Vida nueva.

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Hannah la de limpieza me ha llamado para una información que fue dada por Jack. En total en toda la casa hay cuatro mujeres y dos hombre, las cuatro mujeres se encargan de lo interno de la casa, por lo contrario los hombre se encargan de lo externo.

Jake estaba en las escaleras cuando iba caminando hacia la cocina donde estaba Hannah. Él me observó por unos momentos y luego volvió su mirada al teléfono. Suspire con cansancio y subi los cinco escalones que me acercaban a él. Me arrecoste a la pared y él miró en seguida.

—¿Que quieres? — Preguntó sin emoción alguna.

Me senté a su lado y pregunté:

—¿Vas a estar asi todo el tiempo?

—¿Como quieres que este? Éste soy yo Lucie, no me conoces, no sabes mi comportamiento. No suelo estar todo el tiempo haciendo bromas o riendome de todo.

—Se perfectamente que no te conozco pero no creo que este seas tú. Puedo llamar a cualquiera y me daran toda la razón.

—Lucie no todo gira a tu entorno, no eres la gran cosa. Si piensas que estoy asi porque mi padre te esta follando pues te equívocas, me da igual esa mierda. Mi padre se puede coger a quien él quiera.

Dicho esto se puso de pie y subió, dejándome con las palabras en la boca.

Bajé los escalones y fui hasta la cocina. Allí se encontraban todas las de servicio hablando y haciendo bromas entre ellas. Hannah me miro en seguida y me dijo que pasará. Todas miraron al instante y pude notar como la mirada de una de ellas fue totalmente de disgusto.

—Ven Lucie te daré el traje que puso el señor Jack para ti. — Hannah tomó mi mano y me guió hasta un cuarto de limpieza, busco entre los armarios y saco un uniforme negro de este.
—Lo usaras de lunes a sábado, los domingos lo tenemos libres. Cambiate de una vez y ponte a hacer lo que te toca o lo que te pondra a hacer el señor Jack.

Al decir eso salió y me dejo el uniforme en una mesita junto con unas zapatillas color negro. Puse el botón de seguridad a la puerta y empecé a desvestirme. Tomé el uniforme y lo detallé en frente de mi. Consistía en un vestido color negro con detalles blancos, no era del todo corto pero podia notarse gran parte de mis piernas si me lo colocaba.

Empecé a vestirme y podría decirse que me gustaba el como mi cuerpo encajaba a la perfección en el uniforme. Me quité los zapatos que llevaba puestos y me puse los que Hannah habia dejado en la mesita. No me quedaban muy grandes pero tampoco era mi misma talla de zapatos. De igual forma podria caminar tranquilamente con ellos.

Al terminar de vestirme, acomode mi cabello y tome la ropa que me habia quitado. Salí y pasé hasta la cocina para ver si allí estaba Hannah pero solo me encontré con la chica de los malos ojos.

—Lucie ¿no? — Preguntó con disgusto. Dejo el vaso de jugo a un lado y se sentó arriba de la encimera.

—Si, ¿Tu eres?

—Kayleen. —Dijo. — Dicen que las chicas con nombre "Lucie" son...¿Putas?

—Realmente no se niña, eso preguntale a tu madre, ella debe de saber de nombres de putas.

Dicho esto me di la vuelta y seguí el camino hacia mi habitación. Hannah estaba limpiando el pasillo hasta mi dormitorio cuando intente pasar. Ella me miro y dejó de trapear por unos momentos.

—Te queda muy lindo Lucie.

—Gracias Hann. — Le dije con una sonrisa.

—¿Pasaras? — Preguntó.

—Si pero puedo esperar.

—Pasa. Tengo que ir a buscar algo en la habitación de Jake de igual forma.

Una niñera para adultos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora