꧁༻- Eɭ Hiɭ๏ R๏ʝ๏ -༺꧂ || ✎Mordecai Heller [Reescritura Leve]

꧁༻- Capítuɭ๏ Treinta y Siete| espíritu vestido de rojo y fotografía oculta -༺

Luego de una semana, todo pareció volver a la normalidad.

Monique no había aparecido desde el día que poseyó a Tn.
Mordecai estaba siendo un poco más cercano con Erika desde que había revelado su verdadera identidad.
Serafine y Nicodeme comenzaron a ser llamados 'tíos Cajún' por Aurora y Donovan, y Mallory (luego de que su negocio de la “biblioteca-florería” próperase un poco) había comenzado una amistad con tintes románticos (según Sera y Nico) con un gato indigente de pelaje blanco al cual le faltaba un diente.

Tn seguía trabajando en el Lackadaisy junto a Rocky, Freckle e Ivy.

Ese día, después de la semana en la que Monique estuvo presente, Tn se hallaba en el ático (o más precisamente, el vacío y gran espacio en el techo del café del Lackadaisy, minuciosamente cubierto para no ser notado ni dentro, ni fuera del establecimiento), revisando con curiosidad las cosas que habían ocultas junto a Freckle e Ivy, buscando cosas que pudiesen valer algo para venderlas en una casa de empeños, así sumarían algo más de dinero para el negocio y el pago a los empleados, según la Señorita Mitzi.

En ese momento, Rocky se encontraba hablando sobre lo afortunada que era la jefa de tenerlo y demás cosas.

Rocky: Por suerte para la Señorita M., yo sin dudas haría lo que haciera falta para consolarla.
¡Oh, bribones de los impuestos!
¡¿Por qué tienen que castigar a tan bella dama como la Señorita M. para pagar tal cantidad de dinero?!

Ivy: Rocky, deja de gritar. Sé que es parte de tu personalidad, pero a Tn no le gusta.

Tn: Gracias, Ivy.

Sonrió agradecida, abriendo otra caja de cartón.

Rocky frunció el ceño, de un momento a otro, cambió su expresión; ahora él estaba sonriendo de oreja a oreja, mostrando los dientes.

Rocky: Oooh, Señorita Imanova, explíqueme otra vez por qué no le gusta que grite cuando hago mis poemas.

La mencionada dejó de revisar la caja cuando escuchó esa maldita pregunta. No de nuevo.

Suspiró disgustada, viendo a los ojos con un ceño fruncido al de pelaje atigrado.

Tn: Mira, “rayas”… Por vez número doscientos cincuenta y seis, no me gusta que recites poemas gritando, porque para mí, eso hace que se pierda el encanto de las palabras. ¿Ya se te grabó en el cerebro?

Preguntó, volviendo a su tarea.

Rocky: …

Rickaby se calló, pensando…

Tomó su violín, tocando una nota singular que llamó la atención de Tn, Freckle e Ivy.
Eso era nuevo.

Rocky: Señorita valiente, de temperamento ardiente…

Tn: Oh, no-!

Frunció el ceño, notando que iba a hacer el contrario.
Le iba a dedicar un poema.

Rocky: Por favor, Señorita Imanova.

Ella suspiró ruidosamente, rindiéndose.

Tn: …Bien…

Asintió de mala gana.

Rickaby sonrió y le devolvió el gesto.

Rocky: Gracias.

Se aclaró la garganta.

Rocky: Señorita valiente,
De temperamento ardiente…
Ojo azul como el mar,
Color digno de amar.
Ojo anaranjado como la fruta llamada igual.
Dime: ¿qué has dejado en el pasado que pretendes olvidar?