23 de septiembre 20XX
Minato ya había aprendido a gatear, este hecho fue el inicio para que menma y Sasuke no tuvieran un descanso, Minato a pesar de ser más tranquilo que menma no dejaba de ser un niño curioso e inquieto,varias veces aparecía jugando en lugares distintos a los que había sido dejado, en muchas ocasiones tuvieron que mantenerlo en brazos para evitar que cayera o hiciera algo que pudiera lastimarlo sin embargo eso nunca parecía agradarle al más pequeño pues siempre que estaba en brazos solía llorar y retorcerse por horas o al menos hasta que le permitieran volver a escrudiñar en los rincones más pequeños y desconocidos de la casa.30 de Noviembre, 20XX
Minato aprendió a balbucear, todos estaban atentos a la primera palabra del azabache, sobre todo sasuke que esperaba que su primera palabra fuera "papá" , siempre solía tratar de hacerlo llamarlo, Naruto apesar de su mayor ausencia también intentaba enseñarle la palabra "mamá", menma por su parte sabía que intentar que dijera "hermano" era demasiado trabajo por lo que tan solo le enseño su nombre un par de veces cuando intentaba enseñarle los nombres de todos. Esa tarde era una muy parecida, minato estaba sentado en su sillita mientras sasuke y Naruto apostaban y se desafiaban para saber que palabra diría primero, veían a Minato con insistencia y lo presionaban al hablar ,a minato no le gustaba sentirlos sobre el por lo que no tardó para estallar en llanto balbuceando cosas inentendibles hasta que finalmente una palabra salió de sus labios:-nema...- los tres se quedaron con los ojos en blanco,los dos mas grandes se veían indignados mientras una sonrisa de emoción se dejó ver en el rostro de Menma al escuchar la primera palabra de su hermanito quien sollozando extendía sus bracitos para ser cargado por este
-Nema está aquí,ya no llores,yo te voy a cuidar- menma cargó al más pequeño arrullandolo entre sus brazos logrando calmarlo y hacerlo reír, el menor llevo sus manos a las mejillas del mayor apretandolas suavemente y sonriendo con diversión causando la ternura de Menma