Me detuve en la barra para pedir un trago, que podía pedir ¿Algo dulce pero fuerte?, ¿Super fuerte?. Observé a lejos a Mitch y Marie reír a carcajadas con Mika y mi estómago se revolcó.
- Dame algo super fuerte por favor
El bartender me vio con una sonrisa y lo ví sacar una botella de whiskey, saco un vaso, le coloco hielo y luego agrego una pequeña cantidad en el, lo mire con molestia.
- Gracias por arruinarlo con tu hielo -le comenté con un bufido y el volteo sus ojos alejándose de mi sin decir ninguna palabra-, bueno, igual gracias.
Respondí y me tomé el whiskey de un solo trago y arrugue un poco el rostro, me pegó en seco y sentí un poco mi cabeza moverse de un lado a otro, no acostumbro a tomar algo tan fuerte, pero lo necesito.
- Vaya, ¿whiskey?, ya te tengo miedo
Voltee algo sobresaltada a mi izquierda encontrándome con Mika, me miraba con una sonrisa divertida y se acercó al bartender.
- Dame dos más por favor -le indico al chico y este sirvió los Whiskey, uno lo dejo sin hielo y volteo a mirarme.
- Lamento lo de hace rato -me dijo el bartender y yo hice una mueca
- También lo siento -le di una sonrisa de pena y él se retiró guiñando el ojo. Mika observo todo con un rostro extrañado.
- ¿Te faltó al respeto? -preguntó
- Digamos que si, le echo hielo a mi whiskey.
Mika soltó una risa.
- Bueno, es raro que una chica lo tome así
- Machista -murmure ocultando mi risa en el vaso mientras le daba un sorbo a mi bebida
- No soy machista ojo, solo vivo en un mundo que me enseñó que las chicas beben solo piña colada -responde levantando sus manos en forma de inocencia.
- Eso es un montón de mierda -agregue en tono de queja y el soltó una carcajada.
- Perdon por vivir en un mundo de estereotipos
- No tienes perdón -respondí y ambos nos reímos al mismo tiempo.
Lo más raro, es que ya no me sentía tan nerviosa como hace un rato, no se si fue el alcohol o que realmente estar hablando alejada de todos con Mika me hizo calmar un poco los nervios. El realmente es un hombre bastante encantador y divertido. De pronto comenzamos una conversación bastante trivial, preguntas tontas como: cuando y cómo conocí a Mitch, que había estudiado, dónde vivía y mi edad. Mika tenía 28 años, se veía más joven y tenía su apartamento en Londres, de hecho trabaja para una empresa bastante reconocida allí y conoció a Mitch en una junta para expandir sus productos en nuestro país.
- Fue bastante curioso cuando conocí a Mitch, él aparentemente ya sabía de mi, bueno hablo del ámbito profesional. Me pudo convencer de distribuir mis productos con su empresa. Un hombre de negocios
- Mitch tiene un gran poder de convencimiento, eso lo ha llevado al éxito -respondí
- Bueno, ya te conté suficiente de mi, cuéntame un poco más de ti, ¿De dónde es tu familia?
- Eh bueno, he viajado mucho por el mundo, nací en Venezuela, luego viajamos a norte america y crecí en un pequeño pueblo en Missisipi. No es que tenga una historia grandiosa que contar, pero siempre vivimos cómodos lejos de polémicas. Estudie administración de empresas, luego me enfoque en una licenciatura y aquí estoy, como secretaria de un buen amigo
- ¿Nunca te han ofrecido un ascenso? Tienes bastante tiempo trabajando con Mitch
- Bueno, una vez me ofreció ser subgerente de finanzas, pero realmente sentí que era mucha responsabilidad y tenía miedo de que mi torpeza acabará con mi trabajo -Mika nego incrédulo.
ESTÁS LEYENDO
No toques mi Alma
Science FictionHace una década la tierra casi es destruida por seres con fuerza sobrenatural. Pero fue salvada por nosotros los que llamabas rebeldes, nosotros sabíamos que los humanos no eran la destrucción y que la tierra era un mundo maravilloso. Pero no todo t...