• Lalisa es hija de un chef muy famoso en Asía, es dueña de una compañía de lociones y maquillaje, pero nunca esperaba que su futuro se arruinará desde que cumplió los 20 años.
- No acepto copias
• Lenguaje obseno
• Escenas sucias
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Cuando llega a su casa básicamente entra a recostar a su bebé, pero de igual forma es sorprendida por Chitthip.
- ¿Por qué llegas tan tarde, Lalisa? -Pregunta, Lisa no responde y la ignora dejando su bebé en la cuna, mientras le acaricia los pelitos de su frente.- Lisa.
- Aún sigo enojada contigo, mamá -Le dice, volteando a verla. Su madre no responde y Lisa resopla caminando al umbral de la puerta, para tomarlo- Sal, necesito que Hallie duerma -Le dice. Su madre sale de la habitación y Lisa ajusta la puerta, caminando a su habitación.
Cuando cierra la puerta, puede ver al castaño sentado en su cama sonriendo, Lisa hace una mueca de gran desagrado.
- ¿Qué haces sentado en mi cama, Eun Woo? -Pregunta ella, él sonríe leve levantándose, haciendo notar el ramo de rosas que lleva en la mano.
- Hola, Lili...
- Lalisa.
- ¿Cómo estás? -Pregunta nervioso, Lisa arquea una ceja mientras se cruza de brazos y lo observa incrédula.- Bueno... -Murmura- Creo que bien.
- ¿Qué haces en mi cuarto? -Repite molesta por eso, no entiende en que momento le dió la confianza para que hiciera eso.
- Tú madre me dijo que te esperara aquí y pues...
- Pero es que mi madre no puede decidir por mi -Dice molesta y suspira después de darse cuenta que puede explotar de ira.- Tengo demasiado sueño, ¿Podrías irte, por favor?
Eun Woo se acerca rápidamente y le entrega las flores, Lisa lo toma sin decir nada y él espera una respuesta suya.
- Gracias, ¿Puedes irte?
Él asiente, y sin dejar de verla sale de la habitación, y al cerrar la puerta Lisa se tira a la cama agotada.
- ¿Por qué mi vida es tan aburrida?
Suspira rendida y toma impulso para sentarse, viendo de imprevisto el ramo de rosas rojas, lo deja sobre el nochero y se dirige al baño para darse una ducha antes de irse a dormir.
Cuando chocó con el mesón sus labios se abrieron y soltó un jadeo entre el beso, solo podía disfrutar de las manos de Jungkook que apretaban con ansiedad su cintura. Ella solo tenía envueltas sus manos al rededor de su cuello mientras acariciaba su nuca.
Solo que no pudo resistir más y terminó mordiendo el labio contrario de Jungkook, él solo sonreía en medio de tantos besos. Hasta separarse sonrojados y algo incómodos por la situación anterior, que solamente los había dejado calientes.
- Eres una idiota -Masculla Lisa con molestia para su misma, botando el agua que había tragado por estar recordando como pensó que pasaría la noche con Jungkook. Se pega en la frente y choca su cabeza con la pared.- Idiota, idiota -Continua- ¿Por qué demonios no seguiste con el beso, Lalisa Manobal?
