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Capítulo 02. Reencuentros


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Nazareth se estiró con pereza mientras el sol filtraba su luz a través de las cortinas entreabiertas. Aunque el día apenas comenzaba, la agenda de Nazareth ya estaba repleta de cosas que no había previsto pero su hermana había programado. Se sintió tentada a quedarse acurrucada entre las cálidas sábanas, pero el deber llamaba con urgencia.

Con un suspiro resignado, Nazareth se levantó de la cama y se dirigió al baño. El agua tibia de la ducha la ayudó a despertarse por completo, y el aroma revitalizante del jabón de lavanda la envolvió, despejando su mente de la neblina del sueño. Mientras se enjabonaba el cabello, su mente no dejaba de pensar en lo mucho que había extrañado estar con su padre y hermano.

Una vez fuera de la ducha, se envolvió en una toalla suave y se dirigió al armario. La chica Black rebuscó entre sus prendas hasta encontrar un conjunto cómodo pero adecuado para el ajetreado día que le aguardaba. Después de vestirse, se acercó al espejo y cepilló su cabello oscuro, delineando con destreza las suaves ondas que caían sobre sus hombros.

Con las botas negras perfectamente ajustadas, Nazareth se sintió lista para enfrentar lo que sea que el día le deparara. Descendió las escaleras con pasos firmes, siguiendo el aroma tentador del desayuno que su familia ya había preparado. El sonido de sus voces familiares la recibió al entrar en el comedor, y una sensación de calidez y familiaridad la envolvió mientras tomaba asiento junto a ellos.

—Buenos días familia— saludó con ánimo, tomando asiento junto a Jacob. Nazareth frunció su ceño al notar que a su mellizo le gustaba usar el estilo semidesnudo —¿Acaso no tienes ropa para usar?— preguntó burlona, Jacob rodó sus ojos negando.

—Hace calor— dijo con simpleza mordiendo los panqueques que preparo Rachel.

—Yo creo que solo quieres presumir que tienes buen cuerpo— se burló la morena subiendo y bajando sus cejas. Billy rio sonoramente.

—Tu hermano es de temperatura alta, déjalo ser— defendió su padre, intercambiando miradas con su hijo.

—Oh claro, olvidaba que Jacob está terminando de pasar la pubertad— Jacob le dio un manotazo indignado.

—Deja de molestar a Jake— dijo Rachel colocando más panqueques en la charola —A él le gusta ser liberal— Jacob frunció más su ceño sin comprender a sus dos hermanas.

—Bueno, ¿Qué planean hacer hoy?— preguntó su padre tratando de quitar la atención que Jacob estaba recibiendo.

—Iremos con los Swan— dijo Rachel sirviéndose su desayuno —Queremos visitar a Bella, tiene mucho que no hablamos con ella— Jacob se tensó notablemente ante la mención de la Swan, Nazareth miro de reojo a su hermano, imaginando que su relación con la chica no está en los mejores términos.

𝐂𝐇𝐀𝐎𝐒 | 𝐄𝐝𝐰𝐚𝐫𝐝 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora