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Capítulo IV»Hago explotar un baño«

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Capítulo IV
»Hago explotar un baño«

Mis sueños fueron raros en ese lapso que me encontraba dormido. A veces me despertaba y notaba una persona me cuidaba; era un chico, solo pude identificar su cabello rubio, me daba de comer algo que sabía a palomita de maíz.
En algunas veces, llegaba con un libro, me leía una historia. No entendía mucho porque estaba obvio dormido, pero su voz era hermosa. Algunas veces, cuando estaba temblando, tocaba un instrumento, me parecía un violín.
Desde mi punto de vista, creo que estaba demasiado grave si se  preocupaba por mí. Tal vez, no solo estaba cuidando lo físico.

Cuando él no estuvo estaba una chica con el mismo cabello rubio, en ese momento mi mente agarró un momento de conciencia y está aprovecho para preguntarme cosas que no entendía y si no era ella, era otro rubio (¿cuántos rubios hay en este lugar?) Pero al parecer tenía muchos ojos, creo.

Me desperté.
Noté a Grover al lado mío quién inmediatamente me dio algo de beber en un vaso. Tenía un sabor que me recordaba a unas galletas que me preparaba mi madre, ese no fue el único efecto de la bebida que sentí, también noté como mi cuerpo recuperaba energía. Terminé de beber y me dio algo de lástima no haberle dado a Grover, pero su cara de tristeza me hace sentir que no es por eso que se siente mal.

–Lo siento Percy– Dijo agachando su mirada –Por mi culpa tu madre ha– Vi como no pudo mencionar las siguientes palabras

En sus manos había una caja, en su interior estaba aquel cuerno del Minotauro. Eso solo pudo confirmar lo que no quería, mi madre se había ido. El mundo es más triste para mí ahora, tendré que aprender a sobrevivir yo solo.

–No es tu culpa– Fue lo único que podía decir. Ambos nos encontrábamos mal por lo sucedido

–Sí lo ha sido, tenía que protegerte–

–¿Mi madre te lo pidió?–

–No, pero es mi trabajo–

–Creo que me encuentro bien– Dije levantándome de la cama –¿Con quién tengo que hablar para que me diga que ocurre?–

Este solo se paró conmigo y empezó a guiarme al camino para llegar a la Casa Grande, así la llamo Grover. Ahora que estoy afuera puedo ver de forma correcta el lugar en el que estoy. Era un valle y al lado de este estaba el agua, pude ver diversos edificios con estilo de arquitectura griega como un pabellón al aire libre, un anfiteatro, también vi una pista de arena, canoas cerca del lago, un campo de tiro de arco y veía campistas montando caballos, bueno al parecer tenían alas.

Al llegar al destino pude ver dos hombres sentados jugando cartas y a la chica rubia que me hizo preguntas se encontraba ahí.

–Bueno, ese es el señor D, director del campamento. Trata de ser amable. Annabeth Chase, una campista que ha estado demasiado tiempo en el campamento, bueno después de Aether y me parece que ya conoces a Quirón– Me susurró Grover. Volteé la mirada hacía el, apenas escuché la mención de Aether, pero lo que dijo Grover acerca de ya conocer a uno de esos adultos

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