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Al día siguiente Heart le preguntó a su hermana Princess, quien era una encubierta del fbi, si sabía algo de Liam. La chica le contó que el no solo era agente del FBI, pero el jefe del FBI y el jefe de la investigación para encontrar a la reina roja, ósea ella.

Heart suspiro pesadamente.

—¿Por qué el interés en el jefe del FBI?

–Por nada.

—Heart, se cuando me estás mintiendo. Respingas tú nariz- dice la rubia a su lado fijándose en el chupetón en su cuello. —¿Eso es un chupetón?—preguntó la rubia.

—No— mintió la pelirroja.

—Oh por dios, ¿Te ligaste al jefe del FBI que te está buscando?—preguntó incrédula Princess a lo cual Heart asintió pesadamente. Sabia que debía cubrirse el chupetón, pero le gustaba que supieran que tenía dueño o por lo menos que había tenido una buena noche el día anterior.

Princess se dejó caer en la cama, aún aturdida por la noticia. Su mente corría a mil por hora, tratando de encontrar una solución a la complicada situación en la que se encontraban.

—Tenemos que pensar con claridad —dijo finalmente, su tono firme a pesar de la confusión que sentía—. Necesitamos un plan para manejar esto.

Heart asintió lentamente, agradecida por tener a su hermana a su lado en este momento de incertidumbre.

—Lo sé —murmuró—. Pero no sé por dónde empezar. Liam... él es...

—El jefe del FBI que está buscando a la Reina Roja—,terminó Princess la frase por ella, su expresión seria mientras consideraba las ramificaciones de esta revelación.

—Tenemos que ser cuidadosas, Heart. Muy cuidadosas.

Heart asintió, sintiendo la gravedad de la situación pesar sobre ella como una losa. Sabía que tendrían que tomar medidas drásticas para protegerse a sí mismas y a aquellos a quienes amaban. Pero, por ahora, solo podían esperar y planificar con cautela su próximo movimiento.

Princess se aseguró de que Heart entendiera la gravedad de la situación antes de que partiera hacia Venus en busca de ayuda para investigar a Liam. La tensión en la habitación era palpable mientras intercambiaban miradas cargadas de preocupación y determinación.

—Recuerda, Heart, esto es arriesgado—,advirtió Princess, su voz firme pero llena de preocupación. —No sabemos qué podrías encontrar al investigar a Liam. Podría ser peligroso.

Heart asintió solemnemente, apreciando la preocupación de su hermana, pero también sabiendo que no podían permitirse dejar nada al azar. —Lo sé, Princess—, respondió con seriedad. —Pero necesitamos entender quién es Liam realmente, más allá de su papel como jefe del FBI.

Después de un breve intercambio de miradas cargadas de complicidad, Heart salió de la habitación, con determinación en cada paso. Pronto se encontró frente a Venus, explicándole la situación y pidiendo su ayuda para investigar a Liam a través de sus redes sociales.

Tras una intensa sesión de hacking, descubrieron que Liam mantenía un perfil discreto en línea. No había rastro de su trabajo como agente del FBI, pero sí había algunas publicaciones sobre su perro. Era un pequeño destello de humanidad en el hombre que los perseguía, y eso les dio una nueva perspectiva sobre él.

A pesar del cálido halo de esperanza que podría haberse avivado en su corazón al descubrir un destello de humanidad en Liam a través de sus redes sociales, Heart sabía que debía reprimir cualquier sentimiento romántico. La realidad era implacable: su identidad como la Reina Roja era una bomba de tiempo que podría explotar en cualquier momento y destruir todo lo que había construido.

Cada latido de su corazón le recordaba las consecuencias devastadoras que podrían surgir si Liam descubría la verdad. No podía permitirse el lujo de ceder a los caprichos del amor, no cuando la seguridad de su familia estaba en juego. Las noches se volvieron más largas y solitarias mientras luchaba con sus emociones, sintiendo el peso de la responsabilidad descansar sobre sus hombros.

A pesar de la atracción que sentía hacia él, sabía que debía mantenerse alejada, protegiendo a quienes amaba a cualquier costo. Era una carga pesada, pero era su deber como la Reina Roja mantenerse oculta, incluso si eso significaba sacrificar su propia felicidad en el proceso.

Heart salió de su habitación y se preparó para una noche de trabajo en el poker clandestino. Con paso decidido, se deslizó en un elegante vestido rojo largo, adornado con brillantes que relucían con cada movimiento. Completó su look con unos guantes rojos que cubrían sus manos con gracia, y unos tacones rojos altos de aguja que hacían eco en el suelo mientras caminaba con determinación.

Con un suspiro de determinación, se dirigió hacia su auto y se encaminó hacia el bar de su hermano Ace, el lugar donde se llevaban a cabo las clandestinas y emocionantes partidas de poker. El bullicio del bar y el tintineo de las fichas de juego llenaban el aire cuando Heart entró, lista para sumergirse en la acción.

El murmullo de la multitud se desvaneció a medida que se acercaba a la mesa de juego, su presencia exudaba confianza y determinación. Con un gesto elegante, se unió a la primera ronda de la noche, listo para mostrar sus habilidades y enfrentarse a cualquier desafío que se presentara en su camino. Era en momentos como estos cuando se sentía verdaderamente viva, desafiando al destino y enfrentando cada carta con valentía. La noche apenas comenzaba, y Heart estaba lista para jugar su mejor mano.

Queen of hearts Donde viven las historias. Descúbrelo ahora