Peticiones.

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Hace unas horas atrás había llamado Jack para avisar que llegaría tarde. Extrañaba su presencia al decir verdad, pero era simplemente mi jefe y no me podía hacer ilusiones con él. A demás, me duplica la edad.

En estos momentos estaba en la sala de juegos con los chicos. Ya habíamos terminado tres botellas, estábamos hecho pedazos, pero aun seguíamos de pié. Jake siguió con sus coqueteos hacia mí y se fue hasta el punto de decir que seré la madre de sus hijos. Y aunque me pareció tierno en cierta parte, se que solo lo decía porque estaba borracho y no sabía lo que decía o hacia.

-¿Saben que mañana tenemos que levantarnos temprano verdad? -Pregunta Rossie.

-Mierda verdad. - esclama Matt levantándose del suelo. - Adiós chicos.... Adiós sol de verano.

Y luego de aquello sale corriendo hacia afuera. Miro el reloj de mi mano izquierda, y me doy cuenta que solo faltan cinco para las tres de la mañana. Me levanto del sillón en donde estoy sentada y coloco el vaso que está entre mis manos en la pequeña mesa a mi lado.

-Adiós chicos, tengo que regresar a casa y es muy tarde. - Les digo con pereza.

-No. Quedate aquí. Tenemos muchas habitaciones para huéspedes, y si te sientes incomoda con la ropa, Louise o Rossie pueden darte. - Dice Jake levantándose del suelo algo exasperado.

-Si Lucie, quedate. Te prestare una pijama si quieres. - Me anima Rossie.

Mire a Jake por unos momentos y luego asenti con la cabeza. Rossie se levanto y aplaudió mientras que Jake simplemente me sonreía desde donde estaba.

-Jake llevala a la habitación más linda por favor. Te llevaré la pijama para allá. - Dice Rossie caminando, o más bien, tambaleando hacia la puerta.

Jake me estrecha su mano y dice: -Vamos princesa hacia tu castillo.

Río por su mala broma y le tomó la mano.

-Nos vemos bestias. - Les dice Jake al resto de sus hermanos. Los cual están tirados en el suelo sin poder moverse.

-Maldito dejas para los demás. - Grita Adam desde su sitio.

-Pudrete.

Jake me guía por el mismo pasillo de antes pero esta vez sigue derecho hasta el siguiente corredor. Hay varias puertas de color blanco y pared llena de fotos familiares.

Jake aun tiene mi mano agarrada y no pretende soltarme, así como si me fuera a perder si le soltara. Se percata de mi mirada puesta en él y decide mirarme igual.

-No me voy a ir si me sueltas ¿Sabes? - Le digo entre risas.

-Lo se, pero es bueno tenerte en mis manos.

-Eso sonó en diferentes sentidos.

-Trate de que sonara así. -Dijo y guiño el ojo.

Llegamos al final del pasillo y abrió la puerta que estaba del lado izquierdo. Me dejo pasar primero y luego paso el cerrando la puerta detrás de él.

La habitación era grande, y estaba pintada de blanco con detalles negros. Todo era de madera, desde la cama hasta el armario. Había una puerta blanca al lado del armario, que por lo que creía era un baño, y un pequeño mueble blanco que adornaba la esquina en donde estaba la ventana.

-Es linda. -Digo mirando a mi alrededor.

-Si, lo es.

Jake se sienta en la cama y palmea la cama como se señal de que vaya a su lado. Le obedezco y me acomodo en donde él dijo.

Una niñera para adultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora