8

48 7 4
                                    

Heart pensó en llevarle galletas a  ese cierto alguien que la hacía suspirar.

Se puso un delantal rojo y cocino galletas de chispas de chocolate. Sirvió leche un pachón y se tocó su clitoris. Saco sus dedos llenos de su jugo y lo hecho en la leche para que Liam pudiera probarla incluso sino estaban juntos o haciéndolo.

Empaco las galletas, se quitó el delantal y fue a su auto. Condujo al centro del FBI y entró al lugar encontrándose con una escena no muy agradable. Liam estaba hablando con una chica muy animadamente. Heart pensó en tirarles las galletas pero se controló. Se acercó a ellos y carraspeo.

El chico volteó a verla y se quedó boquiabierto. Ese enterizo rojo con cuello en v le quedaba bien. El dirigió la vista hacia su escote y se quedó ahí por un momento lo que hizo a la chica sonreír.

—Heart— dijo el chico concentrando su atención en ella y dejando a la otra chica olvidada.

—Te traje galletas—le dijo entregándole el paquete de galletas. —y leche de coco—dijo guiñándole un ojo. Se acercó a susurrarle que eran sus jugos. El chico sonrió dándole un sorbo a la leche.

—Sabe deliciosa–dijo con los ojos llenos de lujuria. La chica le sonrió. Se dispuso a retirarse cuando Liam le puso una mano en su brazo. Deteniéndola.

—Quédate. Salgo pronto. Podemos ir a comer.—dijo invitándola a salir.

—Claro oficial— dijo agarrando su camiseta.

Liam la llevó a su oficina, un lugar donde el cartel con la investigación de la reina de corazones estaba prominentemente presente en la pared. Era un espacio sereno y ordenado, pero el cartel destacaba entre los demás elementos, recordándole la tarea que tenía por delante.

Heart observó el cartel con curiosidad mientras Liam cerraba la puerta tras ellos. Las imágenes y los documentos que lo componían revelaban una historia compleja y llena de intriga. Reconoció las fotografías de los lugares donde solía jugar al poker clandestino, así como las conexiones entre diferentes clientes que tenía.

Ella se sintió abrumada por la culpa al darse cuenta de que había estado mintiéndole a Liam acerca de su identidad secreta como la reina de corazones. Cada palabra que había ocultado y cada engaño que había perpetuado pesaban sobre ella como una losa, haciéndola sentir como si estuviera ahogándose en un mar de remordimiento.

Mientras miraba a Liam, pudo ver la confianza en sus ojos y el amor en su corazón, y eso solo aumentaba su sentimiento de culpa. Sabía que no merecía su afecto ni su confianza, no después de haberle ocultado una verdad tan fundamental sobre quién era en realidad.

La idea de perder a Liam, el único que la había hecho sentir amada y aceptada en mucho tiempo, era devastadora. Se preguntaba si alguna vez podría perdonarse a sí misma por haberlo engañado de esa manera, por haber arriesgado todo lo que tenían juntos por una mentira.

Liam trabajó en la computadora, concentrado en sus tareas mientras el suave tecleo llenaba la habitación. Una vez que terminó, se puso de pie y se ajustó la chaqueta con elegancia antes de acercarse a la pelirroja. Con un gesto suave, colocó su brazo alrededor de su cintura, sintiendo el calor de su cuerpo cerca del suyo.

La pelirroja se estremeció ligeramente al sentir el contacto reconfortante de Liam, sintiendo una oleada de calidez y seguridad que la envolvía. Con su corazón latiendo con fuerza, se permitió perderse por un momento en el abrazo reconfortante de Liam, dejando de lado todas las preocupaciones y los desafíos que los rodeaban.

Juntos, se quedaron allí por un momento, compartiendo un instante de calma y complicidad en medio del ajetreo del día. Para ambos, ese simple gesto de afecto era suficiente para recordarles el vínculo especial que compartían, un vínculo que trascendía las palabras y los desafíos que enfrentaban juntos.

Queen of hearts Donde viven las historias. Descúbrelo ahora