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Habían pasado cinco días, y aquella noche aún seguía en sus pensamientos, no conseguía olvidarlo, ni siquiera podía besar a Jongseong desde lo sucedido, tampoco sabia de Heeseung luego de que este llegara a su casa para informarle al matrimonio que Jungwon había desaparecido, se había llevado sus maletas del hotel donde ambos se quedaban y según la tarjeta de crédito de Heeseung, todo apuntaba que se había escapado a Estado Unidos.

— Sunghoon...

Y para rematar la montaña rusa de emociones que tenía, esa noche Heeseung volvía a Londres.

— Sunghoon!

— Si? Que paso

— ¡La cocina!

Rápidamente llevó sus ojos hacia abajo y apagó la cocina, el huevo que estaba revolviendo se había quemado por completo.

— Lo siento, yo, haré otro... pero es tarde no llegarás a la oficina —Se disculpó viendo el reloj

— Tranquilo cariño, ¿estás bien?

— Si, yo estoy bien, pero tu desayuno...

— Ya tomé el café, y puedo comprar algo de camino no te preocupes

— Lo siento, no se donde tengo mis pensamientos

— Esta bien, a todos nos puede pasar

El rubio se acercó a abrazar al menor y dejó un casto beso en la cabellera negra.

— Iremos a despedir a Heeseung?

— Si quieres ir con Jaeyoon, adelante

— ¿Tú no vendrás?

— Tengo trabajo atrasado, me encantaría pero no puedo, dale mis saludos

Y sin mas beso la mejilla de Sunghoon y salió de la cocina, caminó en dirección a la salida del departamento.

— Te amo —Dijo tras abrir la puerta

Sunghoon tardó en contestar, no sabia que debía decir.

— Suerte en el trabajo, te quiero

Se maldijo mentalmente, ni siquiera podía aparentar que todo seguía bien, Jongseong no era ningún tonto, estaba seguro que el también había notado la distancia que se formo entre ellos tras aquella noche.

— Mamá, ¿dónde estás?

Se escuchó escaleras arriba

— En la cocina...

Contestó en un tono alto, y esperó a que una pequeña figura apareciera por el umbral de la cocina con una carita somnolienta y su uniforme escolar.

— Desayuno —Demandó el menor

— ¿Estás hambriento cariño? —Preguntó mientras le entregaba al menor su desayuno

.

.

.

Que estupido había sido, Sunghoon sentado en el suelo a lado de la cama lloraba, tras haber abierto una caja que creía perdida. El inocentemente estaba limpiando la casa, una de las múltiples tareas que desempeñaba hasta que entre las ropas de verano de Jaeyoon encontró una pequeña cajita con una apariencia muy avejentada.

Por curiosidad la abrió, y ahí encontró todas las cartas que él y Heeseung se habían intercambiado desde que el mayor se fue de Busan, cuando él tenía solo diecinueve años,y el pequeño Jaeyoon aún estaba en el vientre de Sunghoon.

Cada promesa de amor, cada juramento, cada muestra de amor sincero y verdadero, entonces una gran pregunta inundó su subconsciente.

¿Si Heeseung y él se han amado sinceramente desde el primer momento, por que no estaban juntos?

Peligro - |LHS & PSH|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora