Salgo de la empresa lo más rápido que puedo y sin mirar atrás. No hay marcha atrás, no hay arrepentimiento. Lo había dejado por fin. He dejado ese dichoso empleo en el que solo te tratan mal y aunque podría estar enfadada por perder mi trabajo, al contrario estoy más que feliz por ello. Era un ambiente muy tóxico y me moría de ganas de dejarlo.
Me subí al coche y puse Paradise de Coldplay porque estoy muy contenta y esta canción solo la escucho cuando estoy contenta. Llame a Laura que a los tres pitidos me contestó.
—Hello!
—Lo he hecho.
—¿Has hecho un trío? —rió.
—¿Qué? ¡No! Renuncié, me harté de esas sabandijas.
—Bien ahí, esos inútiles no merecían tu trabajo. Eran unos patéticos. No saben apreciar lo que es ser una buena asesora de imagen.
—Estaba tan cansada de ellos Lau, lo único que hacían era tratarme mal como si mi trabajo no valiera nada. —Puse mi cabeza en el volante.
—Ey, no, tu trabajo vale muchísimo, de hecho eres una de las mejores. Venga va hoy vamos a celebrarlo. ¿Nos vemos en el restaurante de siempre?
—Nos vemos allí. —Y colgué.
Conduje hasta mi apartamento y una vez allí me metí a la ducha y prepararme para ser libre. El trabajo me tenía tan consumida que he dejado de salir en varias ocasiones, esto provocó que mi mejor amiga me diera unos sermones de vez en cuando porque según ella no es bueno estar metida tanto tiempo en eso.
Al poco de media hora el timbre del apartamento sonó. Fui a abrir para encontrarme a la rubia frente a mi.—¡Ha llegado tu ser de luz! —Me dio un abrazo y sonrió. —¿Cómo estás?
Entró en casa y se sentó en el sofá, bueno más bien se tumbó en el sofá.
—¿No nos íbamos a ver en el restaurante? —Me senté a su lado levantando sus piernas.
—Ya, en cuanto eso... Hay cambio de planes. —Dijo cogiendo unas aceitunas de la mesa. —Debemos ir al Grand Prix de la Fórmula 1.
Levante las cejas y la miré atentamente.
—¿Como que al Grand Prix? —No estoy en contra de ir más bien todo lo contrario pero no me esperaba ir porque a Laura no es que le importe mucho que digamos.
—Le prometí a Asher que iría hoy y como tú estás libre y no quiero ir sola te conseguí un pase VIP.
Sacó lentamente el pase que sostenía en su mano y que obviamente yo miraba atentamente. Ir a ver un Grand Prix de la fórmula 1 era algo que siempre había querido hacer pero que no había podido por el tiempo. El trabajo me consumía y era muy complicado cuadrar cuando competían en Silverstone. Pero como dice Laura, ahora no tengo compromisos así que es mi oportunidad.
—Claro que voy a ir —cogí el pase —sabes que no me lo voy a pensar ni dos veces. ¿Podré subirme al monoplaza?
Laura me miró intrigante y con una sonrisa en la boca. Me iba a decir que sí, eso seguro. Ella puede hacer lo que quiera en ese lugar al fin y al cabo es la sobrina del dueño de Aeon.
—Eso no creo que se pueda, pero haré todo lo posible.
—¿Sabes que te amo? ¡Claro que sí! —La abracé.
(...)
Llegamos a Silverstone y lo primero que hicieron fue pedirme la tarjeta que me colgué por el cuello llevándolo como un collar. Había mucha gente y sobre todo muchas cámaras. Los paddocks de los demás equipos estaban colocados uno al lado del otro y había una zona de descanso para los usuarios además de las tiendas oficiales de las escuderías. Me empecé a dirigir a la de Aeon cuando Laura me tiró de la muñeca para seguirle. Tenía ganas de comprarme la bomper azul francia.
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Ramé
RomansaDos mundos que, si bien pueden no llegar a ser compatibles chocarán. Dos personas totalmente diferentes se encontrarán. Dos amores que no se esperaban juntar. Dos personas con un objetivo en común: triunfar. Ser piloto lleva una gran responsabili...