Capítulo 2

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Descubriendo.

22 de Marzo del 2024.

Estaba comiendo alguna Clase de comida que me habían dado los campesinos, no eh salido ahora por miedo a encontrarme a aquella mujer, ¿Quién era? ¿Y por qué me tenía drogada?
Son dudas que me eh puesto ahora que estoy tratando de recuperarme, aunque aún no recuerdo bien mi nombre ni de dónde soy.

Juana: —Ay Braulio...¿Cosa le habrá pasado a la muchacha?

Braulio: —Sabrá Dios que, ojalá no esté enredada con eso del narco.

Juana: —Cuales narcos, aquí no hay narcos.

Aquella mujer se acercó a mi y me preguntó por mi nombre.

"No recuerdo mi nombre..."


Decía mientras comía, la señora se preocupaba y solo pensaba, en eso él señor se acerca a mi tocando mi hombro pero yo por lo traumada que estaba me aleje rápido, aquel hombre se apenó y se disculpo, Juana solo se acercó y me dio un poco de chocolate caliente.

Juana: —Tranquila muchacha...

Braulio: —disculpame, mira, iré para el centro, gustas algo que te traiga.

Juana: —Te traes más queso que ya no tengo para la comida, ahorita te doy la nota de las cosas que necesito.


Braulio: —Bueno, y tu hija ¿Qué vas querer?

Estaba pensando algo en especial para comer pero no sabía que, no conocía el lugar y no sabía que era de especial en ese lugar.


Braulio : —Mmm mira, te traeré unos dulces y ya tu escoges el que más te gustó y ese compraré más adelanté¿Qué le parece?

Yo asenté con mi cabeza, tomo la nota de la señora Juana y se marcho para él centro, yo solo suspiré y le di otro bocado al pan que me habían dado.
Más tarde salí solo al patio de la señora y entre sus gallinas y guajolotes ella estaba lavando su ropa, yo me acerqué para verla y yo seguía sin recordar mi nombre, hasta que seguí una gallina que me llevo a dónde estaban los burros de don Braulio, me acerque a ver y había muchas herramientas ahí, luego me acerqué a un burro para acariciarlo, son muy tiernos, les di un poco de agua y en eso me llego un dolor inmenso de la cabeza, fui para la casa de Juana y me recosté sobre esa cama, me dolía mucho la cabeza, luego fui a buscar agua para beber un poco y que se me calmara, me fui a recostar hasta quedarme dormida.

Había despertado en una playa, estaba con unas personas desconocidas, estábamos divirtiéndonos, hasta que empecé a alucinar y me marcaba mucho.
Vuelvo del sueño toda sudada y deshidratada, buscaba a Doña Juana y ya estaba preparando de comer, me vio y se preocupó y se acercó a ayudarme a sentarme, me dio un agua de sabor muy raro pero sabroso.

Juana: —Es agua de maracuyá, disfrútalo hija.

" gracias"

Juana: —Oye hija, segura que no recuerdas tu nombre?

"Que más quisiera acordarme, Juana, pero por más que hago memoria, no recuerdo bien mi nombre"

Juana: —Que mal hija. ¿Ya gustas comer?

"No gracias Juana, estoy bien...solo comeré un birote o como se llame  esto..."

Tome el pan y Salí afuera, aún estaba el sol, mientras masticaba  solo veía el exterior, veía como los pájaros volaban y cantaban, camine un poco y Vi el pueblo desde  la casa de los campesinos, se veía como una aldea con hormigas, seguía masticando y bebía un poco del agua de "maracuyá" que me había ofrecido Doña Juana, seguía teniendo recuerdos de aquel día que  tuve ese suceso con esa mujer.

"¿Quién era?...¿Y por qué me tenía drogada?"
Pasaron 2 días, doña Juana me había prestado Ropa .

Aquella chica no sabía aún como se llama y de dónde provenía, y por qué, Doña Juana seguía dándole en  comida en lo que se recordara, Braulio le había comprado un poco de ropa.
Una mañana Braulio estaba llegando al  pueblo vendiendo sus especias que él y Juana tienen cultivado, llegó a una fonda donde se topo con unos amigos.


Braulio: —Buenos días amigos, Toña!!! Ya traje tu pedido.

Los hombres que estaban sentados bebiendo su cafeLo saludaron y una mujer mayor salió de la cocina.

Toña: —Hola Braulio, si ahorita te traigo tu paga, por mientras toma asiento, te invitamos Pirotes y un café, la casa invita.

Braulio: —Bien gracias...

