustó despertando algo sobresaltado.
—¿Ya llegamos? —pregunto.
—Ya les dije que no los tatuare —respondió ella.
—Te vamos a pagar —dijo el— ¿Cuánto quieres?
—Nada, no lo haré.
—¿Por qué?
—Porque están borrachos, ni siquiera están conscientes de sus decisiones, no los puedo tatuar así.
Y sí que podía, pero no lo haría, en primera porque no se debería inquirir alcohol al momento de tatuarse y en segunda porque eso sería como robarles el dinero a tres borrachos, y sus principios no se lo permitían.
Rodo los ojos ante sus pensamientos, ¿principios? Que va, sonaba tan hipócrita pensando en sus supuestos principios.
—Tengo unos 5 mil en mi tarjeta —dijo el chico como si no la hubiera escuchado.
—Te he dicho que no. —dio por terminada la conversación con el chico— Lía... —llamo— Lía... —no obtuvo respuesta— ¡LIAAAA! —grito provocando no solo que su amiga dejara de comerse al tipo ese, si no también que el individuo que aún seguía dormido despertara.
—Oh, lo siento, Maia —dijo la chica apenada— ¿Qué pasa?
¿Qué qué pasa? Sintió que la vena de su frente iba a reventar.
—Debo irme —aviso— en el estado en el que estás no te puedo dejar sola con tres tipos a tu suerte... —tomo una pausa— te iré a dejar a tu casa, no sin antes dejar a ellos en algún paradero o algo y luego yo me regresaré por dónde vine.
—Maia, pero...
—No, Lía, tengo responsabilidades en un rato, no estoy para tonterías —dijo enojada.
De pronto su amiga pareció reaccionar, su cara se puso roja de la vergüenza.
—Dios mío, Maia, lo sientoooo...
La chica solo negó, aún molesta, pero restándole importancia.
—Está bien, solo no lo vuelvas a hacer.
Lía asintió aun con bastante vergüenza, por un momento había olvidado por completo que Maia tenía bastantes responsabilidades, no como ella que su única responsabilidad era estudiar, se sintió tan estúpida por haber hecho que su amiga pasara por esta situación.
De pronto le entraron unas inmensas ganas de llorar, pero alguien corto su momento de drama diciendo:
—Soñé con un ángel jodidamente hermoso.
Maia sintió su cara arder ante las palabras del chico que venía al otro lado de Lía.
—Calla tú puta boca, Antares, que no es un ángel —dijo el chico que estaba en el asiento del copiloto— yo lo que creo es, que en realidad es un demonio.
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Inmarcesible
Teen FictionSe conocieron en primavera, sin siquiera tener idea de lo que significarían el uno para el otro. El un universitario normal, destacaba por lo dedicado que era en sus estudios, también era el mejor amigo y compañero que alguien pudiera pedir, oh, y s...