Marc Guiu Paz, una estrella del FC Barcelona, está en la cima de su carrera, disfrutando del éxito y la fama que el mundo del fútbol le ofrece.
Naia Castro Rodríguez, en cambio, es una escritora de novelas románticas que lucha por encontrar su luga...
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XAVIER no dejaba de parlotear sobre fútbol. Se pasó toda la cena hablando de fútbol y más fútbol. No tenía otro tema de conversación.
¿Es que los hombres no saben hablar de otra cosa?
Eché un vistazo a la puerta, deseando huir de allí. Al lado mío, Emma y su cita parecían estar pasándoselo de maravilla. Todo lo contrario a Xavier y yo.
El tío no se podía negar que era atractivo. Cabello castaño claro, ojos color verdes y complexión musculosa. Pero lo que tenía de guapo, lo tenía de soso.
—¿Sabes? —dijo Xavier con entusiasmo—. El partido del domingo pasado fue increíble. El gol de Marc Guiu en el último minuto fue impresionante. ¿Viste cómo logró pasar la defensa?
—Sí, claro, fue... impresionante —respondí, intentando parecer entusiasta. Aunque la verdad era que no había visto el partido.
Xavier continuó, ignorando por completo mi falta de interés.
—Es que el Barça ha estado jugando muy bien esta temporada. Me encanta cómo han reforzado la defensa y la estrategia que están usando. ¿Eres del Barça o del Madrid?
Lo cierto es que no era de ningún equipo. Yo siempre había sido del equipo que ganaba.
—Bueno, supongo que... del Barça —mentí.
—¡Genial! —exclamó, sonriendo ampliamente—. Entonces compartimos equipo. ¿Qué te parece Ter Stegen? Para mí, es uno de los mejores porteros del mundo.
—Es muy bueno.
—¿Sabías que Ter Stegen tiene uno de los mejores porcentajes de paradas en la liga? Es impresionante cómo siempre está en el lugar correcto en el momento adecuado.
—Pues sí.
Emma y su acompañante parecían estar disfrutando de su conversación. Emma me lanzó una mirada de complicidad, sabiendo perfectamente lo aburrida que estaba. Intenté devolverle la mirada, pero sentía que mis ojos ya no podían ocultar mi hastío.
