Negra mariposa | Adrien Agreste [Chat Noir]

Seis

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Capítulo seis
— Misión: Tomar foto. —

...

Tocaba el agua de la fuente con la punta de mis dedos disfrutando de la sensación húmeda y refrescante. Estaba aburrida de esperar en ese lugar y poco a poco sentía mi pierna comenzar a temblar en busca de movimiento pero no podía moverme, no si no quería que Adrien y Lila me miraran.

Volteó a ver con cuidado a la banca donde Adrien estaba esperando a la castaña teniendo cuidado de tapar mi figura con la estructura de agua. Deje soltar un suspiró desganado al mirarlo todavía solo, sin ninguna señal de la chica.

¿Los estaba espiando? La verdad si, y me sentía culpable de eso. Pero una sensación extraña en mi pecho desde ese momento en la biblioteca no me dejaba en paz, tal vez estaba siendo un poco paranoica y puede que no sea nada grave, pero aún así estaré por lo menos un rato para mirar que todo estaba bien entre ellos.

Seguí jugando con el agua por unos minutos hasta que logre mirar a Lila caminar con una gran sonrisa. Adrien seguía distraído observando las nubes que no se dio cuenta de la llegada hasta que esta se sentó a su lado.

Desde donde estaba apenas se alcanzaba a escuchar sus voces pero eso no me importaba, mientras no empezaran a gritar o mirar a Adrien muy incomodo; no intervendría.

Los miraba conversar cuando mire el cabello y peinado característico de Marinette acercarse con sigilo, la seguí fijamente hasta que estuvo escondida tras un árbol. No soy tonta, sé que esta espiando igual que yo, pero pensaba en como esa chica sabía de esa reunión... ¿nos espió en la biblioteca o solo los estuvo siguiendo por todo el día?

Quería molestarme con ella pero ¿como podía hacer eso? Estábamos haciendo lo mismo a pesar de que tal vez tenemos diferentes razones, pero iba a averiguarlo. Metí mi mano a mi bolsillo en busca de mi celular y apunte la cámara enfocando a esos tres en el encuadre.

Presione la pantalla y tomé la foto con rapidez con miedo de que voltearan a mi dirección, en especial Adrien, que debe de sentir las cámaras como un poder.

Ventajas de ser un modelo yo creo.

—¿Qué estás haciendo, Marinette? —guarde silencio al mirar como el bote de basura cerca de la banca se movía. —¿Ratas?

Juro que miraba a ese brillante cilindro de hojalata temblar como si alguien o algo lo moviera desde adentro. Pero ey, pensar en ratas no era descabellado, aquí en Paris debían ser igual de abundantes que las palomas.

Entrecerré mis ojos tratando de mirar mejor a la lejanía al ver como Marinette se acercaba al bote, ¿ella también había visto que se movía?