Braulio toma asiento y se sienta junto a los hombres mientras jugaban barajas.

Jesus: —Oye Braulio, nos enteramos que tú y Juana encontraron una chica en medio cerro.

Braulio: —Ustedes andan enterados de todo...bueno ahora que lo saben, si, es verdad, encontramos una chica herida y muy mal estado pidiendo ayuda, hasta ahora no recuerda nada, solo dice que estaba "drogada"  y no recuerda nada ni si quiera su nombre.

Trinidad: —Pobre, y ¿Por qué no la traen al pueblo y la llevan a la agencia? Así podrían ayudarlo, entre el agente municipal y todos podemos buscar sus familiares.


Braulio: —¿Y cómo? ¿Qué tal si fue raptada? Por lo que la vimos fue raptada y huyo de él, imagínate que su secuestrador este entre nosotros.

Catalina: — buenos días.

Una mujer de pelo negro y ojos verdes, Catalina es hija de Jesús, había llegado al pueblo recientemente ya que terminó su carrera de Derecho.

Jesus: —Hija¿Qué haces aquí?

Catalina: —Fui a buscarte a tu taller y no te encontraba papá.

La mujer se acercó a darle un beso a su papá, Jesús se levantó para presentarla.

Jesus: —Señores, les presento a mi hija, ella es Catalina, vino de la capital ya que terminó su carrera.
Los hombres la saludaron y le se dieron asiento, Catalina era muy simpática, pero también le dio curiosidad lo que alcanzó a oír de lo que dijo Braulio.

Catalina: —Había escuchado que encontró a una chica en medio cerro.

Jesus: —Asi es hija, dice aquí Braulio que apareció en medio cerro drogada y perdida.

Braulio: —Lo malo es que no recuerda su nombre ni nada.

En eso Doña toña aparecio para darle la bolsa de Pirotes y panes a Don Braulio, junto son su paga por las especies.


Toña: —Tome Don Braulio, y le mandé más Pirotes para su señora esposa, por favor denle mis saludos

Braulio: —Gracias Toña, yo ya  voy, mi mujer ya me estará esperando.

Trinidad: —Mándale mis saludos y dile que se cuide mucho, no sea que esa chica esté enredada en algo.


Braulio lo ignoro y se marcho, Catalina le dio curiosidad el caso de la chica.

Jesús: —¿Hija vas a querer algo de comer?

Catalina: —Si pa...está bien, Oye hace cuando paso eso lo de Don Braulio?

Jesús: —Ya tiene días.

Catalina: —Mmm ya veo.


Volviendo a la casa, Doña Juana estaba terminando de tomar los charales que puso en el techo de lámina, los guardo y al entrar a la cocina, vio a la chica hacer tortillas a mano, sonrió al verla.

" Doña Juana, mire, ya pude hacer 2 tortillas..."

Juana: —Muy bien hija, que bueno, aprendes rápido pero no estés cerca de fuego, aún no te recuperas de la cabeza.

" No se preocupe, sigo pensando que pronto estaré bien, y a ver si logro recordar mi nombre..."


Juana: —Si hija, no te preocupes, vamos tráete los platos que no tarda en llegar Braulio y tendrá hambre.

Mientras tanto Braulio, estaba caminando con sus costales en su lomo, llegando a casa y lavando sus manos, al entrar la cocina con el rico aroma. De tortilla y carne azada al comal, le llegó el sabor, sonrió y se sentó a comer junto con la chica.
Más tarde yo estaba sentada tratando de desgranar el maíz, mientras veía la televisión junto con Juana, don Braulio limpiaba los frijoles, veíamos las noticias y no había ninguna donde reportaron una desaparición sobre mi. ¿Qué habrá pasado?. En eso los perros de los campesinos empezaron a ladrar, Don Braulio tomo su vara  salió a ver.

"¿Alguien llegó?"

Juana: —Tal vez hija, no sabría decirte.


Aquel hombre había salido a ver quién era, era Catalina vino a ver a Don Braulio.

Catalina: —Buenas noches don Braulio.

Braulio: —Buenas noches. ¿Quién es usted?

Catalina: —Soy Catalina, hija de Jesús, vine porque creo poder ayudarlo con la chica.

Braulio: —¿Ah si, cómo?

Catalina: —soy abogada, puedo investigar quien es la chica.para poder ayudarla.

Braulio: —Ah bien, pasa...pasa.


Catalina: —Gracias.


Catalina entro a la casa y le se dieron asiento, Braulio fue a decirle a Juana y la chica sobre Catalina, pero Juana insistió que ella hablaría primero para saber si es confiable, la chica solo seguía desgranando maíz .

Juana: —Buenas noches.

Catalina: —Buenas noches Doña Juana, supongo que su esposo la razón por la que estoy aquí.


Juana: —Si Braulio me había dicho, pero tú eres.

Catalina: —Soy Catalina Vázquez, Licenciada en Derecho y me entere lo de la chica, yo puedo ayudarla a encontrar sobre su familia y eso...


Juana: —Si, bueno pero ¿Nos vas a conbrar?


Catalina: —Je, no, no lo haré, miren, se me hace tarde, aquí les dejo mi tarjeta y, si la chica desea ayuda para ubicar sus familiares o algo de ella, que me busque mañana en el taller de mi papá¿Si?


Catalina se retiró y Braulio junto con Juana la acompañaron y la vieron irse, yo había salido a ver, la verdad me interesa la oferta, quisiera la verdad ayuda sobre quien soy y de dónde vengo.

....Al día siguiente...
Estaba sintiendo las caricias y los besos que me había dado esa mujer, desperté con mucha sed y asustada, me habia puesto un rebosó, había desayunado y veia como Juana y Braulio estaban discutiendo afuera, le di un bocado a mi pirote con chocolate y fui afuera.

Juana: —Es que tengo miedo que se exponga.

Braulio: —Ya, lo sé mujer, pero de todos modos ya todo el pueblo lo sabe, no pasa nada, si gustas yo la acompaño.

"Pueden ir los dos, yo no tengo ningún problema, por mi mejor...no quiero ir sola al pueblo donde posiblemente corra peligro..."


Juana: —Bien, almorzamos y nos vamos.


Así que nos dispusimos a comer, me puse ropa cómoda, pantalón negro de manta que me había regalado Don Braulio y una camisa manga larga, ya que el sol está fuerte, me puse mi sombrero y nos fuimos para el pueblo, al llegar, note que la gente se nos quedaba viendo, bueno, solo algunos, hasta que llegamos al Taller de Don Jesús que es un conocido dueño de una Carpintería, al entrar, llegó un aroma intenso de madera, Don Braulio fue a saludar al igual que Juana, yo me había distraído con algunas cosas y en eso ví perrito de color blanco y negro, estaba muy pequeño, lo seguí hasta que me llevo dentro de una oficina, dónde hay vi que el perrito había pedido que le rascara la barriga, yo sin negarme a su ternura, lo hice, y me percate que había alguien observando me.

Catalina: —Ya eres su otra víctima, siempre sabe convencer a la gente.

Yo me levanté y justo la tope de frente y muy de cerca, podría jurar que era la mujer más hermosa que había visto, esos ojos intensos de color azul, notar esos labios carnoso, es hermosa.

"Ah si, Es muy tierno.."

Me estrecho la mano y al tocarla sentí un toque muy extraño pero me gustaba.

Catalina: —Soy La licenciada Vázquez, mucho gusto...¿Tú eres?

"Amm, la verdad no lo sé, yo vine a buscarte, Don Braulio y Juana me dijeron que tú podrías ayudarme..."
En eso había llegado Braulio junto con Juana, saludaron a Catalina y le explicaron a que llegamos, Catalina, nos hizo pasar a su oficina y les había muchas preguntas, pero yo me distraía por el color de sus ojos.

Catalina: —Bien, amm, más o menos recuerdas con qué letra empezaba tu nombre.

"La verdad no, mi mente está dispersa y no se que pasa te juro que por más que hago memoria no logro recordar nada..."


Catalina: —Bien, te tendré que tomar una foto para iniciar la búsqueda...

" Por mi está bien..."


Catalina: —Por cierto, necesito saber dónde la encontraron.

Braulio: —¿Por qué?

Catalina: —Tal vez ahí, a la chica se le habrá caído su billetera y ahí tendrá su identificación, así podremos ubicar más rápido sus familiares.

Juana: —Si pero no podremos ir solos.

Catalina: —No se preocupe Doña Juana, podemos pedirle a mi papá y a los demás que nos apoyen...el pueblo debe estar unido ¿No?

Braulio: —Tienes razón pero hay que reunirnos antes para planearlo.

Catalina: —Al rato reuniré a mi padre junto con sus amigos .

Volvimos a casa, yo seguía con la esperanza levantada para saber de mi pero con el nervio presente ya que iremos a dónde paso el suceso de aquel día.

Continuará...

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